¿Magario senadora? Suena la matancera para unir al peronismo

¿Magario senadora? Suena la matancera para unir al peronismo

Aunque nadie descarta que haya internas, el peronismo sabe que dos boletas le costaría demasiado caro. Suena Magario como cabeza de lista.

LA DECISIÓN DE CRISTINA

Las elecciones ya tienen fecha: el 13 de agosto se dirimirán las PASO y el 22 de octubre serán las generales. La oficialización de las listas será el 24 de junio; los tiempos comienzan a acortarse. Con los plazos pisándole los talones, el peronismo se acomoda. Hay una premisa que sobrevuela a los distintos sectores: una eventual candidatura de Cristina. Todos saben que la ex presidenta mide, pero también que resquebraja a lo interno. Si Cristina divide, ¿quién une?

A mediados de febrero se suspendió el congreso del PJ en Santa Teresita. Según trascendió, el revuelo por el cual se canceló el evento se habría producido por la iniciativa camporista de que el partido acompañara a la ex presidenta en una de sus últimas declaraciones en Comodoro Py. La citación a Cristina se daba para el mismo día en que la CGT convocaba a una movilización contra el gobierno, por lo que nuevamente se generaban tironeos entre los sectores más allegados a la ex presidenta y los sindicatos. Finalmente, Cristina pidió a sus seguidores, través de sus redes sociales, que “acompañen a los trabajadores”. Pareció ser un gesto más, pero tuvo una relevancia particular: la marcha del 7 de marzo aglutinaba a todos los sectores, y Cristina dejaba sus intereses particulares para darle paso a una fecha de unidad peronista. Sin embargo, el final del acto, con el ya célebre “poné la fecha”, volvió a acentuar las diferencias, y la propia ex presidenta se encargó de reforzarlo en sus redes.

Por fuera de la fogoneada dicotomía juventud versus sindicalismo se encuentran los intendentes. La disputa por la movilización del 7, es decir, si se marchaba a los juzgados o en la 9 de Julio, también interpeló a los jefes comunales bonaerenses. Es sabido que los intendentes están nucleados en distintos grupos: el Grupo Patria, más cercano a Cristina; el Fénix, en donde confluye kirchnerismo duro con pejotismo; el Esmeralda, ya más lejos de la ex Presidente, con mezcla de sciolismo, pejotismo y ex massitas; el Grupo Establo, que no ha tenido demasiado protagonismo pero incluye a peronistas de zonas rurales. No todos los intendentes del peronismo estaban de acuerdo con quedar pegados a la imagen de Cristina. Eso se evidenció con la negativa de acompañarla a Comodoro Py, pero ya era una postura sabida.

Así las cosas, se entiende que la ex presidenta continúa representando a un núcleo duro que, más allá de lo amplio, no comprende ni a los sindicatos ni a la totalidad de los intendentes. En este esquema, la pregunta es quién sí contendría a todos.

MAGARIO Y RANDAZZO

La semana pasada se dio a conocer una encuesta de Analogías que presentaba a la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, con una intención de voto del 23,1 por ciento si se candidateara para una senaduría. La jefa comunal superaba a Elisa Carrió, con un 21,7 por ciento; Margarita Stolbizer, que obtuvo el 17,8 por ciento; Florencio Randazzo, con un 11,7 por ciento y Jorge Macri, con apenas un 3,5 por ciento. Los resultados abrieron la puerta a las especulaciones, no sólo porque la mostraban primera sino por el mero hecho de que hubiera sido encargada una encuesta que la colocaba en el lugar en el que, hasta ahora, se creía que podía ir Cristina.

Magario es la sucesora de Fernando Espinoza en La Matanza, el distrito más poblado de la provincia y, consecuentemente, de todo el país. Histórico bastión peronista, La Matanza pudo surfear a la ola Cambiemos en las elecciones de 2015. Además de ser una de las tres intendentas mujeres del terreno bonaerense, la matancera es la titular de la Federación Argentina de Municipios (FAM) que aglutina a 2200 municipios, aunque en los hechos su representación no es tanta.

Magario es cercana a Cristina, pero no forma parte del núcleo duro. Su jefe político, Espinoza, es el presidente del PJ provincial y fue candidato a vicegobernador en la interna que peleó Julián Domínguez. A su vez, integra el Grupo Fénix, del cual también forman parte Gustavo Menéndez (Merlo); Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas); Ariel Sujarchuk (Escobar), Santiago Maggiotti (Navarro), Marisa Fassi, (Cañuelas); Juan Ignacio Ustarroz (Mercedes); Walter Festa (Moreno); Francisco Echarren (Castelli); y Ricardo Curutchet (Marcos Paz). Es decir, la intendenta de La Matanza cuenta con territorio, sello y buena relación con el cristinismo. Además, cabe recordar que La Matanza se convirtió en un aguantadero K cuando Cambiemos arrasó con todo.

Si Magario llegase a encabezar la boleta del peronismo, Randazzo difícilmente tendría margen para una interna. El ex ministro del Interior y Transporte viene amagando con armar su lista propia. Su potencialidad es su alejamiento de la ex presidenta, pero si eso no le asegura aglutinar a todo el peronismo anti Cámpora, menos se lo asegura estando Magario en el tablero.

La semana pasada se lo vio a Daniel Scioli almorzando con intendentes del Grupo Esmeralda, el cual es liderado por Martín Insaurralde. Los “esmeraldos” son cercanos a Randazzo, pero eso no les impidió juntarse con el ex gobernador, lo cual hace pensar que las divisiones se van limando. La matancera podría sintetizar al peronismo, pero aun cabe preguntarse a quién beneficiaría y a quien perjudicaría un peronismo unido. Claramente, a Cambiemos le convendría un PJ explotado, ya que en un esquema de dos listas peronistas, una de Massa y otra por el oficialismo, el macrismo podría salir airoso. Pero también hay peronistas que sólo con una interna obtendrían un lugar de peso. Habrá que esperar a ver cómo se reparten las bancas.

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