La expresidenta instruyó a su tropa en Diputados para que se siente a debatir el proyecto de Javier Milei. Podría haber acuerdos. Massa, en la misma línea.
Por Gabriela Pepe
Aunque todavía no se conoce la letra chica del proyecto más que por trascendidos, Cristina Fernández de Kirchner ya les bajó a algunos dirigentes propios con banca en el Congreso la instrucción de que se sienten a debatir la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei y formulen propuestas propias en lugar de oponerse a discutir el tema.
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La adaptación a las nuevas formas de trabajo, la modificación de leyes que puedan permitir la regularización de relaciones laborales informales y el empleo en las plataformas digitales serán algunos de los ejes de las propuestas que hará el kirchnerismo para no quedarse al margen de la discusión que planteará el Presidente.
Así se lo confirmaron a Letra P fuentes cercanas a la expresidenta, que ya había dado algunas señales en el mismo sentido cuando publicó el documento “Argentina en su tercera crisis de deuda”, en febrero de 2024. El gobierno de Milei recién había comenzado y CFK ya había plantado bandera de los cambios que pretendía en materia laboral en el decreto 70/2023 y en la ley Bases.
“Resulta ineludible discutir seriamente un plan de actualización laboral que brinde respuestas a las nuevas formas de relaciones laborales surgidas a la luz de los avances tecnológicos y de una pandemia que trastocó todos y cada uno de los ámbitos de la vida de las personas”, escribió Cristina Kirchner en ese documento.
De acuerdo a la expresidenta, esa discusión implicaba una revisión de las formas de contratación laboral ya existentes en nuestro sistema legal y la “actualización de los convenios colectivos de trabajo teniendo en cuenta las nuevas realidades”. Si bien Cristina aclaró que la nueva normativa debía “respetar los derechos conquistados por los trabajadores”, también señaló que los derechos “acarrean obligaciones que deben cumplirse”. “De lo contrario, el ejercicio de un derecho sin el cumplimiento de sus obligaciones correlativas, no es más ni menos que un privilegio”, cerró.
Aquella expresión no cayó demasiado en gracia en el sindicalismo. Para entonces, la CGT ya había convocado a un paro general contra Milei para oponerse al DNU 70/2023 y a la ley Bases. Ahora, tanto la central obrera como el resto del peronismo quedaron en una encrucijada. El claro triunfo de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones de octubre empujó a revisar, entre otras cosas, el posicionamiento frente a la reforma, por el consenso que las políticas del Gobierno tienen en la sociedad.
Las instrucciones de CFK
Si bien los proyectos de las reformas todavía no fueron enviados (a la laboral se sumará una tributaria), en el peronismo hay certeza de que tendrán un contenido regresivo para los trabajadores. El texto definitivo saldrá de algunas negociaciones que ya están en marcha con la CGT, empresarios y gobernadores. Hay que esperar.
Por lo pronto, la semana pasada, el bloque de Diputados, que conduce Germán Martínez, acordó que trabajará en un texto propio, pero que tendrá como base lo que envíe el oficialismo. "Algún punto de acuerdo va a haber", adelantan en el cristinismo.
Tanto en la cámara baja como en el Senado hay legisladores del peronismo que tienen decenas de proyectos presentados en materia laboral que irían, a priori, a contramano de lo que podría proponer el Gobierno. Es de esperar que haya varios choques frente al planteo de Cristina, incluso dentro del mismo espacio.
Durante la campaña, el diputado Sergio Palazzo, secretario general de La Bancaria, dijo en varios actos de la CGT que se oponía a las propuestas de Milei. En diciembre asumirá en su banca Huguito Moyano, también de perfil duro. "El que vote lo que plantea el Gobierno no es nuestro", desafía un dirigente que ya adelanta que se opone a los proyectos que trascendieron.
En tanto, esta semana, Hugo Yasky, secretario general de la CTA. presentó una iniciativa que propone eliminar los topes indemnizatorios y fijar un piso mínimo equivalente a dos sueldos para los despidos sin causa. En el Senado, Mariano Recalde, especialista en derecho laboral, es autor de proyectos sobre participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas, reducción de la jornada, aprobación de las cuarenta horas semanales y ampliación del régimen de licencias.
En otra sintonía están los diputados que responden a Sergio Massa. Como Cristina, el líder del Frente Renovador también pidió propuestas antes que una actitud reactiva frente al oficialismo. No queda claro si esa nueva actitud se refiere solamente a la reforma laboral o podría extenderse a otros temas. En tanto, el sector de Juan Grabois insistirá en proyectos que apuntan a la formalización de trabajadores y trabajadoras de la economía popular.
Mientras, la CGT intentará cerrar acuerdos básicos tanto con los legisladores de Fuerza Patria como con los de otros bloques afines, que suelen ayudar a La Libertad Avanza en las votaciones. La conducción de la central obrera entiende que hay cuestiones centrales a proteger que, de desaparecer, no tendrán marcha atrás, como la negociación colectiva por sector en lugar de la discusión por empresa que impulsa Milei.








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