Aparato, fiscales y remises: los intendentes juegan a fondo en la elección y se tensa la pelea para movilizar indecisos

Aparato, fiscales y remises: los intendentes juegan a fondo en la elección y se tensa la pelea para movilizar indecisos

Los jefes municipales del PJ, LLA, Somos y Hechos le pusieron el cuerpo a una campaña atípica en Buenos Aires; les preocupa el nivel de apatía que notan en el territorio

 

Matías Moreno

En un clima de incertidumbre y crispación, La Libertad Avanza (LLA) y el peronismo protagonizarán pasado mañana una batalla inédita en los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires. La elección, el primer test nacional para Javier Milei, será una prueba crucial para determinar las chances del kirchnerismo de resurgir y la fortaleza del proyecto libertario en el distrito más poblado del país.

La incógnita en torno al nivel de participación del domingo derrumba cualquier certeza y abre todas las posibilidades. Pero, en un ambiente hiperpolarizado, Fuerza Patria y LLA llegan a las urnas como los grandes favoritos. De hecho, la mayoría de los sondeos auguran una puja reñida, con una muy leve ventaja en favor del peronismo.

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La clave local tendrá mucho. Por eso, los intendentes asumieron un papel determinante: le pusieron el cuerpo a la campaña y en la recta final activaron gestiones para movilizar a sus feligreses durante la jornada electoral. Apelan a todas las herramientas y recursos - desde sus vínculos con organizaciones sociales o instituciones y empresarios hasta la contratación de remises- y, sobre todo, usan el dispositivo municipal. Son los que arriesgan mucho en sus territorios: se juegan su poder y sus proyectos políticos de cara a 2027, porque requieren preservar el control de sus concejos deliberantes.

Kicillof, junto a Magario y EspinozaNicolas Aboaf

La apatía se convirtió en la amenaza más temida para la política. “No sabemos qué puede pasar, estamos a ciegas”, admite uno de los aspirantes de LLA.

Con el objetivo de blindarse y ratificar su liderazgo territorial, hay jefes municipales que se colocaron al frente de las boletas en las categorías más visibles, como candidato a diputado o senador provincial. De esa manera procuran potenciar la oferta de sus frentes y fomentar el efecto arrastre. Varios de ellos admitieron que sus postulaciones son testimoniales.

Es el caso de Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Andrés Watson (Florencio Varela) o Juan José Mussi (Berazategui) y Julio Zamora (Tigre), entre otros. En el interior de la provincia, asoman los ejemplos de Guillermo Montenegro (General Pueyrredón), Pablo Petrecca (Junín) o los hermanos Passaglia, referentes de San Nicolás e ideólogos del espacio Hechos.

El candidato a diputado Manuel Passaglia (Hechos) está convencido de que la caída de la participación será abrupta -el promedio de las últimas elecciones de medio término fue del 76% en la provincia-, un fenómeno que atribuye a las decepciones con las gestiones del peronismo o los últimos tropezones de LLA. No obstante, confía en que su espacio logrará romper la polarización en la segunda sección, que se ubica en el norte provincial y cuenta con 649.242 votantes, y reflejará un escenario de tercios. “Las encuestas no están reflejando el peso de los gobiernos locales”, dijo en diálogo con LA NACION.

Javier Milei, en Moreno, durante el cierre de campaña de LLAHernan Zenteno - La Nacion

El domingo se pondrán en juego 46 bancas de diputados y 23 de senadores en las ocho secciones electorales en las que se divide la provincia. Además, se elegirán concejales y consejeros escolares. El epicentro de la disputa entre Fuerza Patria y LLA estará el conurbano bonaerense, que abarca la primera y la tercera sección, donde votan más de diez millones de bonaerenses. Esas parcelas concentran más del 70% del padrón provincial. Y es la zona de mayor influencia del peronismo.

La apatía, el rival de todos

Dado el descontento social y la apatía electoral que perciben en sus distritos, la mayoría de los intendentes hicieron una campaña teledirigida para movilizar a su tropa. Olfatean que mucha gente está fatigada de la política o no se siente interesada por una disputa en la que no se eligen cargos nacionales, sino locales y legislativos. “Esto se parece más a una interna que a una elección general. Fue una campaña muy fría y hay que motivar a la gente”, repiten en La Matanza, terruño de Fernando Espinoza y Verónica Magario, aliados de Axel Kicillof. En el emblemático bastión de Cristina Kirchner votan más de un millón de bonaerenses, lo que representa el 23% del padrón de la tercera.

En las zonas más postergadas del conurbano, inciden el aparato y las redes clientelares, sobre todo, a la hora de mover a los votantes. El domingo se empleará la boleta sábana de papel, por lo que también pesará el poder de fiscalización y la capacidad de las fuerzas de distribuir las boletas de dos cuerpos.

Mariano Cascallares, Mayra Mendoza y Mario Ishii: intendentes y candidatos

En el comando electoral del PJ cuentan que apostaron por la fórmula del “puerta a puerta” en los municipios para convocar a los vecinos más afines a su cosmovisión. “Hay que convencerlos y llevarlos”, sintetizan en el campamento peronista. Tienen en cuenta el antecedente de los comicios de mayo en la Capital, donde la mayor baja de participación se dio en las comunas de la zona sur. Allí habitan clases media y baja.

Para incentivar la concurrencia, el gobernador Kicillof dispuso la gratuidad del servicio público de transporte “automotor y fluvial de pasajeros” para el domingo. La medida, según la resolución oficial, incluye a los servicios regulares urbanos, interurbanos de media y larga distancia.

En LLA se quejan de que se les dificulta contratar remises en bastiones de caudillos del PJ, pero igualmente activaron gestiones para movilizar a sus militantes a través de las redes sociales o punteros locales. También armaron un operativo con autos particulares para garantizar que los fiscales puedan llegar a tiempo a la apertura de la votación. Los vehículos, dicen, estarán disponibles desde las 8 hasta las 16.

Una pintada que alude a la frustrada candidatura de Cristina Kirchner, en San Francisco SolanoAníbal Greco

En los distritos más poblados de la primera, como Merlo, San Martín, Pilar o Morón, los peronistas confían en hacer valer su poder de fuego en una elección que se vislumbra reñida. “El aparato municipal es como el DRS [Drag Reduction System, la apertura del alerón trasero para aumentar la velocidad] de la Fórmula 1. Si estás cabeza a cabeza, te puede dar dos puntos de ventaja”, reconoce uno de los barones del conurbano.

El peso territorial

Fuerza Patria está al frente de la mayoría de las intendencias de la provincia. Gobierna 83 de los 135 municipios bonaerenses, que reúnen el 74% del padrón. Los peronismos se entusiasman con doblegar a Milei porque contarán con el aporte de Espinoza (La Matanza), Julián Álvarez (Lanús); Mayra Mendoza (Quilmes), quien se anotó como candidata a diputada, y Federico Otermín (Lomas de Zamora), Watson (Florencio Varela) o Julio Alak (La Plata), bastiones del PJ en la tercera y la octava sección. En las últimas horas, Mendoza se mostró hiperactiva: recorrió la peatonal Rivadavia y puso en marcha la maquinaria peronista para convocar a los votantes. Lo propio hizo Cascallares en Almirante Brown, quien se dedicó a cortar cintas para inaugurar obras durante las últimas semanas.

“Ellos se mueven porque están preocupados por la participación. Y nosotros no tenemos fierros en el territorio y una gran desorganización. Nuestra campaña fue solo redes o medios nacionales”, se lamenta uno de los alfiles de Pro que se sumó a la lista de LLA. Una de las grandes incógnitas es cómo jugarán los “heridos” que dejó el cierre de listas del peronismo -Malvinas Argentinas o Esteban Echeverría- y del frente que armaron Milei y el macrismo.

Mil autos

En Merlo, otra fortaleza emblemática del justicialismo, el intendente Gustavo Menéndez hizo llegar a oídos de sus adversarios la advertencia de que ya cuenta con mil autos para trasladar a sus militantes a los centros de votación. En Somos Buenos Aires, el espacio donde Zamora intentará apuntalar el sello y superar la barrera de los ocho puntos en la primera sección, relativizan la amenaza. “Nos quieren asustar. ¿Cuánta gente representa mil autos? Requiere una logística fenomenal”, analizan cerca de Zamora. Valenzuela también percibe que el aparato peronista tendrá una incidencia mucho menor que en elecciones anteriores.

Milei junto a Ramón "Nene" Vera y su hija Andrea, durante una recorrida por Moreno en noviembre de 2022

En Moreno, uno de los municipios clave del conurbano que gestiona el peronismo -Mariel Fernández, aliada de Juan Grabois, quiere hacer valer su territorialidad-, los libertarios delegaron el armado en Ramón “Nene” Vera, excandidato del Frente de Todos. Vera, que ofició de anfitrión en el acto que encabezó Milei para cerrar la campaña, en ya tiene listo un ejército de 1500 fiscales para la disputa del domingo.

La regla de los 10 votos

Los reclutados por Vera recibieron la orden de ingresar al cuarto oscuro después de que pasen al menos diez votantes. Asumen que el arranque y el cierre de la votación son los momentos más críticos. Por eso, el esfuerzo de la lógica se centra en cubrir la totalidad de las mesas habilitadas. “El fraude se rompe con organización. Hay que poner un fiscal por mesa y entrar cada diez votos”, remarcan cerca de Sebastián Pareja.

En el comando de Milei se jactan de haber logrado reunir a unos 48.000 fiscales para el operativo electoral. Deben cubrir 38.488 mesas en las 6454 escuelas habilitadas para la votación. A su vez, tienen que atender las 2401 mesas donde sufragan el millón de extranjeros que residen en la provincia y representan el 7,06%. Contará con refuerzos de dirigentes y militantes de otras jurisdicciones. La organización está a cargo de Luis Palomino, exfuncionario de Capital Humano y lugarteniente de Karina Milei en Vicente López.

En la tercera sección, la fortaleza del PJ, moverán unos 14.000 fiscales. Para La Matanza destinarán unos 4000.

El reclamo de “pancheras”

En varios municipios donde los libertarios y macristas son oposición, como Quilmes, Florencio Varela o Berazategui, los dirigentes territoriales de LLA se quejan de la falta de recursos para poner “pancheras” -las mesas donde se reparten boletas en las esquinas- o reservar remises.

“No sabemos cuánto va a permear el pedido de Milei a la gente para que vaya a votar. No hay clima”, se resigna uno de los macristas que figura en la boleta de LLA. En Somos Buenos Aires circulan sondeos con números alarmantes sobre la eventual abstención: un 30% de los electores no tiene interés en concurrir a votar, según esos estudios.

Un informe de Casa Tres, que dirige Mora Jozami, detectó que uno de cada tres bonaerenses considera que “la política” es el principal problema del país. En ese grupo, la mitad culpa a Milei y la otra, a Kicillof o Kirchner. La situación de la economía, la corrupción, los bajos salarios y la corrupción aparecen al tope de las inquietudes de la ciudadanía en Buenos Aires.

El desinterés de los jóvenes

En el comando de LLA confían en que sus seguidores más enérgicos terminarán asistiendo a las urnas, pese al desinterés que detectaron en los jóvenes -sobre todo la franja de 16 a 18 años- por la disputa de cargos locales. Por eso, le ordenaron a los militantes que busquen a indecisos.

“Va haber 135 elecciones distintas, porque cada distrito tiene una situación particular”, aventuran en el búnker de Fuerza Patria. Entre los aliados de Kicillof estiman que el alto ausentismo perjudicará por igual al PJ y a LLA. “Vamos a ganar porque se derrumbaron las expectativas económicas. La imagen de Milei está mal en la provincia”, señalan en el sector de Sergio Massa.

Entre los intendentes kirchneristas de Fuerza Patria son más cautos. Descuentan que LLA sentirá el golpe por el caso de los audios y la investigación por supuesta corrupción en Discapacidad. En las recorridas de la primera y la tercera, detectan un votante de sectores medios y altos que está “decepcionado” con el Presidente y se inclina por no ir a votar. Pero no se fían. Asumen que el apoyo a Milei existe y es fuerte. Y sospechan que muchos ciudadanos evitan confesar su respaldo al proyecto libertario.

El desafío de Milei

Con el objetivo de conquistar Buenos Aires, Milei intentó nacionalizar el debate (se limitó al eslogan “kirchnerismo nunca más” y amplió su red territorial al pactar con Pro). Nueve de los treces intendentes del macrismo -desde Montenegro (General Pueyrredón) y Ramón Lanús (San Isidro) hasta Soledad Martínez (Vicente López) y Marcelo Matzkin (Zárate)- irán a la competencia con los colores de la escudería de LLA.

Cierre de campaña encabezado por el presidente Javier MileiHernan Zenteno - La Nacion

En la cúpula de LLA admiten que la campaña fue atípica e incómoda -tuvo corta duración y estuvo frenada por el escándalo del caso Spagnuolo- y remarcan que la apatía y el enojo con la dirigente política también podrían afectar la performance de la escudería de Milei. “Nos dimos muchos tiros en los pies”, se lamenta uno de los colaboradores de Pareja. A su vez, los alfiles de Pro que prestaron sus servicios a Milei para la contienda bonaerense están alarmados no solo por el desinterés que percibieron en la recta final entre los electores, sino también por el alto nivel de desconocimiento sobre los candidatos de LLA. Por caso, libertarios y macristas creen que Maximiliano Bondarenko, cabeza de lista en la tercera sección, no logró penetrar en la zona donde el PJ es imbatible.

Montenegro jugará un duelo aparte con Fernanda Ravera, extitular de la Anses y referente de La Cámpora. “Este domingo vamos a fiscalizar a cara de perro”, advierten en el entorno del intendente de General Pueyrredón. Se alistan para una jornada tensa.

Los libertarios, que ya habían sumado a Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Fernanda Astorino (Capitán Sarmiento) antes de que se sellara la alianza con Pro, podrían pagar un costo alto por la ruptura con macristas en la cuarta, la segunda o la sexta sección. Somos Buenos Aires acogió a Petrecca, de Junín, el distrito con mayor peso en la cuarta sección, y a María José Gentile (9 de julio), quienes quedaron afuera de las listas de LLA. Por su parte, Potencia, de María Eugenia Talerico, se convirtió en la ambulancia de macristas que rechazaron el pacto con Milei, como Diego Reyes (Puan). En tanto, Hechos, de los Passaglia, incorporó a Javier Martínez (Pergamino), cercano a Jorge Macri y a Daniel “El tano” Angelici.

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