Fútbol y política, para quienes patean los clubes de la AFA

Fútbol y política, para quienes patean los clubes de la AFA

Desde la Superliga hasta la Primera D, los equipos de la provincia de Buenos Aires vinculados directamente a la Asociación del Fútbol Argentino tienen su relación con la actividad partidaria. LaTecla.info realizó un relevamiento de cómo juegan cada uno de los equipos bonaerenses en las elecciones generales.

La política y el deporte tienen una relación simbiótica. En un año electoral, los vínculos entre las instituciones deportivas y las fuerzas que pujan por imponerse en las urnas se vuelve central. Cada club responde a una lógica propia y cada sede se vuelve un mundo.

Por caso, el Conurbano repite una lógica donde los intendentes sin importar su afiliación buscan mantener la tropa alineada y al menos apuntalarse en buenas relaciones institucionales para no generar rechazos que puedan ser importantes a la hora de contar los votos.

Club por club, LaTecla.info realizó un relevamiento de cómo juegan los equipos de la Asociación del Fútbol Argentino en las elecciones generales.

Superliga

Arsenal de Sarandí: El verborrágico Julio Grondona, hijo del histórico dirigente, preside la institución que no cerró políticamente con ningún espacio. Sin embargo, mantiene buen vinculo con el alcalde de Avellaneda, Jorge Ferraresi, y en 2017 alquiló su cancha para el primer acto de Cristina Fernández, que acabó por ser el puntapié para la candidatura a senadora.

Lanús: Nicolás Russo, un hombre con aspiraciones políticas en el distrito, conduce los hilos de la institución desde hace varios años. Siempre ligado a Sergio Massa y el Frente Renovador, hoy forma parte de la unidad peronista que lleva a Alberto Fernández como candidato a presidente de Todos.

Racing Club: “Yo soy apolítico”, sostiene el presidente de la institución Víctor Blanco para poder jugar libremente. Por caso, cedió el predio al kirchnerismo para uno de los actos de Cristina Fernández. Al mismo tiempo, aseguró que Macri “está haciendo las cosas bien”. Pura cintura para el presidente de La Academia.

Independiente: La presidencia a cargo del sindicalista Hugo Moyano, de estirpe totalmente antimacrista. Si bien mantuvieron buena relación años atrás, la misma se rompió y ahora los Moyano responden a la figura de Alberto Fernández. Claro está, siempre con autonomía.

Defensa y Justicia: El presidente José Lemme, un viejo perro de presa del mundillo del fútbol, pasó de estar ligado a investigaciones judiciales por Fútbol par Todos a acomodarse a los nuevos tiempos. Le dio espacio en el club al empresario Cristian Grabarnik, hombre ligado a Daniel Angelici y consiguió aire. Otro dirigente con cintura, al igual que su ex líder, el difunto Humberto Grondona.

Estudiantes de La Plata: En la era de Juan Sebastián Verón, el “Pincha” supo acomodarse a la grieta y jugar de igual a igual con ambos bandos. Por caso, tuvo buena relación con el kirchnerismo platense y mucha participación con La Cámpora. Sin embargo, en los últimos meses se acercó al PRO para anunciar medidas en beneficio del club o ser reconocido como el primer estadio (sin inaugurar aún) sustentable de América. Mantienen las formas institucionales con unos y otros.

Aldosivi: José Moscuzza es quien lidera los tiempos del “Tiburón”. El empresario pesquero es amo y señor del puerto local, cercano al gobierno de Mauricio Macri con el que fue beneficiado con polémicos permisos de pesca.

Banfield: El club de Lomas de Zamora tiene la primera presidenta mujer de la historia. Se trata de Lucía Barbuto, quien no tuvo rival en la línea sucesoria de Eduardo Spinosa. La gestión supo estar ligada al ex vicegobernador Gabriel Mariotto, que llegó a ser vicepresidente. Sin embargo, tras abandonar el cargo, por la cercanía de Spinosa a Martín Insaurralde, el alcalde lomense volvió a quedar como referente político en la institución.

Gimnasia y Esgrima La Plata: Pellegrino es otro de los que se mueve con cintura y deja las decisiones políticas a la Comisión Directiva para no ser el único protagonista. En 2017, el voto de la mayoría de los dirigentes prohibió a Cristina Fernández posar con el equipo en la campaña legislativa. Días atrás, con la llegada de Diego Maradona como Director Técnico, buscaron invitarla para que esté el debut del mejor jugador del Mundo, no ocurrió ya que ella estaba en Cuba junto a su hija Florencia.

Primera Nacional

Estudiantes de Caseros: La presidencia quedó en manos de Jorge Luis Barrios, como continuador de un ciclo que inició antes de 2015. La mutación dirigencial previo al cambio de intendente de Tres de Febrero le permitió tener buen vínculo institucional con Diego Valenzuela. Por momentos critica a Macri, pero realza gobiernos cambiemistas.

Deportivo Morón: La institución más grande del distrito de la Primera Sección vive días convulsionados internamente. Se logró la continuidad de la presidencia de Roque Labozzeta en medio de graves incidentes; la última actividad política fue ceder las instalaciones para el lanzamiento de Lucas Ghi, como candidato a intendente para vencer a Ramiro Tagliaferro.

Platense: La institución de Vicente López no tiene problemas en la relación con el alcalde local Jorge Macri. Inclusive, el diputado bonaerense César Torres, es uno de los hombres fuertes dentro de la institución. Hoy mayormente ligado al básquet, anteriormente con mayor presencia en el fútbol.

Agropecuario: El “sojero” es conducido por Bernardo Grobocopatel, integrante del famoso grupo económico vinculado a la producción y exportación agropecuaria. De relación familiar con el intendente de Carlos Casares, Walter Torchio, los Grobo pasan de críticas a Macri a rechazos a Cristina Kirchner y el recuerdo a las políticas agrarias del último gobierno.

Alvarado: Wenceslao Méndez recogió el poder de manos del diputado nacional Facundo Moyano, quien sigue manejando los hilos y las vinculaciones políticas de la institución marplatense.

Temperley: En el “Gasolero”, otro de los equipos de Lomas de Zamora, es presidido por Martín Vila, quién llegó al poder en 2017 después de lanzarse a la disputa presidencial con el apoyo explícito del intendente Martín Insaurralde.

Sarmiento de Junín: ‎Fernando Chiófalo lleva los hilos de la institución del distrito de la Cuarta Sección. “El Verde” es uno de los trofeos políticos que oficialismo y oposición buscan levantar, en los últimos años se alineó al macrismo y defendió la gestión de Pablo Petrecca, a quien invitó a inaugurar la nueva tribuna y centros de entrenamiento de la institución.

Quilmes: En el pago de Martiniano Molina, el club más importante es ajeno a la gestión local. La presidencia de Christian Sterli es una de la que busca la victoria de Mayra Mendoza en el distrito y de Axel Kicillof en la Provincia.

Tigre: El actual presidente de la institución del norte de la Primera Sección, Ezequiel Melaraña, tiene como principal antecedente ser uno de los asesores del actual candidato a diputado nacional, Sergio Massa. Se mantiene el vinculo estrecho entre las partes.

Brown de Adrogué: La presidencia está a cargo de Adrián Vairo está alineada a la conducción local del peronista Mariano Cascallares. Si bien tiene autonomía y no hay liderazgo político directo de parte del intendente, la institución sigue los pasos del Frente de Todos y la reelección del alcalde más la candidatura de Alberto Fernández.

Almagro: Julián Romeo es el mandamás de la institución de Tres de Febrero que no esconde su estirpe antimacrista. Por caso, denunció penalmente a funcionarios de la provincia de Buenos Aires, como el caso de Juan Manuel Lugones (titular de la Aprevide) y fue uno de los integrantes de los festejos del Frente de Todos en la noche del 11 de agosto junto al candidato a vencer a Diego Valenzuela, Juan Debandi.

Chacarita Juniors: El “Funebrero” es uno de los clubes del Conurbano que lidera el macrismo a través de la presidencia de Horacio Fernández. Vale recordar que el ministro de Producción de la provincia de Buenos Aires, Javier Tizado, es el actual vicepresidente del club.

Villa Dalmine: Diego Lis, presidente de la institución es además concejal de Cambiemos en el distrito desde 2017.

B Metro

Tristán Suárez: Cambian los nombres, pero el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, no pierde el manejo político de la institución. A mediados de julio volvió a la presidencia Oscar Vergara, quien responde directamente al Sheriff.

Los Andes: El Milrayitas le dio la espalda al intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, y quedó bajo la conducción del sindicalista Víctor Grosi (secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción). Incluso, derrotó en las urnas al candidato de MI. A Grosi lo apoya el ex dirigente del Fútbol para Todos, Pablo Paladino, con una extensa rivalidad con el alcalde.

Villa San Carlos: El equipo de Berisso supo estar ligado a la gestión de Enrique Slezack y con el cambio de gobierno se amoldó. La nueva dirigencia deportiva forjó lazos con el intendente radical Jorge Nedela, pero se rompieron por restricciones a la utilización del Estadio de parte de la municipalidad.

Flandria: La institución de Jáuregui (Luján) es una de las tantas que logró sortear una grave crisis y sobrevivir. Con una impronta ajena a la política partidaria, el club se refundó desde los hinchas y con principal hincapié en el factor social. Por caso, la provincia de Buenos Aires le quitó el auspicio tras ser uno de los promotores del “No a la termoelectríca de Luján”. En mismo sentido, la comuna macrista rechazó cualquier trabajo articulado con la institución.

Armenio: Luciano Nakis es el presidente y heredero del poder político y deportivo de su padre, Noray. Dirigentes con estilo de la denominada “vieja escuela”, mantienen buena relación con el intendente peronista Ariel Sujarchuk.

Defensores Unidos: La institución de Zárate lleva varios años bajo la conducción de Alberto Ojeda. Si bien no fue propulsado por el intendente Osvaldo Cáffaro, la relación entre las partes se fortaleció al punto de convertirse en aliados estratégicos.

Almirante Brown: La presidencia de un club que tuvo varios años de complicaciones quedó para Maximiliano Levy. El hombre que formó parte de causas judiciales y llegó a estar detenido poco más de dos meses, cosecha imágenes junto a Alejandro Finocchiaro (PRO), desde sus redes sociales, apuesta por Alberto Fernández. Es el principal club de La Matanza, pero la relación con la comuna no es la mejor.

JJ Urquiza: Uno de los clubes de menor peso en el distrito, vivió un renacer en los últimos años de la mano de la gestión del presidente Adrián Zaffaroni, sobrino del reconocido magistrado. Lanzó duras críticas al intendente Diego Valenzuela previo a su victoria electoral. Al contrario, mantiene buena relación con el peronista Juan Debandi, reconocido hincha de la institución.

Acassuso: La institución de San Isidro está a cargo del ex secretario de Servicios Públicos del intendente Gustavo Posse, Alejandro Trípoli. Antes, estuvo a cargo de Javier Marin, quien hoy es el vicepresidente y apuesta por Alberto Fernández como presidente.

Colegiales: El club de Munro es otra de las instituciones que vive un resurgir gracias a los socios. En ese marco, luego de estar ligada la conducción al ex diputado bonaerense Guido Lorenzino, pero con autonomía política, la actual gestión mantiene la relación institucional con el intendente Jorge Macri, quien giró fondos para ayudar a mejorar la  infraestructura.

San Miguel: El equipo de Los Polvorines, en Malvinas Argentinas, tiene una buena relación con el actual intendente Leonardo Nardini. En parte por el rechazo absoluto a Jesús Cariglino que durante varios años suspendió su estadio y lo obligó a mudar la localía. Incluso, rechazaron públicamente saludos del ex Barón del Conurbano.

Argentino de Quilmes: El equipo se encuentra bajo el control de los socios después de que el presidente, Daniel Zisuela, sea separado de su cargo por administración fraudulenta, esa investigación derivó en una detención por corrupción de menores. El hombre en cuestión era concejal del Frente Renovador de Florencio Varela y aliado político de la diputada Gabriela Camaño. Quien quedó al cargo de la presidencia es César Sosa, bajo la marca firme de la masa societaria.

Talleres de Remedios de Escalada: El equipo tuvo una puja entre el PRO y La Cámpora, el ganador fue el intendente de Lanús, Néstor Grindetti. El actual presidente, Alejandro Freije, está ligado a su conducción.

Primera C

Cañuelas: Tres gestiones consecutivas lleva Daniel Roncoli al frente de la institución. La relación con el intendente Gustavo Arrieta siempre fue más que buena, incluso intercedió en su época de ministro para levantar el embargo que pesaba sobre el club y es un habitual visitante en las instalaciones. Trabajan a la par.

Laferrere: El “Villero” de La Matanza es la institución del distrito con mejor relación con la comuna, incluso con la Universidad emplazada en el partido de la Tercera Sección. El vínculo comenzó con la gestión de Fernando Espinoza como jefe comunal.

Real Pilar: “El club de amigos de Macri y Angelici”, de esa manera es conocido el equipo que tiene un puñado de años y gracias a los contactos políticos fue afiliado directamente a AFA.

Merlo: El presidente Marcelo Breccia es uno de los más firmes defensores de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. En el pago del vicepresidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez, juega abiertamente para el oficialismo nacional.

Leandro N. Alem: Carlos González

San Martín de Burzaco: La institución de Almirante Brown tiene buena relación con la pata peronista local. Incluso, el bloque de Mariano Cascallares en el Concejo Deliberante impulsó el comodato por 20 años de los terrenos cedidos al club. El presidente, Gabriel Ostanelli, es un férreo criticó a Cambiemos y militante del Frente de Todos.

Sportivo Italiano: La institución de Ciudad Evita en La Matanza prioriza la relación política con el consultado de Italia en el país, como continuidad de los valores con los que se forjó el club.

Dock Sud: El equipo de Avellaneda es conducido por Hernán Zvizer, militante peronista de pura cepa. A lo largo de la gestión remarca siempre que “Dock Sud” es peronista, suma fotos con Hugo y Pablo Moyano, con el intendente Jorge Ferraresi, con Daniel Menéndez, con Néstor Kirchner.

Ituzaingó: El club es conducido por Hernando Politano, de excelente relación con el intendente Alberto Descalzo. En la comisión directiva aparece el kirchnerista Diego Brancatelli.

Argentino de Merlo: Desde hace años, Juan Carlos Brieva maneja los hilos de la institución y supo formar una estrecha relación con quien fuera el intendente por varias gestiones, Raúl “el Vasco” Othacehé.

Berazategui: Roberto Mata Rodríguez, titular del Centro de Empleados de Comercio de Quilmes, Varela y Berazategui, fue bendecido por el intendente Patricio Mussi y su padre, Juan José, para lanzarse a la presidencia. Apoya a los Mussi en el distrito y a los candidatos de Todos en Provincia y Nación.

Luján: Mariano Peretto es uno de los pocos radicales al mando de una institución del Conurbano. Su gestión pende de un hilo y en los últimos tiempos amenazó con abandonar el cargo antes.

El Porvenir: Al igual que muchas instituciones, el equipo de Gerli se encuentra en un proceso de resurgimiento tras años de gestiones problemáticas. La nueva conducción tiene escasos meses al mando y no se ha definido políticamente.

Victoriano Arenas: Domingo Sganga es el presidente de la institución de Lanús que tiene una larga vinculación con el peronismo a lo largo de su historia. Sin embargo, los tiempos que corren lo encuentran alineado a la gestión de Néstor Grindetti, quién aporta subsidios a la institución.

Primera D

Liniers: Marcelo Gómez lleva los hilos de la institución de San Justo en La Matanza, militante kirchnerista que trasciende la territorialidad del distrito para trabajar en Quilmes con Mayra Mendoza, y hasta con Gregorio Estanga en Pinamar.

Atlas: El presidente de la institución es el empresario gastronómico y mediático Maximiliano Ambrosio. La impronta gerencial no deja lugar a la política partidista y lleva vínculos con quien sea necesario.

Deportivo Paraguayo: Al igual que otro club de La Matanza, Sportivo Italiano, los lazos político de Deportivo Paraguayo se vinculan con la realidad del país vecino. La dirigencia, a cargo de Salomón Ramírez Santacruz, está ligada a ex militantes revolucionarios que continúan con el compromiso.

Claypole: Después de tres años intervenido, la institución recién transcurre el primer año de mandato de Javier Gómez. Hace poco más de un mes recuperó la personería jurídica y para ello fue clave el intendente Mariano Cascallares. De estirpe peronista.

Puerto Nuevo: El club de menor impacto en Campana (menos de 100 socios), recibe buena ayuda de la municipalidad que maneja el macrista Sebastián Abella para subsitir. No hay diferencias entre el presidente Francisco Carnero y el alcalde.

Juventud Unida: La institución de San Miguel, a cargo de Leonel Sánchez, está alineada al peronismo de Sergio Massa y el Frente de Todos.

Cambaceres: El equipo de Ensenada está directamente relacionado con el intendente ultrakirchnerista Mario Secco. En las elecciones 2017, representantes del club participaron de la lista de Unidad Ciudadana, y en 2018 intercedió para que haya lista de unidad en la institución.

Lugano (La Matanza): Miguel Pascucci, empresario de Cámara de depósitos Fiscales Privados (Cadefip), es el presidente de la institución de La Matanza. De buena relación con el gobierno de Cambiemos, dichos lazos lo ubicaron en la Cadefip.

Muñiz (San Miguel): Uno de los equipos de menores recursos de la categoría más humilde. El presidente Marcelo Markic, sin lazos con la municipalidad de San Miguel, estableció vínculos con Malvinas Argentinas (para entrenar allí) y con Pilar (para jugar de local).

Centro Español (Morón): Otro de los clubes que sufren la crisis y la falta de recursos. Lucha por no desaparecer y busca ayuda política sin importar el color.

Central Ballester (San Martín): La gestión del club de San Martín está a cargo de Daniel Lanzillotta, que cuenta con buena relación con Gabriel Katopodis. Se fortaleció por la defensa del intendente a los clubes de barrios ante los tarifazos de Cambiemos.

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