Al PRO se le abrieron las puertas del Senado

Al PRO se le abrieron las puertas del Senado
Gabriela Michetti, junto a Diego Santilli, obtuvo un cómodo triunfo, que mantiene vivo el sueño presidencial de Macri y la posiciona como candidata a sucederlo en la Ciudad. Solanas superó a Filmus en la pulseada por la banca de la segunda minoría.
El PRO triunfó ayer en la Ciudad de Buenos Aires con una contundencia que ratificó que hoy por hoy no hay en el plano vecinal otra expresión política que le haga sombra. Con Gabriela Michetti como gran ganadora de la jornada, el macrismo se llevó todos los premios mayores de la elección: se quedó con las dos bancas del Senado correspondientes a la primera minoría, se impuso también en la elección de diputados y mantuvo así su representación por el distrito en la Cámara baja, y ganó además la pulseada por la Legislatura local, donde conservará su cuota de poder. Los macristas, de todos modos, no fueron los únicos que festejaron: el acceso de Pino Solanas al Senado en nombre de la segunda minoría porteña se vivió como un verdadero triunfo en Unen, donde también celebraron la resurrección de Elisa Carrió a dos años del peor desempeño electoral de su vida. Daniel Filmus no consiguió retener su banca –pese a que sacó más votos que en 2007, cuando la obtuvo–, pero al Frente para la Victoria le quedó al menos la satisfacción de haber podido sumar tres diputados en un distrito donde sólo puso uno en juego. De las 17 fuerzas políticas locales que postularon únicamente candidatos a legisladores porteños, sólo la encabezada por Graciela Ocaña consiguió lugares en la Legislatura.

Casi cuatro de cada diez porteños votaron esta vez a Michetti, de cuya mano entrará también al Senado el actual ministro de Espacio Público porteño, Diego Santilli, quien la secundaba en la boleta. La ex vicejefa de Gobierno mejoró en casi ocho puntos su performance de las primarias de agosto. También se superó a sí misma con respecto a las elecciones que hace cuatro años la consagraron diputada.

Con su triunfo, Michetti le da al PRO sus primeros dos senadores y a Mauricio Macri la posibilidad de mantener vivo un sueño presidencial. El jefe de Gobierno lanzó ayer mismo su candidatura rodeado de jóvenes con remeras amarillas que proclamaban “Macri 2015” y globos de colores con la misma inscripción. “Queremos representar a aquellos que están cansados de que siempre gobiernen los mismos”, dijo y convocó a “los radicales, los peronistas y los jóvenes que quieren una Argentina moderna” a sumarse a su proyecto. El eventual camino de Macri a la presidencia está, de todos modos, repleto de obstáculos y mucho más ahora, con la irrupción de Sergio Massa como potencial candidato a presidente de un universo peronista que el jefe de Gobierno necesitaría encolumnar detrás de sí para llegar a la Casa Rosada.

Michetti se mudará en diciembre próximo de la Cámara de Diputados a la de Senadores. Tiene mandato allí por seis años, aunque en su horizonte político aparece con mucha mayor nitidez ahora la candidatura a jefe de Gobierno porteño en 2015: su victoria de ayer, con el 39,25 por ciento de los votos, la puso en el primer lugar de largada en la carrera por la sucesión de Macri. El jefe de Gobierno no tiene reelección posible en la Ciudad de Buenos Aires y no hay en el macrismo quien aparezca mejor posicionado que ella para disputar su herencia. La decisión de Horacio Rodríguez Larreta –eterno soñador por la Jefatura de Gobierno e histórico adversario de Michetti en la interna PRO– de ser su jefe de campaña para esta elección suena a una aceptación de aquella máxima “si no puedes con tu enemigo, únete a él”. La otra que asomaba en la pelea era la actual vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, pero en 2015 podría terminar en la provincia de Buenos Aires, donde Macri necesitará entonces candidatos propios para apuntalar su proyecto presidencial.

La representación de los porteños en el Senado la completará Pino Solanas. Unen no pudo conservar los votos que sumaron las cuatro listas de ese espacio que compitieron entre sí en las primarias del pasado 11 de agosto, pero el 27,69 por ciento que obtuvo fue suficiente como para asegurarle al cineasta un lugar en la Cámara alta. El líder de Proyecto Sur también trocará en diciembre próximo su actual banca de diputado por la de senador.

El ingreso de Solanas al Senado marcará el fin de la carrera de Filmus en ese cuerpo. El ex ministro de Educación obtuvo la banca que aspiraba a renovar en 2007, en las elecciones en las que Cristina Fernández de Kirchner llegó a la Presidencia. Entonces, Filmus consiguió el 22,17 por ciento de los votos. Ayer se superó a sí mismo y trepó al 23,24 por ciento, pero no le alcanzó. A partir de diciembre, el Frente para la Victoria ya no contará con su voto en la Cámara alta ni tampoco con el de Samuel Cabanchik –ayer cuarto candidato a legislador porteño de la colectora K Alternativa Popular–, que hace seis años llegó al Senado como candidato de la Coalición Cívica, pero a poco de andar pasó a ser un aliado del oficialismo.

Al frente de la boleta de diputados del PRO, el rabino Sergio Bergman tampoco se salvó esta vez de la tijera: sacó el 34,46 por ciento de los votos, una cosecha casi cinco puntos menor a la de Michetti. Aun así, el macrismo logró renovar las cinco bancas que puso en juego. Seguirán entonces en la Cámara baja hasta 2017 Laura Alonso, Jorge Triaca y Silvia Majdalani y entrarán Bergman y Federico Sturzenegger.

Como en las primarias de agosto, los votos que perdió Bergman los ganó Carrió, que terminó con el 32,23 por ciento; o sea, casi cinco puntos por encima de lo que sacó Solanas para senador. Como primera candidata a diputada de Unen, Carrió confirmó su recuperación con respecto al 2011, cuando se postuló a presidente y, en la que fue la peor elección de su vida, sacó sólo el 1,8 por ciento. Con ella ingresarán a la Cámara baja otros cuatro integrantes de la coalición formada por el socialismo, la Coalición Cívica, el radicalismo y Proyecto Sur: Martín Lousteau, Fernando Sánchez, Carla Carrizo y Alcira Argumedo.

En la elección de diputados, al Frente para la Victoria tuvo mucho menos corte que el PRO y Unen y llegó al 21,59 por ciento de los votos. Con ese caudal electoral, Carlos Heller logró, desde el tercer lugar de la boleta, retener la única banca que el oficialismo puso en juego y además consiguieron bancas Juan Cabandié y Liliana Mazure.

Para Jorge Altamira esta vez no hubo milagro: el Frente de Izquierda creció en la Ciudad de Buenos Aires como en el resto del país, pero su candidato quedó a las puertas de la Cámara baja, con un 5,65 por ciento de los votos.

En la Legislatura porteña, para la cual se eligieron 30 de sus 60 diputados, el PRO mantendrá su condición de primera minoría. Su cosecha local, con Iván Petrella como primer candidato, fue del 33,59 por ciento, lo necesario para asegurarse las doce bancas que renovaba en esta ocasión. El macrismo seguirá entonces con un bloque de 28 miembros legisladores.

Los partidos que integran Unen y el kirchnerismo y sus aliados, que pusieron en juego seis bancas cada uno, consiguieron aumentar su cuota de representación. El Frente para la Victoria, con Jorge Taiana a la cabeza de su lista, obtuvo el 17,13 por ciento de los votos, y se quedó con seis lugares en la Legislatura. A eso hay que sumarle el ingreso de Pablo Ferreyra, quien al frente de la colectora de Alternativa Popular consiguió el 4,23 por ciento. Unen, que llevó al tope de su lista al referente de la ONG La Alameda Gustavo Vera, cosechó el 24,68 por ciento de los votos, lo que se tradujo en la obtención de 8 bancas.

Al Frente de Izquierda se le negó el milagro para Altamira en Diputados, pero no para Marcelo Ramal, quien sacó el 4,96 por ciento para la Legislatura y también tendrá su lugar en ese cuerpo.

A pesar de que la elección fue legislativa y no presidencial, la nacionalización de la campaña dejó con las manos vacías a la mayoría de las fuerzas locales que sólo presentaron candidatos a legisladores. La lista de Confianza Pública que encabezó Ocaña fue la única que, con el 5,88 por ciento de los votos, se llevó premio y por partida doble: no solo accedió a una banca la ex ministra de Salud, sino también Cristina García de Aurteneche, la segunda de su boleta.

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