El congreso de Merlo mostró la búsqueda de garantizar la representación de todos los sectores. Se logró un equilibrio de orfebrería. La campaña "Cristina Libre" y el apoyo al gobernador.
Por: Martín Piqué.
A tres días del plazo legal para inscribir alianzas, el peronismo bonaerense autorizó a sus autoridades a conformar frentes electorales con otras fuerzas. Lo hizo ayer a través de un congreso partidario en el Teatro Municipal de Merlo. En términos generales, el encuentro fue leído como una primera muestra de unidad. El resultado, de todos modos, demandó trabajo, reuniones bastante tensas y la adopción de una lógica de “equilibrio” y “contrapesos”, según definió a Tiempo uno de los protagonistas.
Lo más importante fue que se aprobó por unanimidad la creación de una mesa colegiada, compuesta por Máximo Kirchner junto a otros cuatro dirigentes, con el mandato de conformar una nueva coalición para competir en septiembre y en octubre. La alianza en ciernes, de la que participarán otras fuerzas, será oficializada el próximo miércoles ante la Junta Electoral de la provincia de Buenos Aires.
En la mesa que se votó acompañarán a Máximo (en tanto titular del partido) la vicegobernadora Verónica Magario, la intendenta de Moreno Mariel Fernández, el ministro de Infraestructura Gabriel Katopodis y el alcalde de Lomas de Zamora Federico Otermín. Sus nombres reflejan el debate del peronismo en la provincia más poblada del país. Magario y Katopodis son allegados de confianza de Axel Kicillof; Fernández y Otermin tienen un vínculo similar con Máximo.
Al aprobar esa propuesta, los 691 congresales que emitieron su voto avalaron también una exigencia que no pasó desapercibida entre quienes llenaron la sala Enrique Santos Discépolo. Según el texto que se incorporó en el acta, los cinco mandatados para suscribir el frente (Máximo, Magario, Otermin, Fernández y Katopodis) “deberán garantizar la estricta ecuanimidad de los sectores del peronismo en la conformación de la alianza”.
Entrada ya la tarde de ayer, el PJ bonaerense difundió un comunicado sobre el congreso. El texto mencionaba a los cinco dirigentes “facultados para la conformación de un Frente Peronista de cara a las próximas elecciones”. El uso del vocablo “peronista” está en línea con la intención de un sector de la dirigencia: impulsar que la nueva denominación contenga las palabras “Frente” y “Peronista” a la hora de remplazar el desgastado nombre de Unión por la Patria.
El acuerdo para inscribir la futura alianza fue interpretado como una demostración de “madurez” ante el clima general, al que observan cada vez más enrarecido por detenciones como la de la concejal Eva Mieri y con la dos veces presidenta Cristina Kirchner en prisión domiciliaria e inhabilitada. Pese a las diferencias, los dirigentes del PJ mostraron coincidencias al describir la experiencia mileísta. Denunciaron una deriva totalitaria por la que responsabilizaron, además, a los poderes económico y judicial.
Ese fue el contenido que resumió los discursos que se escucharon en Merlo. En la previa, la elección del escenario del encuentro había generado cierta discusión con el espacio que lidera el gobernador. El axelismo pretendía hacer el congreso en La Matanza (el presidente del cuerpo es el intendente de ese municipio, Fernando Espinoza). Con la elección de Merlo se acordó una instancia intermedia. Espinoza condujo el encuentro acorde a su rol mientras un intendente cercano a Máximo, el anfitrión Gustavo “Tano” Menéndez, hacía valer su condición de local.
El congreso arrancó con la demora que ya es tradición. Con el teatro lleno en la planta baja y en el pullman del primer piso, en el estrado se instalaron la jefa de asesores de la gobernación Cristina Álvarez Rodríguez, la intendenta de Moreno Mariel Fernández, sus pares Espinoza y Menéndez, la vicegobernadora Magario y la jefa comunal de Cañuelas Marisa Fassi. También lo hicieron la ministra de Ambiente provincial Daniela Vilar y el alcalde de Escobar, Ariel Sujarchuk.
Por las butacas del auditorio se repartían 455 congresales de cuerpo presente; otros 236 participaron por videoconferencia con la identidad validada por el Renaper, según informaron los organizadores. El congreso contó con el voto de 691 congresales, lo que superó con holgura el quórum requerido para darle validez a cada decisión. El evento comenzó con unas palabras de arranque de Espinoza y del “Tano” Menéndez. Ambos cuestionaron el encarcelamiento de Cristina y llamaron a profundizar las acciones por su libertad.
Dos días después de la visita del presidente de Brasil Luiz Inácio «Lula» da Silva, el inicio de la campaña “Cristina libre” se convirtió en uno de los ejes del congreso. Incluso estaba incluido en el temario. La jefa comunal de Moreno fue quien mostró más enjundia en ese aspecto. “Cristina no está sola. En cada rincón de la patria pedimos por su libertad. El pueblo humilde no olvida y no tiene dudas de que es inocente, de que la metieron presa porque nos defiende y nosotros vamos a cuidar a quienes nos cuidaron. Cristina, con su cuerpo, nos cuidó, y nosotros también la vamos a cuidar a ella”, sostuvo Fernández. En otro tramo de su mensaje, la dirigente del Movimiento Evita expresó su solidaridad “con el compañero Máximo y con Florencia, que sufren la persecución de llevar el apellido Kirchner”.
En el congreso se insistió con el clima de persecución a militantes del peronismo. Dos asistentes provenientes de Quilmes tomaron la palabra para denunciar la continuidad de la detención de Mieri. Responsabilizaron por eso a la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado. Mieri es muy cercana a la intendenta quilmeña Mayra Mendoza, presente en el congreso. El primero en hablar fue el presidente del Colegio de Abogados de Quilmes y defensor de la concejal, Bienvenido Rodríguez Basalo. Lo presentaron por su apodo, “Bebe”. “Venimos a denunciar la privación ilegal de la libertad de nuestra compañera Eva Mieri. Le negaron la excarcelación por ser militante”, alertó Rodríguez Basalo. Le siguió Adrián Pérez, secretario general de la UOM en esa comuna del sur del conurbano. “Tenemos que empezar a parir un nuevo peronismo que nos lleve a un triunfo”, exigió el gremialista. Cerró su intervención con un mensaje que buscó representar a los peronistas de base, a los del llano: “No les vengo a pedir nada. Les vengo a exigir que nos vuelvan a dar un triunfo”.
Otra de las claves de la jornada fue el llamado a defender al gobernador. En el congreso se recordó que el presidente Javier Milei se valió de una decisión de la jueza Loretta Preska para cargar particularmente contra Kicillof. “No puede haber un solo militante de la provincia de Buenos Aires que no defienda al gobernador y a su gestión. A un gobernador que está haciendo lo posible y lo imposible por gestionar la provincia más grande de la Argentina”, exigió Menéndez. El desarrollo del congreso fue seguido con atención desde La Plata: “El balance es bueno. Se dio un gesto de unidad”, analizaron cerca de Kicillof. Para que el próximo miércoles vaya todo bien habrá que estar atentos a un tema ineludible, hasta definitorio: que la nueva alianza electoral tenga “apoderados cruzados” de todos los espacios, sin exclusiones.
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