Juan Grabois busca equilibrar la interna de Unión por la Patria: su estrategia para captar el “voto silencioso”

Juan Grabois busca equilibrar la interna de Unión por la Patria: su estrategia para captar el “voto silencioso”

Enfrentará en las PASO a Sergio Massa. Se muestra junto a intendentes peronistas y de La Cámpora y viajará a Córdoba. Ya realizó actos en Mendoza y Neuquén. El jueves realizó una actividad junto a Axel Kicillof

Por Andrés Klipphan

“Lo único que no tenemos es miedo y plata”, le dice Juan Grabois a la nutrida concurrencia, por lo general joven, que se apiña para escuchar las propuestas que desgrana como precandidato presidencial de Unión por la Patria. El líder social está dispuesto a dejar la piel en la campaña electoral que lo enfrentará en las elecciones PASO del domingo 13 de agosto a Sergio Massa, el ministro de Economía. Les asegura que juega con “la cancha inclinada” pero fe es lo que le sobra. Al líder del Frente Patria Grande y a su entorno les gana el optimismo. Intendentes del conurbano pintan paredes no solo con el nombre del funcionario de Alberto Fernández, también con el suyo. Camina junto a alcaldes camporistas como Mayra Mendoza de Quilmes o Leonardo Boto, de Luján; o con peronistas como Alberto Descalzo, en Ituzaingó. También realiza actividades con Axel Kicillof, el gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Ninguno regala nada. Y todos le escapan a los “pianta votos”. Han pulsado que el hombre fuerte del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) tiene un alto nivel de conocimiento, y además, quizás lo más importante, tracciona votos a sus boletas. El Frente Patria Grande, salvo en la categoría presidencial, lleva en todos sus tramos a los precandidatos que se acordaron en las lista de unidad que él mismo impulsó.

Desconoce si las demostraciones callejeras, las voces de aliento como “¡vamos Juan!” se trasformaran en votos, pero trabaja para sumar la mayor cantidad posible de sufragios. Es la primera vez que su nombre figura en una papeleta. No está acostumbrado a que, como ocurrió en Mendoza, una fila de tres cuadras lo espere para escucharlo o para que estampe su firma en un ejemplar de “Los Peores”.

Por su mesa pasaron varias encuestas -que contrataron otros- algunas lo dan arañando un 5%, otras, arrimando al 20%. Descree de ambos porcentajes. Su equipo de campaña está entusiasmado porque palpan el entusiasmo que su figura genera en parte de los estudiantes, secundarios y universitarios.

En la sede de Ciencias Exactas de la UBA, el centro de estudiantes armó una gigantografía con la figura del líder del MTE. Los ojos de Grabois parecen proyectar dos rayos blancos, como si fuese la visión de rayos x del antiguo dibujo de Superman de los años ‘70.

Sus allegados coinciden que la campaña tiene un ”fuerte componente militante”. Ya se venía prefigurando una precampaña en las provincias para “militarlo” cuando anunció su intención de competir si no se veía representado con el “candidato de consenso” que terminó “explotando” cuando confirmó su competencia en las PASO.

En un veinticuatro juntaron gran parte de los avales que los llevaron a la entrada del Partido Justicialista en un flete muy particular: en un carrito de cartonero empujado por un reciclador urbano del MTE. Además de los militantes del Movimiento de Trabajadores Excluidos y de Frente Patria Grande; la campaña de Grabois está por lo que llaman “gente silvestre”, jóvenes disconformes con el sistema político tradicional que los defraudó o que no los convoca. Organizaron grupos de Whatsapp y “comunidades” de Whatsapp en todas las provincias para comenzar a ordenarse y armar las actividades como volanteadas, pintadas, acciones creativas y hasta un financiamiento con pequeños aportantes. También para convocar a fiscales.

Durante la semana Grabois realiza actos en el Área Metropolitana del Gran Buenos Aires (AMBA) y el conurbano. Los fines de semana realiza los viajes a las provincias. Allí el esquema es el mismo: recorridas, reuniones políticas y actos. En Mendoza, estuvo en el PJ mendocino y se mostró con la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti.

Sabiendo que no llegará a recorrer todas las provincias hasta el 13 de agosto, otros referentes del Frente Patria Grande lo hacen para que llegue su mensaje. Entre otros la legisladora porteña Ofelia Fernández; la diputada nacional Natalia Zaracho, quien busca renovar su banca desde la posición número ocho en la lista de precandidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires de Unión por la Patria que encabeza Máximo Kirchner; y Federico Fagioli, también diputado nacional y precandidato a la Legislatura bonaerense. Está ubicado en la posición quinta en la boleta a senador provincial de Unión por la Patria por la Tercera sección electoral.

Grabois intenta cubrir los mismos espacios de Unión Por la Patria que su contendiente. Uno de esos jalones fue la principal central obrera del país. El 19 de julio el militante social, junto a Paula Abal Medina, su compañera de fórmula, se reunió con integrantes del consejo directivo de la CGT. La reunión, que se realizó en la sede de la UOCRA, le permitió a Grabois detallar los principales puntos de su propuesta electoral. Durante algo más de dos horas conversaron junto al dueño de casa, Gerardo Martínez, el triunviro Héctor Daer (sanidad), José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias; Andrés Rodríguez, de UPCN, entre otros.

“Es fundamental poner la fuerza de todo el movimiento nacional para frenar los planteos inhumanos y garantizar un programa donde la recomposición de los salarios, la eliminación de la inflación, la redistribución de la riqueza, la vivienda, la salud y la educación sean la prioridad”, expuso ante los sindicalistas. Todos acordaron.

Antes de retirarse, uno de ellos le dijo: “Dentro de quince años se van a acordar de esta reunión”. “Agradezco a la CGT el respeto con el que me recibieron”, declaró Grabois al salir de la sede gremial.

El Centro de estudiantes de Ciencias Exactas de la UBA realizaron una gigantografía con la figura de Juan Grabois y la visión de rayos x que recuerdan a las historietas de Superman

Para Grabois, el ser recibido por la “gordos de la CGT”; caminar las calles junto a alcaldes y alcaldesas; participar de un acto con Kicillof, y que su boleta acompañe a la de 21 gobernadores o precandidatos a gobernadores de los 24 distritos es un espaldarazo que les permite “soñar” en que un triunfo sobre Massa es una posibilidad no tan lejana; aunque reconocen que sería el cisne negro de la elección.

El Frente Patria Grande solo va con boleta corta en tres provincias, Misiones (Oscar Herrera Ahuad); Salta (Gustavo Sáenz) y Santiago del Estero (Gerardo Zamora) ya que esos gobernadores decidieron solo acompañar la precandidatura presidencial del ministro de Economía.

Además de Ituzaingó, San Vicente, y Quilmes, entre otros municipios bonaerenses, Grabois ya realizó caminatas y pequeños actos en Tres de Febrero (gobernada por la oposición) junto a los candidatos a intendente de Unión por la Patria; en San Vicente; en Mercedes y Pilar. Cada uno de los intendentes lo recibió con los brazos abiertos. Visitaron emprendimientos productivos, y brindó charlas abiertas y hasta presentó su libro. Además de Buenos Aires, el precandidato presidencial ya recorrió Neuquén y Mendoza. Además, tiene previsto viajar a Córdoba y realizó un coloquio en Bariloche.

En cada uno de los distritos Grabois y su equipo se llevaron la certeza de que no hay un rechazo hacia su figura. En definitiva, analizan que todos están en la misma boleta y nadie está en condiciones de tirar manteca al techo como para resignar uno, cinco, diez o los porcentajes de votos que saque el Frente Patria Grande.

“Cada vez se les nota más como bailan al ritmo del dinero y el poder”, escribió Juan Grabois en sus redes sociales ayer. Y aclaró: “A las operetas y vetos, se le suma otra modalidad: ocultar. Ayer -por el jueves- por ejemplo, hicimos una actividad con Axel Kicillof y aunque los principales medios mandaron cronistas y escribieron notas, alguna mano negra en las redacciones dio la orden de que no aparezca en la ‘home’ de los portales”. Grabois denuncia que lo hacen para “invisibilizar”.

El referente social fue uno de los impulsores de la precandidatura de Kicillof, no para buscar su reelección, sino para la presidencia. De hecho, anunció -y cumplió- que bajaba sus aspiraciones si el ex ministro de economía de CFK; o el actual ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro eran los candidatos del oficialismo.

"Dentro de 10 años te vas a acordar de esta reunión", le dijeron los sindicalistas de la CGT al precandidato Juan Grabois

Infobae destacó en su cobertura que durante la recorrida que el sociólogo y abogado realizó por una fábrica textil recuperada de Berisso junto al gobernador, remarcó que “Axel es mi candidato”. En el ex Frigorífico Swift, los dos precandidatos dialogaron con los trabajadores que recuperaron el emblemático edificio. “Cuando el Estado y las organizaciones de la comunidad trabajan en forma mancomunada aparece la perspectiva de construir una sociedad sin esclavos ni excluidos, con tierra techo y trabajo para todos”, aseguró Grabois en su discurso.

Los mensajes que deja el líder social en cada distrito que camina es coherente con las definiciones que lo llevó a ser uno de los dos precandidatos presidenciales del oficialismo. En Tres de Febrero recorrió barrios populares junto a Daniel Menéndez, el coordinador nacional de Somos Barrios de Pie. Si bien el funcionario del ministerio de Desarrollo Social es vecino de la localidad, el distrito es gobernado por la oposición. Diego Valenzuela que busca su reelección. “Acá el gas natural es ciencia ficción, nuestro pueblo vive muy mal y aun así se organiza para progresar. Es la fuerza que mueve montañas. La patria está en los barrios y sus prioridades se ven siempre mejor desde las periferias”, opinó Grabois ante un grupo de familias que salieron de sus casas para saludarlo.

Juan Grabois apuesta al "voto silencioso" sobre todo el de los jóvenes y de los barrios populares que recorre a diario

El espacio del precandidato Grabois aún no definió cuál será su bunkers el 13 de agosto. Lo están evaluando. “Este espacio atravesó todos los avatares de nuestra historia. Décadas de explotación, conquista de derechos, resistencia, dictadura, desapariciones, vaciamiento, descarte. Los trabajadores de la economía popular junto al gobierno provincial lo están recuperando, piso a piso, para que vuelva a ser un espacio de trabajo y dignidad. Fieles a nuestra Historia, luchando por una Argentina Humana, nuestra generación va a resistir la resignación y ondear bien alto la bandera de la Justicia Social”; expuso Grabois ante la mirada de KIcillof. Una frase similar ya había pronunciado en Neuquén.

El precandidato presidencial Juan Grabois apuesta al voto silencioso que se expresa en el cuarto oscuro. Como ocurrió, analizan en su entorno con Juan Monteverde el precandidato a intendente de Rosario por Unión por Todos que desde Ciudad Futura, un espacio político que apenas tiene seis años de construcción, le ganó la interna al candidato peronista Roberto Sukerman, el jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo de la Nación y ex ministro de Gobierno, Justicia, Derechos Humanos y Diversidad de Santa Fe.

Monteverde y Grabois tienen características similares, ambos son militantes sociales y si bien una interna local no es similar a una PASO a nivel nacional y con el ministro de Economía enfrente, el referente del MTE y líder del Frente Patria grande, también aspira a dar una sorpresa y para eso trabaja.

Si bien Grabois no recibió el apoyo abierto de las principales cúpulas de los movimientos sociales oficialistas, como Emilio Pérsico del Movimiento Evita, valoran que “tampoco nos critican”; y atesoran los manifestaciones a favor que sí realizaron dirigentes de su generación, como Gildo Onorato y Esteban “Gringo” Castro, ambos integrantes del Evita y de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Destacan también que las bases de esas organizaciones populares les hacen llegar aliento y promesas de votos. Grabois, aseguran sus allegados, cuenta un hecho irrefutable que se puede reflejar en la urnas o no: la disociación que existe entre la dirigencia política con la sociedad y la “crisis de representación”, desde la gremial a la empresaria.

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