Los gobernadores y su TEG electoral: entre la tentación de ir por la Rosada y el desafío de asegurar el territorio

Los gobernadores y su TEG electoral: entre la tentación de ir por la Rosada y el desafío de asegurar el territorio

Entre nueve mandatarios que no pueden ser reelectos este año, Larreta y Schiaretti encabezan armados propios y buscan sumar a pares. El factor Kicillof para el FdT a nivel nacional, aunque es uno de los diez caciques que puede ir por un segundo mandato local. Los coqueteos de Uñac y Morales. El pedido de Capitanich por los DNU y el desaire de Suárez al Presidente.

 

Mauricio Caminos

Entre la tentación de la Rosada y el desafío de asegurar el pago chico, el mapa electoral se asemeja cada vez más a un tablero de TEG. Las elecciones de este 2023 no son inocuas para ninguno de los mandatarios que hoy gobiernan las 24 jurisdicciones del país. Si bien cada gobernador tiene realidades distintas en sus territorios, en menor o mayor medida su futuro político estará atado a lo que las urnas diagnostiquen este año. 

El panorama no es uniforme entre los distintos caciques. Salvo los casos del santiagueño Gerardo Zamora y el correntino Gustavo Valdés, cuyos mandatos no vencen en los próximos meses, el resto se enfrentan al menos a dos escenarios diferentes, pero con múltiples conexiones entre sí.

Nueve son los que no pueden ir por la reelección. Allí se destacan el porteño Horacio Rodríguez Larreta, el jujeño Gerardo Morales y el cordobés Juan Schiaretti, protagonistas de armados presidenciales, aunque separados y de diferente tenor. En ese grupo también están Omar Perotti (Santa Fe), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Rodolfo Suárez (Mendoza), Arabela Carreras (Río Negro), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Oscar Herrera Ahuad (Misiones). 

En la vereda de enfrente, diez irían por la reelección, aunque puede haber sorpresas. El bonaerense Axel Kicillof, al frente de la provincia más populosa, encabeza un lote que completan Jorge Capitanich (Chaco), Sergio Ziliotto (La Pampa), Raúl Jalil (Catamarca), Ricardo Quintela (La Rioja), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Sáenz (Salta), Mario Arcioni (Chubut), Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). Un “gris” es el sanjuanino Sergio Uñac, que debe superar escollos legales para asegurarse la provincia por tercera vez.

En vísperas a cumplir su segundo mandato como jefe de gobierno, Larreta se lanzó a una recorrida nacional que en las últimas semanas ganó vidriera en los puntos turísticos de la Costa Atlántica y las sierras de Córdoba. Esta semana tiene en agenda visitar La Matanza –la “quinta provincia”– y viajar a Misiones y Corrientes para mostrarse en la Fiesta Nacional del Chamamé.

“Está participando de los festivales y actividades de verano”, comentaron a elDiarioAR desde su entorno sobre la extravagante campaña que lleva a cabo el alcalde: “La idea es estar cerca de la gente y participar de lo que hacen en el verano. Hasta ahora las recorridas son muy positivas”, aseguraron. 

Entre sapucai y acordeones, el jefe de gobierno podrá sumar una postal con un aliado interno en Juntos por el Cambio: el radical Valdés, cuyo mandato provincial vence en 2025. El desafío sería la lectura que puede hacer Morales, jefe del centenario partido, que acumula acciones para acompañar al porteño en una posible fórmula mixta. 

El caso de Morales es particular. Adelantó las elecciones locales para el 7 de mayo, que tendrán el agregado de elegir a convencionales para reformar parcialmente la Constitución provincial, instancia que la oposición denuncia como una búsqueda para “perpetuarse” en el poder. Formalmente el radical está imposibilitado para ser nuevamente gobernador y el ministro de Gobierno local, Normando Álvarez García, dijo públicamente que “va a ser candidato a presidente”. 

El derrotero de otra provincia gobernada por el radicalismo puede impactar en los planes de Larreta:  el mendocino Suárez deja el cargo –la Constitución local no permite la reelección– y el favorito para sucederlo es su jefe político, el senador y ex mandatario Alfredo Cornejo, que teje su propia sociedad con la macrista Patricia Bullrich. 

Mendoza, además, dejará hoy un dato político de trascendencia: Alberto Fernández llega a la provincia, pero no tendrá encuentro con el gobernador. Hay enojo andino por el laudo presidencial que frenó el megaproyecto hidroeléctrico Portezuelo del Viento. Cerca de Suárez afirmaron a elDiarioAR que no lo invitaron a la gira del jefe de Estado por las localidades de Lavalle y Luján de Cuyo, pero que igualmente el radical llamó a Julio Vitobello, secretario general de la Presidencia, para adelantarle que no iba a participar.

“A Juan ahora lo llaman cada vez más”, aseguran en el círculo íntimo de Schiaretti sobre el efecto que tuvo el lanzamiento de un frente “anti-grieta” junto al ex gobernador salteño Juan Manuel Urtubey. El viernes el cordobés sumó una foto con Rodríguez Saá, que este año tampoco puede competir por un nuevo periodo. “El Alberto no va a ser el último gobernador. Algunos expresaron la voluntad de sumarse, pero necesitan tiempo para cerrar sus entuertos provinciales”, confiaron en el peronismo mediterráneo a elDiarioAr.

Schiaretti busca dirigentes con las credenciales de “sensatez, diálogo y consenso” y tiene lazos directos con Perotti y Bordet. Son dos peronistas aliados en la pujante Región Centro y que no están “casados” con el Frente de Todos: no firmaron el pedido de juicio político a la Corte Suprema, como tampoco lo hizo el gobernador puntano.

Por ahora Schiaretti se moverá con bajo perfil. No prevé recorridas “a lo Larreta” ni intervenciones mediáticas. “Irá sumando voluntades de a poco, a ver si mide para ser candidato”, dijeron en su entorno. Al frente de un peronismo que alambró “alto” la provincia –lleva 24 años en el poder–, el gobernador intentará ampliar su base nacional con otros colores políticos.

Ya tiene preponderancia sobre el Interbloque Federal, la bancada de 8 diputados que además de tres cordobeses tiene entre sus filas a los bonaerenses Alejandro “Topo” Rodríguez –del lavagnismo–, Graciela Camaño y Florencio Randazzo, y a los socialistas santafesinos Mónica Fein y Enrique Estévez. También hay versiones de que podría acordar con el radical Facundo Manes, un átomo suelto en el universo de JxC, que podría darle territorialidad en Buenos Aires. En 2022 el gobernador y el neurólogo tuvieron dos encuentros reservados, el último en noviembre pasado.

Mirando al pago propio, la única ambición de Schiaretti es que el peronismo retenga la provincia. El candidato es el intendente de Córdoba, Martín Llaryora, quien se reunió hacia finales del año pasado con Macri. Las especulaciones de un pacto entre el gobernador y el PRO están a la orden del día: en una eventual candidatura nacional, los votos del cordobés en su provincia serían muy valiosos para JxC en una instancia de ballotage contra el FdT.

En un oficialismo donde el Presidente no es una ficha puesta para las elecciones, varios gobernadores podrían meterse sorpresivamente en la interna. El factor más importante es el de Kicillof, que legalmente puede ir por la reelección en Buenos Aires, pero a quienel renunciamiento de Cristina Fernández de Kirchner lo reconfiguró como el “guardián” de los votos kirchneristas en el territorio que es la madre de todas las batallas. ¿Será un “tapado” para el FdT a nivel nacional? La postal de ayer con Wado de Pedro, que tiene el traje puesto para cualquier candidatura, le suma expectativa al armado.

Quien estaba al borde de lanzarse –y luego retrocedió– fue Capitanich, que también tiene la posibilidad de buscar un nuevo mandato en Chaco. Por las dudas desdobló los comicios para cargos provinciales –serán el 17 de septiembre– y no se priva de inmiscuirse en los debates nacionales. El “Coqui” es uno de los armadores del bloque de gobernadores del Norte Grande, fue uno de los que encabezó la ofensiva contra la Corte y en las últimas horas incluso “recomendó” a Fernández gestionar su último año por decreto: “Si no hay nivel de consenso hay que ir y trabajar en materia de implementación por DNU”, dijo ayer.

Otro que amaga es Uñac, aunque mostró más que señales para ir por la re-re en San Juan: lo confirmó públicamente, eliminó las PASO locales e instauró un sistema de lemas. La ley lo avalaría, pero tiene el escollo de que aliados y opositores locales le computan el periodo en que fue vicegobernador de José Luis Gioja entre 2011-2015 –como publicó elDiarioAR el lunes–. Además, su antecesor está en plena recorrida para disputarle el cargo. En todo caso, el mandatario no firmó el juicio político al máximo tribunal, no sea cosa que su destino provincial se defina en un expediente judicial en la Corte.

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