Como en los viejos tiempos, la plana mayor del PRO se congregó el martes por la noche en el búnker de Balcarce y Belgrano, en el barrio porteño de San Telmo, para empezar a definir los principales lineamientos de la campaña electoral, un encuentro en el que abundaron los análisis políticos y cierto optimismo por algunas variables de la economía que, según la Casa Rosada, empiezan a mostrar signos sostenidos de crecimiento.

Marcos Peña, María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Fernando de Andreis, José Torello, Carolina Stanley, Federico Salvai, Emilio Monzó, Mario Quintana, Cristian Ritondo, Diego Santilli, Jorge Triaca, Rogelio Frigerio, Esteban Bullrich, Federico Pinedo, Jorge Macri, Humberto Schiavoni, Francisco Quintana y Carmen Polledo se apiñaron alrededor de la mesa, en el tercer piso de "Balcarce". Torello, jefe de Asesores de Mauricio Macri -que no fue de la partida- y Polledo, vicepresidente primera de la Legislatura porteña -su presencia pasó desapercibida, al menos en las crónicas periodísticas- se apartaron al final de la velada, regada con vino y gaseosas y en la que sobresalieron el jamón crudo y las aceitunas y el asado, y hablaron unos minutos a solas.

Un rato antes, el Ministerio del Interior había dado el inicio formal al debate por la modificación de la ley de financiamiento de los partidos políticos junto a organizaciones no gubernamentales, apoderados partidarios y diputados de la oposición en la planta baja de la Casa Rosada. Una discusión crucial que recién podría tener resultados concretos para la campaña presidencial del 2019.

A menos de tres meses de las internas y a casi seis de las elecciones generales, el Gobierno concentró en un mismo día dos temas trascendentales que se relacionan directamente: la campaña electoral y el financiamiento político.

En esa fusión, aunque con estricto perfil bajo, empezará a asomar desde ahora la figura de Polledo: según confirmaron a Infobae altísimas fuentes oficiales, la legisladora, que llegó al PRO directamente de la mano de Macri, tendrá un rol protagónico en la recaudación y en la administración de los fondos de campaña, un sillón que estaba acéfalo y que en las últimas semanas había empezado a preocupar a la cúpula partidaria.

"Va a liderar un equipo que se va a encargar del tema. Carmen tiene llegada a los empresarios, es una muy buena noticia", explicaron a este medio desde el Gobierno. En efecto, Polledo arrastra un buen vínculo con los empresarios desde su paso por la Cooperadora de Acción Social (COAS), entidad que trabaja desde hace 40 años en la mejora de los hospitales públicos de la ciudad de Buenos Aires y que la legisladora presidió hasta que se enroló en las filas del PRO. COAS tiene una estrecha relación con varias de las compañías más importantes del país.

Si bien desde el entorno del Presidente -al tanto de la designación- confirmaron la elección, la legisladora -que este año finaliza su mandato- optó por no hablar con Infobae. Sí lo hicieron sus colaboradores, que respondieron que todavía no tenían ninguna confirmación. Según abundaron desde el macrismo, Torello, apoderado del PRO, supervisará las tareas. El tesorero del partido, Santiago Alberdi, responde al jefe de Asesores de Macri.

Desde el macrismo en su versión porteña agregaron otro argumento para la elección de la legisladora como administradora de los fondos de campaña: su buena relación con el bloque de la Coalición Cívica en la Legislatura, integrado por Paula Oliveto y Maximiliano Ferraro, dos dirigentes de extrema confianza de Elisa Carrió, la candidata de Macri y de Rodríguez Larreta en la ciudad de Buenos Aires. Carrió es una de las más duras en mantener la prohibición de los aportes empresarios en épocas de campaña, una de las principales modificaciones que el Gobierno incluyó en el borrador del proyecto de ley de modificación del financiamiento político. El diputado Fernando Sánchez, histórico "lilito", participó del debate del martes: es el nexo entre Carrió y la Casa Rosada en esa discusión.

Hay un dato adicional en el currículum de la vicepresidente primero de la Legislatura. Su marido tiene un porcentaje de la empresa que concesiona el predio de Costa Salguero -le fue otorgado antes de que Macri desembarcara en la ciudad de Buenos Aires-, donde el PRO suele reunirse desde hace años a esperar los resultados de las elecciones.

Este año, el tope de gastos para la campaña legislativa asciende a 710 millones de pesos: 236 en las PASO y 474 millones en las generales, un 75 por ciento más respecto del 2015. Así lo resolvió la Cámara Nacional Electoral a través de la resolución 03/2017 en la que efectivizó el aumento del módulo electoral que el Gobierno incluyó en el presupuesto.

La designación de Polledo como protagonista central en la administración de los aportes es parte de la estrategia del Gobierno de descentralizar el financiamiento, una novedad para el sistema de financiación de Macri, que llegó a la Casa Rosada con una campaña estimada en unos 1.000 millones de pesos y plagada de las informalidades propias de la política. En estos meses, desde el PRO trataron de esquivar el tema. En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, cuando Federico Salvai aceptó la jefatura de la campaña bonaerense de este año le avisó a la gobernadora que lo hacía con la única condición de no encargarse de ese rubro, según confiaron desde el entorno del jefe de Gabinete provincial.

Macri, además, ya no cuenta con Nicolás Caputo, el más íntimo de sus amigos, corrido desde hace tiempo de las principales decisiones. "Desde que ganamos está viviendo en Estados Unidos y se desenganchó del día a día. Es la persona más importante en la creación de este proyecto. Se ocupó del armado de equipos, del fundraising (recaudación de fondos) y la logística", reconoció el Presidente, según plasmó la periodista Laura Di Marco en su último libro.

El que si estará presente es Carlos Grosso. El ex intendente, asesor de privilegio del jefe de Estado, está abocado a parte del diseño de la estrategia de campaña.