Radicales que piensan en 6,7,8

Radicales que piensan en 6,7,8

Tras quedarse con una sola gobernación, dirigentes del radicalismo analizan que una alianza con el PRO les permitiría ganar entre 6 y 8 provincias. Tienen expectativas en Córdoba, Tucumán, Formosa, Santa Cruz, Neuquén, Mendoza, Entre Ríos y Catamarca.

“Cuando las necesidades coinciden, no hay mucho más que pensar”, concluye un operador radical luego de recorrer una por una las provincias que, según dice, podría llegar a ganar la UCR en 2015 si finalmente se llega a un acuerdo nacional con el PRO. “Son alrededor de 6,7,8”, completa su análisis y esboza una sonrisa en busca de complicidad. Se trata de distritos grandes como Córdoba y Mendoza; otros intermedios como Tucumán, Entre Ríos y Neuquén, llegando a los más pequeños en términos electorales como Formosa, Catamarca y Santa Cruz. En aquellos en los que la elección se produzca desdoblada, el acuerdo provincial se volverá más sencillo, mientras que si son simultáneas la suerte estará ligada a la política de las alianzas del Frente Amplio Unen a nivel nacional. Sin embargo, la presión de los referentes territoriales, que verían disminuidas sus chances si el PRO les sale a competir con una lista propia, empieza a subir la tensión en la UCR y consecuentemente entre sus nuevos aliados.

Para analizar el escenario, hace unos días se produjo una cumbre partidaria de la que participaron Ernesto Sanz, Gerardo Morales, Mario Negri y Ricardo Alfonsín. Julio Cobos estaba invitado pero no pudo asistir.

Incluso en su peor momento, luego de la debacle de la Alianza, el radicalismo había logrado refugiarse en las provincias del interior, donde hasta 2007 mantenía unas 5 gobernaciones: Mendoza, Chaco, Río Negro, Catamarca y Corrientes. Hoy, con un partido ligeramente recuperado a nivel nacional, solamente les queda una, Corrientes, cuyo gobernador, Ricardo Colombi, se mueve totalmente al margen de la política fijada por el Comité Nacional. Algo similar fue ocurriendo con su red de intendentes. “El 2015 no es nuestro turno, no podríamos gobernar así como estamos. Tenemos que recuperar terreno y ver cómo peleamos en el 2019”, sostiene un hombre de la vieja guardia radical de la ciudad de Buenos Aires. Hasta ahora, el Comité Nacional que conduce Ernesto Sanz y la Convención Nacional, que preside Lilia Puig de Stubrin, no se expresaron con claridad sobre el tema. El cálculo de los radicales a favor del acuerdo con el PRO es coherente en términos pragmáticos. Si bien no pueden descartarse sorpresas, abrirle hoy la puerta a una primaria con el macrismo significaría prácticamente aceptar que Macri sea el candidato a presidente del espacio. Pero lejos de ser eso un problema, para ciertos radicales tendría varias ventajas. Por un lado, el jefe de Gobierno porteño tiene importantes recursos económicos para hacer frente a la campaña, que beneficiaría a los candidatos locales. Por el otro, se generaría la ruptura con Proyecto Sur, el GEN y Libres del Sur (no es seguro qué pasaría con el Partido Socialista), lo cual despejará lugares en las listas legislativas para los que sí acepten el acuerdo: la UCR y la Coalición Cívica, donde tenga representación.

Aun si Macri perdiera la elección general, la UCR ya habría ganado en términos cuantitativos en legisladores, intendencias y gobernaciones. Si le ganara al candidato del Frente para la Victoria y al Frente Renovador, tendría un alto grado de dependencia del radicalismo. Ayer, la senadora Gabriela Michetti dijo que le gustaría una fórmula que también entusiasma a muchos radicales: Macri presidente, Ernesto Sanz vice (ver aparte).

En Córdoba, el diputado radical Oscar Aguad y el intendente de la capital, Ramón Mestre, están a favor de un acuerdo “amplio”. Si bien no tiene chances de llegar a la gobernación por su cuenta, los votos que obtenga allí el referente del PRO Héctor Baldassi, podrían servirle a la UCR para retornar al poder tras 16 años de peronismo. En Tucumán, José Cano ya tiene conversaciones concretas para encabezar un frente de toda la oposición con la ilusión de destronar a José Alperovich. El agrodiputado formoseño Ricardo Buryaile tiene una amistad personal con Macri, quien lo apoyó en su campaña anterior. Buryaile es otro de los que pidieron públicamente sumar al macrismo.

Mendoza es un caso particular. El PRO manifestó allí su intención de competir en una primaria con el FA-Unen, que se acaba de lanzar. Los radicales tienen un partido fuerte, aunque no definieron aún su candidato. Los más claros son el intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, y la senadora Laura Montero. El macrismo, que no tiene mucho desarrollo en la provincia, sorprendió a todos con la elección de Gustavo Senetiner en la capital provincial, donde obtuvo un 25 por ciento de los votos.

En Entre Ríos, el FA-Unen se presentó esta semana con un guiño a Alfredo De Angeli. El senador nacional es un aliado del PRO y los radicales le piden que abandone al macrismo para jugar con ellos. El titular del comité provincial, Jorge D’Agostino, fue contundente: “Si el PRO entra a nivel nacional, entra en Entre Ríos”.

El intendente de Neuquén, Horacio “Pechi” Quiroga, es un radical que ha demostrado su versatilidad en materia de alianzas. Se reunió varias veces con Macri, y en estos días se mostrará junto a Massa. Es la mayor esperanza opositora para vencer al Movimiento Popular Neuquino, que gobierna hace 50 años. En provincias como Catamarca el PRO ya formaba parte del Frente Cívico y Social, que comanda la UCR. Si quieren recuperar el poder que está en manos de la kirchnerista Lucía Corpacci, no pueden soltar ningún cabo. El diputado santacruceño Eduardo Costa le ganó el año pasado al Frente para la Victoria por 18 puntos. Si bien el PRO no tiene allí estructura, la posibilidad de que arme una lista que se lleve los votos de Macri podría traerle complicaciones en su aspiración de llegar al poder.

En ese contexto, los motivos para un acuerdo parecen tener fuerza. Sin embargo, hay resistencias. En Santa Fe el acuerdo es muy difícil, ya que la UCR forma parte de la alianza de gobierno con el socialismo. En la provincia y en la ciudad de Buenos Aires también está lejos un entendimiento. “Si hay acuerdo con el PRO el partido estalla”, le escucharon decir a Ricardo Alfonsín, uno de los referentes de la UCR más claros en su rechazo al acercamiento con el macrismo. Julio Cobos se expresó hasta ahora en contra de sumar al PRO, pero dando libertad de acción en los distritos.

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