El jefe de Gabinete ganó centralidad tras la derrota bonaerense y asumió un rol clave en el acercamiento con el titular de Pro; el gesto con Jorge Macri y el diálogo con los aliados
Matías Moreno
“Lo voy a esperar”. El jueves último, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, hizo una pausa durante el evento organizado por la embajada de Arabia Saudita. Después de un día ajetreado, Francos se apartó de sus colaboradores y del resto de los invitados, entre los que había altos funcionarios de la Cancillería y diplomáticos, para saludar a Mauricio Macri. Unas 48 horas antes, el titular de Pro había confirmado públicamente el distanciamiento con Javier Milei. Él sabía de antemano que Macri iba a concurrir al ágape y lo encaró, apenas lo vio entrar por la puerta. Conversaron en un tono afable durante unos minutos. Y quedaron en volver a charlar. Macri correspondió el gesto: aceptó sacarse una foto junto al emisario presidencial, ante la mirada del anfitrión, Hatem Ghormulla Alghamidi. El domingo, dos días después de aquel apretón de manos en el Palacio Acevedo, residencia del embajador saudí, Francos participó de la extensa cumbre entre Milei y Macri en la quinta de Olivos. Era el primer encuentro en más de un año.
Después de la dura derrota en la elección bonaerense, que puso en jaque al Gobierno, Milei decidió buscar una salida política para apaciguar la turbulencia cambiaria y resistir frente a una oposición que no da tregua en el Congreso. Para afrontar una crisis que amenazó por primera vez su supervivencia, el Presidente intentó aplacar la feroz interna en su núcleo duro y le dio mayor centralidad a Francos, que intenta rearmar políticamente al Gobierno.
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Ante todo, Francos se puso el traje de mediador para recomponer el vínculo con Macri y se encarga de resarcir los lazos con los opositores dialoguistas que supieron cooperar con la Casa Rosada y ahora enfrentan a Milei en las urnas.
Luis Caputo, Javier Milei, Guillermo Francos y Lisandro Catalán@GAFrancosOk
Luego de la contundente victoria del PJ en la competencia de Buenos Aires, el Gobierno procura enviar señales a los mercados y sus aliados a nivel internacional, como el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, promotor del histórico salvataje financiero a la Argentina, para exhibir un giro en su forma de dialogar con la oposición. En rigor, buscan despejar las dudas en torno al sustento político de su programa económico. Por eso, tocados por el golpe en las urnas, multiplican los guiños a sus socios para mostrar que recobraron el espíritu conciliador.
En ese contexto, el perfil político de Francos gana terreno. Con Santiago Caputo y Karina Milei aún atrapados en la puja sin cuartel entre “territoriales” y “celestiales”, el jefe de Gabinete dio un paso al frente. Y asumió el control de las negociaciones para restituir la relación con Macri.
En privado, el líder de Pro valoró que haya sido Francos el interlocutor con la Casa Rosada y, sobre todo, que haya participado de la reunión con Milei en Olivos. En el Ejecutivo, como parte de la autocrítica por la derrota en Buenos Aires, admiten ahora que fue un error haber intentado subsumir a Pro después de que el vocero Manuel Adorni se impuso en la contienda porteña del 18 de mayo. De hecho, en algunos municipios bonaerenses incorporarán el logro de Pro a los afiches. “La convivencia no puede ser tensa. Y que Javier y Mauricio estén sin hablar no es bueno. Macri es el jefe de Pro y lo necesitamos, porque es un voto complementario”, señalan fuentes oficiales. La rebeldía de Silvia Lospennato o María Eugenia Vidal en el bloque de Diputados también tuvieron eco.
En Balcarce 50 grafican que la conversación entre Macri y Milei fue intensa. Durante casi cuatro horas, Francos escuchó los planteos del titular de Pro y las réplicas de Milei. Macri volvió a tildar de endeble al equipo del Gobierno y sugirió cambios para mejorar la gestión en áreas clave. “La reunión fue muy buena”, señalan cerca de uno de los habitantes más poderosos de la Casa Rosada.
El Presidente y su principal aliado quedaron en volver a verse. Francos, como mediador con Pro, volvió a contactarse con Macri en las últimas horas para explorar la chance de que Milei lo reciba antes de su viaje a los Estados Unidos, donde tiene previsto reencontrarse con Trump. Es difícil por ahora que logren consensuar una fecha porque el titular de Pro también tiene compromisos. Pese a que Macri prefiere no involucrase en la campaña electoral ni en la Capital ni en Buenos Aires, los colaboradores de Milei esperan lograr un gesto. Es decir, les gustaría que Macri, así como lo hizo en noviembre de 2023, antes del balotaje entre LLA y Sergio Massa, salga a pedir el voto por el Gobierno. Parece complicado, ya que el expresidente apunta a aguardar el resultado del 26 de octubre para alinear su tropa en Pro -cada vez más fracturada por el vínculo con Milei- y definir su futuro. ¿Será partenaire u se enrolará en la “oposición constructiva”?
Con motivo del 95º aniversario de la unificación del Reino de Arabia Saudita, participamos de la celebración junto al embajador Hatem Ghormulla Alghamidi
La idea es que Karina Milei, la hermana del Presidente, se sume a la próxima reunión con Macri en la que, esperan en la Casa Rosada, podría avanzarse en un esquema de trabajo. ¿Le pedirán una foto para la campaña o un mensaje en sus redes? ¿Le ofrecerán cargos en el Gabinete? Por ahora, no se hablaron de nombres. En la cúpula del Gobierno admiten que habrá una “oxigenación” después de los comicios, pero más allá de las salidas de Patricia Bullrich (Seguridad) o Luis Petri (Defensa), por ahora solo se prevén cambios en segundas o terceras líneas del Estado. Será una herramienta clave para seducir a gobernadores o eventuales aliados, como el radical Rodrigo De Loredo. En un sector de LLA piensan en él para el reseteo post-batalla de octubre. Nadie imagina un co-gobierno con Pro.
El gesto con Jorge Macri
Este martes, Francos volvió a terminar la jornada con un guiño a sus aliados de Pro. Desde hace tiempo, superó su resistencia a sumar macristas. Es más: suele decir que el partido amarillo tiene cuadros políticos que valora. Durante la presentación del Reporte de Economía y Desarrollo 2025 (RED), el ministro coordinador charló con el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, a quien Milei le negó el saludo y tildó de “traidor” por haber contratado al consultor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí para la campaña en la Capital.
Como ocurrió cuando cruzó a Daniel Parisini, alias “Gordo Dan”, comisario político de Santiago Caputo en la galaxia digital, por sus repudiables comentarios sobre Luis Juez, Francos se atrevió a exhibirse junto con uno de los enemigos de Milei. ¿Quiere dar vuelta la página?
Guillermo Francos se vio con Jorge Macri
Jorge Macri resistió el pacto electoral con LLA, pero terminó cediendo ante la presión de su primo, Mauricio, quien se inclinó por confluir con Milei para no exponerse a otra derrota dolorosa en su emblemático bastión. En la Ciudad ansían gestos concretos de los libertarios, que llevan en su lista de diputados nacionales a Fernando de Andreis, ladero fiel de Macri. Aguardan que se aclaren las diferencias sobre la coparticipación que recibe la Capital en el proyecto de presupuesto 2026 -reclaman que figure taxativamente el 1,55% que estableció la Corte Suprema en su sentencia- y colaboración de Nación a la hora de habilitar los préstamos internacionales. Tras el pacto porteño, Luis Caputo avaló el crédito que tomará Jorge Macri con el BID por 85 millones de dólares, que utilizará para la implementación de una historia clínica electrónica y la modernización del sistema de salud pública. Ahora, aguardan que Milei firme el decreto. También anhelan que Caputo y Milei den el visto bueno al préstamo que tomó la Ciudad por 300 millones de dólares con la CAF para obras. El 2027 está cerca y Jorge Macri no se resigna: quiere recuperarse para ir por la reelección. Por eso, hay premura en la sede gubernamental de Parque Patricios.
En el comando electoral de LLA también estudian la chance de compartir una actividad o sumar a funcionarios de Jorge Macri a la campaña. Por estas horas evalúan alternativas, pero la normativa electoral complica el plan -se prohíbe la publicidad de actos de gobierno hasta 25 días antes de los comicios-. “Hay una posibilidad de que hagamos algo, no queda mucho tiempo. Pero estamos juntos en la campaña y compartimos el frente”, dicen en el búnker libertario. Pareciera que Bullrich, quien encabeza la boleta de senadores de LLA en la Capital, es la más interesada en acercar posiciones con los votantes macristas paladar negro.
Francos, asistido en el plano político por Lisandro Catalán, su mano derecha y ministro del Interior, también buscó recomponer el diálogo con Ignacio Torres (Chubut) o Claudio Vidal (Santa Cruz), referentes de Provincias Unidas, el espacio alternativo a Milei y al kirchnerismo que complica los planes electorales de la Casa Rosada, sobre todo, en Córdoba y Santa Fe.
Desde que el ministro de Economía luce dispuesto a abrir la billetera para asegurar la gobernabilidad, Francos y Catalán comenzaron a concederles pedidos a los mandatarios provinciales. Reactivaron obra pública y proyectan la chance de ofrendar lugares en el Gobierno para recuperar el espíritu inicial de la gestión de Milei –como cuando Flavia Royón estaba el frente de Minería y Osvaldo Giordano, de la Anses-. Con la campaña en marcha, dicen en el Gobierno, es difícil recomponer las relaciones con las provincias.
“Solo nos queda acercarnos a los aliados y esperar”, se resignan. Asumen que este jueves volverán a recibir un duro revés en el Senado, cuando se traten los vetos al incremento de partidas para el Garrahan o Universidades. Pero están convencidos de que la oposición dialoguista colaborará con la Casa Rosada en los asuntos que pongan en riesgo la gobernabilidad. Por caso, se esperanzan con que los mandatarios aliados o Pro ayudarán a ponerle un freno a la embestida contra Francos -la moción de censura por poner en suspenso la aplicación de la ley de emergencia en discapacidad- o la reforma de la ley que regula los DNU del Ejecutivo. Y se aferran al optimismo: “Vamos a ganar la elección de octubre; seremos la fuerza más votada”.
Eso sí: en la Casa Rosada están muy preocupados por la situación de José Luis Espert, el primer candidato a diputado de LLA en Buenos Aires. Los dichos de Bullrich cayeron como una bomba en la mesa política de Milei. En rigor, tomaron por sorpresa a la plana mayor del Gobierno. Y hubo reproches por el desmarque: le recomendaron que explicara sus palabras. La ministra de Seguridad, quien también tiene en la mira a Lorena Villaverde, aspirante a senador en Río Negro, hizo lo que le encomendaron. Pero está incómoda porque sabe que la polémica interferirá en el resto de la campaña en la que ella se juega mucho. Es más: esta mañana, redobló la apuesta y le pidió a Espert que mayor claridad ante la opinión pública.
En LLA se viven horas de máxima presión. “Este es un tema de Javier. Solo él lo sostiene a Espert”, dicen en los despachos oficiales. Las boletas ya están listas.
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