Sin Patricia Bullrich ni Elisa Carrió, ¿cómo sigue la novela por las candidaturas en el peronismo y la oposición?

Sin Patricia Bullrich ni Elisa Carrió, ¿cómo sigue la novela por las candidaturas en el peronismo y la oposición?

Antes de irse a España, Mauricio Macri le dio a Patricia Bullrich un mensaje que fue clave en la decisión. Cristina volvió a escena con una señal a los suyos.

Sábado de superacción. Patricia Bullrich se renunció de la candidatura de diputada por la Ciudad. Elisa Carrió se bajó de Provincia. Facundo Manes, al final, se anotó. Así, Juntos por el Cambio resuelve su interna en la Ciudad de Buenos Aires y deja la expectativa final para la Provincia, donde todavía tiene varias incógnitas.

¿Por qué se bajó Patricia Bullrich, más allá de la explicación formal? Tuvieron mucho que ver sus conversaciones con Mauricio Macri. El expresidente viene hablando con los precandidatos a presidente de Juntos por el Cambio y a todos les repetía como mantra: “Nadie aguanta en la pole position 2 años antes de la elección”.

Ganar hoy, según la visión de Macri, puede ser un mal negocio pensando en 2023. Ejemplos sobran: Francisco De Narváez, 2009; Sergio Massa, en 2013 y la buena elección de Cambiemos, en 2017, no les sirvieron para llegar al poder en la siguiente presidencial. La prioridad, dice, tiene que ser esta elección.

Oficialismo y oposición entran en tiempo de descuento. Faltan 20 días para el cierre de listas. El territorio más complicado, como siempre, es la provincia de Buenos Aires para los dos sectores principales de la política.

Por eso, en las últimas horas Juntos por el Cambio destrabó la pelea por la ciudad de Buenos Aires. Tema menor que no puede desgastar el tema mayor, que es la Provincia. Ahí se gana y se pierde la elección. Así quedó la historia:

María Eugenia Vidal va a ser candidata en Ciudad en una lista de unidad. Igual, no lo va a confirmar hasta el final.

Patricia Bullrich deja de lado su candidatura, pero se garantiza puestos en las listas y la lapicera del PRO nacional para coordinar candidaturas en todo el país. Hace campaña y se instala en todo el país.

Horacio Rodríguez Larreta se consolida como líder en su territorio, sin que nadie le haga sombra.

Quedan 20 días más para negociar Provincia.

Negociación exitosa en la que todos quedan contentos y no hay perdedores.

Facundo Manes ya confirmó que es candidato. Carrió, sin unidad posible, se bajó con críticas a Manes. Esperaba poder consensuar una lista. En Provincia, todo se encamina a una PASO. Por ahora, con tres anotados principales:

Diego Santilli, con el empujón de Larreta, Vidal y los intendentes del PRO del conurbano. Seguramente Carrió lo apoye.

Facundo Manes, con los radicales entusiasmados.

Jorge Macri, presidente del PRO bonaerense, de buenos números en las encuestas, pero con bajo volumen de adhesiones políticas (¿por el apellido?). Dice que no se baja.

Actores secundarios también anotados:

Gustavo Posse, intendente de San Isidro, de baja intención de voto.

Miguel Ángel Pichetto, del Peronismo Republicano.

Emilio Monzó, expresidente de la Cámara de Diputados que se quedó en la rosca.

Se suman a esto los potenciales aliados, como José Luis Espert y Margarita Stolbizer.

¿Cómo sigue la historia?

"Es una excelente noticia para JxC, confirmando su responsabilidad y liderazgo como dirigente política a nivel nacional", dijeron en el campamento de Horacio.

Cuando se supo la noticia de la renuncia de Patricia Bullrich, los intendentes del PRO salieron rápido a felicitarla. Quieren que Jorge Macri haga lo mismo. "Va a ordenar lo que pase en el PRO en la Provincia y es reconocer el liderazgo de Horacio en la etapa. Como partido necesitamos reafirmar la unidad para competirle al radicalismo", explican cerca de uno. Discurso unificado. No quieren que Jorge Macri les haga una interna.

Pero Jorge Macri resiste. Cree que después del gesto de Patricia ahora debería bajarse Santilli e ir todos a una lista de unidad. "Hay que reordenar la Provincia", dicen. Solamente bajaría su candidatura si se va a una lista de unidad atrás de Manes.

Hasta acá, la oposición. Mientras tanto, el oficialismo…

El peronismo cree que tiene la vaca atada porque unido nunca perdió. Aunque hay cierta preocupación.

¿Qué pasa si cuando se termine la vacunación (¿y la pandemia?) queda todo el conurbano como tierra arrasada?

¿Qué pasa si la variante Delta esquiva las vacunas y la pandemia se estira?

¿Puede la candidatura de Florencio Randazzo sacarles los votos que les permiten ganar con comodidad?

Los intendentes del conurbano se reagrupan. Entre ellos hay una definición que ya está tomada: “Vamos a jugar con Máximo”. Lo dice uno de los que siempre van por el camino del medio.

El análisis es que el kirchnerismo tiene atada la tercera sección electoral (conurbano sur) y que pierde el interior de la provincia. La clave entonces es ganar la primera sección electoral (conurbano norte y oeste).

Ahí hay territorios muy hostiles al oficialismo (Vicente López, San Isidro) y algunos que el peronismo maneja caminando (José C. Paz, Moreno, Merlo). Y otros que depende del día (3 de febrero, Tigre, Morón…).

En 2015, la mejor elección de Cambiemos, el peronismo se relajó. “Esta vez, el peronismo no va a permitir que un Cristiano Rattazzi fiscalice La Matanza. La chica de la Recoleta no va a fiscalizar José C Paz. El camporismo va a ir a fondo”, dice un viejo operador judicial del PJ que mira con desconfianza al nuevo juez electoral de la Provincia.

Otra diferencia. El peronismo esta vez no va a ir dividido: Massa está adentro y no hay quórum para la aventura de Randazzo. “Fue responsable de que se perdiera en 2015 y 2017”, reprochan cerca de un intendente. En 2015, fue cuando le dijo que no a Cristina para ir como candidato a gobernador; en 2017 le dijo que no a la idea de ir a una PASO. En los dos casos permitió el triunfo de Macri.

La vuelta de Cristina

Avanza con su estrategia. El jueves, Cristina fue a Lomas de Zamora, territorio de Martín Insaurralde. Se mostró con Axel Kicillof, Verónica Magario y 10 intendentes del conurbano. Fue para entregar notebooks en escuelas e hicieron videoconferencias simultáneas como cuando era presidenta.

El acto tuvo al menos tres particularidades para Cristina:

Fue el primero en un lugar cerrado y con público que hace desde que empezó la pandemia.

Le puso el cuerpo al tema educativo que hoy se muestra como el principal tema de campaña para Rodríguez Larreta.

Y apareció por primera vez con un intendente al lado: con Martín Insaurralde, amigo de Máximo y con chances de entrar en la lista de candidatos a diputados, para ir por la gobernación en 2023.

El peronismo busca candidato

Insaurralde tiene un perfil interesante para el kirchnerismo. Intendente no muy grande, sin el perfil de los viejos barones, mediático, de buenas migas con Máximo y La Cámpora, y de oscilante relación con el peronismo local. Puede pendular, a diferencia de otros como Fernando Espinoza, de La Matanza, que tiene cercado su territorio para que no le entre La Cámpora.

Insaurralde tiene un problema para encabezar la lista de diputados nacionales: no es mujer. Alberto la quiere a Victoria Tolosa Paz, una dirigente platense que no es resistida por Cristina. Todos en el peronismo hablan de ella. Cristina por ahora calla.

En la otra punta (política) del conurbano, la semana pasada se dio otra muestra de unidad. Fue en La Matanza. Una foto no habitual entre Kicillof, Berni, Massa y Espinoza (que no estuvo en el acto con Insaurralde). Varios de ellos no se pueden ni ver. Difícilmente haya otra imagen igual. Pero fue un mensaje de unidad para todo el peronismo.

Berni también está anotado para ser candidato. El 1 de Julio –día de la muerte de Perón- escribió y habló sobre la vocación del peronismo y su doctrina. Una manera de mostrarse como el verdadero peronismo. Quiere ser candidato. Tiene el veto de Alberto. ¿Servirá?

Los periplos de Macri

En medio de toda esta rosca, Mauricio Macri se fue a Europa. Primero a Madrid. Va a participar del cierre del Congreso del Partido Popular y de un foro con presidentes donde van a estar, entre otros, el uruguayo Luis Lacalle Pou, el ecuatoriano Guillermo Lasso e Iván Duque, de Colombia.

Tiene agendado presentar su libro en Madrid y después se va a ir a Zurich una semana. Vuelve unos días antes del cierre de listas. En su entorno dicen que la fecha del viaje fue elegida a propósito. No quería estar en el país en estos días difíciles. “Soy una persona de consulta desde mi experiencia, pero no peleo lugares ni me meto en discusiones internas”, escribió antes de irse en su Facebook.

“No tiene rebusques. La preocupación es frenar la amenaza institucional que supone el kirchnerismo”, dice uno de los dirigentes que integra su mesa chica. “No trabaja para ser presidente. Está muy activo, con ganas de ganar las elecciones y tratando de ser un equilibrio para los acuerdos”, aclara.

Macri quiere ser un árbitro final en caso de que los conflictos no se puedan resolver. Siente que ya se anotó un poroto destrabando el tema en la Ciudad. Defiende el rol de las PASO como estrategia de última instancia para definir candidaturas. “El fracaso es que Juntos por el Cambio se rompa. Tiene que ser una elección en donde los precandidatos digan ‘Mi adversario es bueno, pero yo soy mejor’”, se lo escucha repetir. Pone como ejemplo la interna entre Larreta y Michetti en 2015.

Con los que habla, pide no adelantar la elección 2023 ahora y no distraerse del objetivo principal: “Frenar a Cristina”. Ya cumplió el primer paso en ese objetivo. Se bajó Patricia. Queda resolver la interna de la Provincia de Buenos Aires.

 

Por Pablo Winokur 

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