El “albertismo” intenta levantar vuelo en la interna oficialista tras las críticas del kirchnerismo

Sugestivo almuerzo en San Telmo, que reunió a funcionarios, intendentes y dirigentes leales al Presidente

El encuentro fue definido por los participantes como un “almuerzo de camaradería”, pero el trasfondo político habría sido claro: la incipiente formación de una línea “albertista” dentro del Frente de Todos, luego de que el presidente Alberto Fernández recibiera cuestionamientos de sectores afines al kirchnerismo, rotulados bajo el eufemismo de “fuego amigo”.

Según pudo saber EL DIA de fuentes partidarias, la avanzada sobre el Presidente –expresada en las críticas de Hebe de Bonafini y Víctor Hugo Morales- habría activado una jugada que se habría demorada por decisión del propio Alberto Fernández: la intención de armar un grupo de leales para intentar tallar con más fuerza en la interna oficialista para fortalecer la autoridad presidencial.

Entre los comensales que ayer se sentaron a la mesa en una casona de estilo situada sobre la calle Bolívar en el porteño barrio de San Telmo, se habrían encontrado los ministros nacionales Santiago Cafiero, Gabriel Katopodis, Agustín Rossi y Nicolás Trotta; el gobernador tucumano Juan Manzur; el intendente Juan Zabaleta (delegado presidencial en el Conurbano) y el sindicalista Víctor Santa María.

Algunos de ellos, como Cafiero, aparecerían en la lista de los que recibieron cuestionamientos dentro de un sector del oficialismo por la supuesta parálisis de la gestión gubernamental.

La misma situación afrontarían -según voceros oficiosos- otros ministros como María Eugenia Bielsa (Hábitat), Daniel Arroyo (Desarrollo Social) y Claudio Moroni (Trabajo), todos mencionados en versiones y rumores de un futuro recambio del Gabinete, agitada -se supone- también dentro de la interna oficialista.

En el entorno presidencial, sin embargo, sostienen a todos los funcionarios “cuestionados”, especialmente a Cafiero. A su vez, Katopodis y Zabaleta ya habían dado muestras de independencia del kirchnerismo cuando acompañaron la candidatura de Florencio Randazzo en 2017 en la Provincia, en un armado del que participó el propio Alberto Fernández, antes de reconciliarse con Cristina Kirchner.

Un caso distinto es el de Agustín Rossi, un kirchnerista de paladar negro que salió a defender al Presidente tras los disparos de “fuego amigo” y que ayer apareció en el almuerzo del albertismo luego de haber compartido con el jefe de Estado un acto en el edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa.

Trotta se alineó con Alberto F. desde la campaña electoral.

De hecho, el ministro de Educación integra el grupo de afinidad de Víctor Santa María, el jefe del sindicato de los porteros, dueño del diario Página 12 y próximamente del Canal 9 de Buenos Aires. Junto al secretario general de la CGT, Héctor Daer, son los gremialistas más identificados con el Presidente, aunque eso no quiere decir que vayan a distanciarse de Cristina.

Del almuerzo que marcó la hora cero del albertismo no participaron Sergio Massa, el presidente de la Cámara de Diputados; ni el jefe del bloque Máximo Kirchner. De cara a las elecciones de 2021, el albertismo cuenta con sellos propios en territorio bonaerense –el partido PARTE, que lidera Claudio Ferreño- y en CABA, el Partido de la Victoria, de Juan Cabandié.

El equilibrio interno que necesita la coalición oficialista para transitar la pandemia y la grave crisis económica que atraviesa el país fue expresado ayer por el presidente del PJ, José Luis Gioja, quien repartió roles en el Frente de Todos: “Alberto es el capitán; Cristina la estratega”, definió el diputado sanjuanino. Y para ahuyentar dudas, sentenció: “Esto es irrompible”.

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