Pasaron ocho meses de la derrota electoral y el peronismo aún está lejos de comenzar a ofrecerse como una alternativa al poder de turno. Esto lo reconocen los dirigentes que en las distintas conversaciones en la que discuten el futuro del espacio no le encuentran una respuesta a cómo el partido saldrá de la crisis en la que sobrevino tras la derrota ante Javier Milei.