Javier Milei y dos jugadas en un movimiento: equilibrio en la interna Karina - Caputo y pedido a gobernadores

Javier Milei y dos jugadas en un movimiento: equilibrio en la interna Karina - Caputo y pedido a gobernadores

Sumó al gabinete y al asesor a la cumbre con 20 provincias. Pulseada en el triángulo de hierro por quién es el intermediario. Presupuesto y reformas, en agenda.

 

Por Pablo Lapuente

 

Para coronar el batacazo electoral del domingo, sin que sufra las esquirlas de la interna libertaria, Javier Milei encabezó este jueves en Casa Rosada una cumbre con 17 gobernadores y tres vicegobernadoras, pero se preocupó de equilibrar la balanza del triángulo de hierro. El Presidente amplió la mesa para sumar a todo su gabinete, que vive de rumores de un inminente recambio, y darle una silla el asesor Santiago Caputo, que desea ser el nexo formal entre la Casa Rosada y las provincias.

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En la agenda está anotado el respaldo de los mandatarios que Milei desea para el Presupuesto 2026. y las reformas (laboral, previsional y tributaria).

El equilibrio de Javier Milei

El encuentro, que se llevó adelante desde las 17 hasta casi las 20 en el Salón Eva Perón del primer piso de Balcarce 50, fue la primera señal de apertura política y diálogo que brinda el jefe de Estado tras el contundente triunfo en las urnas del último domingo, donde La Libertad Avanza superó el 40% de los votos ante el peronismo y otras expresiones provinciales.

De hecho, el mandatario se mostró de muy buen humor durante toda la jornada, y hasta fue quien tomó la iniciativa de sumar a todos sus ministros y algunos de sus principales asesores al encuentro. La decisión se inscribe en su objetivo de pausar la extensa interna que padece su administración. No por nada, sentó a su lado a la secretaria general Karina Milei y al presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem, e incluyó también a Caputo, el principal estratega de la cúpula libertaria que suele rehuir de estas actividades institucionales.

La postal que se dio puertas adentro de la Casa Rosada agrandaron aún más las versiones que hablan de inminentes cambios en la conformación del Gobierno, con un puesto clave para Caputo. De suceder, se entusiasman en el ecosistema libertario, se podrían resolver parte de los enfrentamientos a cielo abierto que se dieron en los últimos meses.

El asesor, a quien Guillermo Francos le enrostró semanas atrás que no tiene firma (ni responsabilidades de gestión), pretende ser entronizado por Milei como el nexo de la Casa Rosada con las provincias. Hoy los mandatarios se quejan de que hay un doble y hasta triple comando en la relación. No sólo golpean el despacho del Jefe de Gabinete, también el del ministro de Interior, Lisandro Catalán, y el subsecretario Lule Menem, mano derecha de Karina.

Nuevas promesas a los gobernadores

Al terminar la cumbre, el vocero presidencial Manuel Adorni (que suena para ser Jefe de Gabinete) brindó un anuncio de prensa para dar algunos detalles de los acuerdos de esta jornada y ratificó, también, la voluntad del oficialismo de "trabajar con todos" los gobernadores. Sin embargo, pese a la amplia convocatoria, que fue aún mayor que la del Pacto de Mayo del año pasado, no hubo invitaciones para Axel Kicillof (Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).

“Javier Milei agradece a cada uno de los gobernadores y a cada uno de los que van a hacer a partir de ahora una Argentina mejor”, dijo el encargado de la comunicación oficial. Según pudo saber Letra P, los mandatarios también se llevaron una buena impresión del encuentro, en el que adelantaron sus respaldos para el paquete de reformas, el nuevo Código Penal y la denominada ley de leyes. Algunos de ellos, incluso, abandonaron la Casa Rosada con una serie de promesas, como una posible baja a las retenciones de hidrocarburos para provincias patagónicas.

Entre los presentes estuvieron Raúl Jalil (Catamarca), Ignacio Torres (Chubut), Jorge Macri (Ciudad de Buenos Aires), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Valdés (Corrientes), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Carlos Sadir (Jujuy), Sergio Ziliotto (La Pampa), Hugo Passalacqua (Misiones), Alberto Weretilneck (Río Negro), Gustavo Sáenz (Salta), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis), Claudio Vidal (Santa Cruz), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Osvaldo Jaldo (Tucumán).

La mesa se completó con las vicegobernadoras Silvana Schneider (Chaco), Hebe Casado (Mendoza), que estuvo en reemplazo de Alfredo Cornejo, que se encuentra de viaje en Francia, y Zulma Reina (Neuquén), que también asistió porque Rolando Figueroa está en Brasil.

Los gestos previos de distensión previos

A los esfuerzos del Presidente por tamizar las diferencias dentro del ecosistema libertario - que se observan, incluso, en las segundas líneas representadas por Sebastián Pareja y Gordo Dan - se sumaron también gestos de distensión entre los dos principales sectores de la Casa Rosada.

Uno de ellos fue el abrazo entre Lule Menem y Santiago Caputo el martes pasado, en la previa de la jura de Pablo Quirno como nuevo canciller. En rigor, quien tomó la iniciativa fue el funcionario karinista, que se acercó con paso firme y sonriente por el Salón Blanco a palmear al asesor, que lo recibió recostado sobre un mueble con una incómoda mueca en su rostro.

El otro gesto de armonía se dio en un ámbito mucho más privado. Fue este lunes, cuando se reunió por última vez la mesa de campaña de La Libertad Avanza, en el Salón de los Científicos. En este lugar, con mates y chipas de por medio, Karina Milei y Caputo celebraron el batacazo electoral que ambos diseñaron luego de la derrota en las urnas el 7 de septiembre y sentaron a su alrededor a sus equipos. Estuvieron presentes desde la legisladora Pilar Ramírez, por el karinismo, y la estratega Macarena Alifraco, por el caputismo.

Antes de esta pausa en los enfrentamientos, quien más promovió resolver las internas fue Patricia Bullrich. De hecho, la ministra de Seguridad se lo hizo saber hace unas tres semanas al Presidente. Testigos de aquella reunión aseguraron que la funcionaria planteó delante de toda la mesa los problemas que conllevaba que ministros y gobernadores tengan que pasearte por dos, y hasta tres, despachos para resolver sus agendas.

Quienes escucharon la exposición de Bullrich aseguran que el jefe de Estado escuchó, en todo momento, en silencio y, luego, asintió en varias oportunidades con la cabeza. La anécdota refuerza la versión que indica que Milei tomó nota en aquella jornada y se puso a diseñar, junto a Karina y Caputo, su nuevo esquema de gobierno. Se menciona que, bajo esta idea, su asesor estrella pasará a ocupar un nuevo ministerio, con varias competencias políticas en su área.

Malestar en el doble comando y cambios inminentes

Distintas figuras del oficialismo consultadas por Letra P coincidieron con la postura de Bullrich, aunque todos ellos admitieron que nunca se lo expusieron de frente al jefe de Estado. Es que, pese al contundente triunfo del proyecto Milei en las urnas, la mayor parte de su administración están deseosa que se ordene la política detrás de una sola persona.

Hasta ahora, el Gobierno está loteado en tres: los Menem, con el aval explícito de Karina, controlan la territorialidad, los locales partidarios, las sedes de PAMI y ANSES y, por supuesto, la Cámara de Diputados con Martín Menem. También, escribieron con mano de hierro la enorme mayoría de las listas. En tanto, Caputo, que se mueve como una suerte de jefe de Gabinete blue, maneja áreas sensibles como Salud, Justicia, la SIDE y ARCA.

Con ambos pesos pesados del mundo libertario, Francos siempre quedó en el medio, en una suerte de lugar puramente institucional, en el que siempre se mostró cómodo. El sistema político siempre lo vio así, no por nada, hasta Bullrich pasó este miércoles por el Salón Martín Fierro, donde Caputo tiene su base de operaciones, para confirmar a Alejandra Monteoliva como su sucesora. También lo hizo Luis Petri, quien también busca poner al próximo ministro de Defensa y, hasta Barry Bennet, el lobista de la administración de Donald Trump. Ni los dos ministros, ni el republicano pasaron por el despacho del jefe de gabinete.

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