Biografía:
Nací el 8 de junio del año 1974 y estoy casado con Pilar, con quién hemos formado una familia. Al emprender mis primeros trabajos junto a mi padre, supe que debía acudir a la universidad para encontrar la preparación que requería la vida profesional. En aquel momento, elegí estudiar administración. Luego, hice una especialización en análisis financiero y una maestría en gestión de la comunicación en las organizaciones. Considero fundamental la educación en todos sus niveles y especialmente la universitaria ya que permite alcanzar una perspectiva global de la realidad, tanto de la comprensión de sus problemas como de sus soluciones.
Mis siguientes experiencias de trabajo en el sector público me llevaron a confirmar este pensamiento. Primero, desde el BICE (Banco de Inversión y Comercio Exterior), ideando planes de financiación para municipios y grupos de municipios en formatos regionales. Después, cuando el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires nos permitió a mí y a mí equipo, cambiar la filosofía y el diseño de la Secretaría de Política Ambiental por la concepción del actual Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS). Esta experiencia me enseñó que es necesario pero también posible generar políticas públicas sustentables que coordinen a la comunidad con sus proyectos productivos y con su medioambiente, y así conservar los beneficios sociales, ambientales, sanitarios, técnicos y económicos actuales sin despilfarrar los que deberán obtener las próximas generaciones. Un ejemplo de esta experiencia es la capacitación que brindamos a 50.000 docentes de la provincia para ayudarlos a que formen e instruyan a sus alumnos en las nuevas cuestiones y asuntos ambientales, confirmando así que la educación es el camino más efectivo para generar un verdadero cambio cultural, coherente con el desarrollo sostenible.
En la actualidad me desempeño como Vicepresidente Ejecutivo del Grupo Banco Provincia. Mi trabajo está orientado a conocer mejor las necesidades de los diferentes sectores productivos, sus diferentes puntos de vista, sus proyecciones, pero específicamente, sus necesidades de financiación para saber cuáles son las soluciones que el Grupo puede brindarles desde las diferentes empresas que lo componen. Este trabajo me ha demostrado la manera en que diferentes proyectos productivos logran un acceso más eficaz a las herramientas financieras diseñadas por el Grupo Banco Provincia. Parte del trabajo es dar vida a una nueva “cultura económica” que permita a los emprendedores, a los empresarios, a los funcionarios, a los consumidores y a los ciudadanos, hacer un uso más eficaz de esas posibilidades de financiación. Una “cultura económica” es el resultado de una educación orientada a formar expectativas y creencias en los agentes económicos, de una información financiera más accesible para todos los “no expertos” y de una comunicación más estratégica que permita una mayor institucionalización de las reglas que generen confianza para invertir, para trabajar y para producir. Creo que es posible consolidar en el tiempo un modelo de inversión y de financiación que tenga como principal meta estratégica colaborar con las diferentes áreas productivas de la provincia y brindar así oportunidades para todos, principalmente para aquellos que desean cumplir su sueño de tener su propio emprendimiento y hoy encuentran dificultades para hacerlo.
Estoy involucrado en esta tarea porque creo en la necesidad de desarrollar modelos de gestión y de implantación con una modalidad sostenible en el tiempo. Por lo tanto, he empezado a trabajar personalmente en la formación de un equipo que pueda desarrollar lo que llamo Proyecto EdeS (Estrategia de Sostenibilidad). Este Proyecto pretende reunir la información dispersa sobre gestión social, económica, tecnológica y medioambiental para dar forma a una concepción de management diferente a la que habitualmente se encuentra en nuestras organizaciones. Los que realmente saben de “nueva gestión” (new management) consideran que ya no hay tiempo para proyectos que midan sus metas sólo a corto plazo sin levantar la vista para mirar el horizonte. Necesitamos proyectos integrados, sistémicos, sostenibles en el tiempo, pero que además tengan capacidad de lidiar con la complejidad del mundo actual.