Máximo cada vez más empoderado,peleará por la gobernación en 2023

Máximo cada vez más empoderado,peleará por la gobernación en 2023

La Cámpora es la expresión más acabada de un kirchnerismo que va por todo. Allanado el camino para que Máximo Kirchner llegue a la presidencia del PJ bonaerense, ahora se murmura en ámbitos políticos tanto del oficialismo, como de la oposición, que el hijo dilecto de CFK cambió de planes. Se cree que por consejo de su madre, ahora pondrá todas sus fichas para convertirse en candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires en 2023. 

 Lo hará, sin preguntar siquiera si Axel Kicillof quiere ir por la reelección. Quienes soltaron al viento esta hipótesis aseguran que el diputado en jefe de la bancada oficialista, ha decidido postergar su proyecto presidencial y en cambio, optaría por consolidar su poder y de la estructura que comanda en el principal distrito del país.

La linea que bajó su maadre es alambrar la comarca, capturar 92 intendencias que quedarán vacantes y desterrar cualquier posibilidad de ballotage.

Pese a que el camporismo tiene un proyecto nacional, hasta ahora ha logrado instalar una fuerte inserción territorial en Buenos Aires y sobre todo en el conurbano donde residen la mayor cantidad de votantes de Cristina, en su mayoría de los sectores más humildes que reciben planes y subsidios del Estado. Es una suerte de voto cautivo, en su mayoría de gente fuera del sistema que no tiene otra opción.

Máximo en su grilla cuenta con una lista de aspirantes con chances de ganar en municipios del GBA, como Hurlingham, Lomas de Zamora, Almirante Brown, José C. Paz, Avellaneda o Malvinas Argentinas. También, como refuerzo, tiene tropa propia en cada Unidad de Atención Integral (UDAI) de la ANSES, organismo conducido por Fernanda Raverta, a lo largo y a lo ancho del distrito bonaerense.

Además, Luana Volnovich, una de sus principales espadas, ha implementado la designación de los jefes de las Unidades de Gestión Local (UGL) y de las agencias de PAMI que hay en todo el territorio de Buenos Aires. Las UGL tienen peso territorial y político como las UDAI de la ANSES. Los movimientos en el tablero de ajedrez de "la orga", como se hacen llamar los miembros de La Cámpora, alarmaron a los intendentes del Gran Buenos Aires, porque el camporismo empieza a poner una pata en lugares estratégicos que les estaban vedados y tenían dueños territoriales. Por eso Máximo mira hacia otro lado, frente al “operativo clamor” que impulsan los Barones del PJ para lograr que se los habilite para un mandato más en sus municipios. El hijo de CFK quiere reemplazarlos por sus soldados, dispuestos incondicionalmente a responder a las órdenes del cristinismo.

La Cámpora viene apostando sobre todo en la poderosa Tercera Sección Electoral, donde tienen más de cuatro mil militantes divididos en 19 distritos, desde La Matanza hasta Punta Indio y desde Lobos hasta Quilmes. 

Esa tarea territorial está desplegada en la región más importante de la provincia de Buenos Aires en términos políticos y de densidad poblacional, donde viven más de cuatro millones y medio de electores. Se trata de zonas estratégicas, donde suelen definirse las elecciones legislativas y también las presidenciales luego de la reforma constitucional de 1994 que eliminó el Colegio Electoral.

Lo que llama la atención de los observadores, es que la bajada de recursos y la magnitud de la inserción territorial bonaerense no se replica en otras provincias con la intensidad del conurbano. “El objetivo es nacionalizar ese modelo, pero no va a estar listo antes del 2023”, comentan en el entorno del presidente del bloque de diputados del Frente de Todos, como una forma de justificar que ahora es tiempo de buscar la Gobernación del principal distrito del país. 

Por estos días, Máximo dedica más tiempo recorriendo unidades básicas, sociedades de fomento en barrios marginales o visitando curas villeros que en su despacho en el Congreso. “Con bajo perfil se ha transformado en un puntero del GBA”, agregan.

También empieza a mirar con cariño el cargo que ocupa Axel Kicillof más por temor a ser derrotado en las presidenciales que por compromiso bonaerense. “El apellido y su mala imagen lo condicionan y le quitan competitividad para pelear por la Casa Rosada”, comentan en el establishment del peronismo. No hay encuesta que no baje del 50% de imagen negativa, números muy complicados de revertir en tan poco tiempo. Con esos datos de opinión pública es casi imposible ganar un balotaje. En cambio, con el peso del conurbano puede imponerse en los comicios a gobernador de Buenos Aires.

De confirmarse esa movida muchos se preguntan; ¿Cuál sería el futuro de Kicillof? La relación entre el gobernador y Máximo es un poco distante, pero ambos son soldados de la vicepresidenta y harán lo que ella ordene. Si decide que su hijo vaya por la Casa de Gobierno de La Plata algunos pronostican que Kicillof podría formar parte de un proyecto presidencial y tal vez  encabezar la fórmula o ser vice de algún gobernador exitoso. Ahí también Sergio Massa pide que no lo dejen afuera. Pero convengamos que no se puede proyectar el escenario para el  2023 desconociendo el resultado de los comicios legislativos que se desarrollarán este año y donde Buenos Aires volverá a ser la madre de todas las batallas.  

Mientras tanto, el sector de intendentes que impulsa a Máximo Kirchner para la presidencia del PJ bonaerense avanza con la conformación de la lista para presentarla, en principio, el próximo 16. Según trascendió, el armado asoma como un amplio abanico y con lugar para movimientos sociales, sindicalistas, intendentes y La Cámpora. Mientras, el actual vicepresidente Fernando Gray busca bloquear en la Justicia la estrategia para el cambio de autoridades que ya contó con el aval del presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof.

El nuevo mapa que se diseña para el PJ bonaerense incluye el acompañamiento de un sector sindical que encabeza el camionero Pablo Moyano. También hay lugares para los movimientos sociales como el Evita.

Algunos nombres de intendentes que estarían en la lista son: Juan Zabaleta (Hurlingham), Mayra Mendoza (Quilmes), Mario Ishii (José C.Paz), Mariel Fernández (Moreno), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Fernando Espinoza (La Matanza) y Marisa Fassi (Cañuelas).

Corría una opción de que Fernández, la intendenta de Moreno, sea la vicepresidenta del partido; lo cual también sería una venia para el Movimiento Evita.

Además, ministros nacionales con anclaje territorial en el Conurbano como Jorge Ferraresi (ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación) y Gabriel Katopodis (Obras Públicas). Aquí se evidencia un balanceo tanto seccional como de espacio político. Ferraresi con base en la Tercera sección electoral y con clara referencia cristinista y Katopodis por la Primera sección electoral (era intendente de San Martín hasta convertirse en ministro) y uno de los dirigentes más albertistas.

También estará otra funcionaria nacional: la titular de ANSES, Fernanda Raverta. Marplatense, Raverta actualmente es congresal del PJ Nacional y otra de las referentes de La Cámpora que tendrán presencia en el nuevo esquema del peronismo bonaerense que empezaron a diseñar un puñado intendentes con el lomense Insaurralde a la cabeza junto con el ministro del Interior y también bonaerense Eduardo de Pedro.

 

Por Jorge Joury 

Comentá la nota