El peronismo se ordena para resistir: la trastienda del reencuentro de CFK y Axel Kicillof

El peronismo se ordena para resistir: la trastienda del reencuentro de CFK y Axel Kicillof

La expresidenta se prepara para la confirmación de la condena. El PJ, centro de la organización de las tribus. La aparición del gobernador, en foco.

 

Por Gabriela Pepe

“Muy bien, Axel, muy bien”. El excanciller Jorge Taiana abrazó con fuerza a Axel Kicillof, mientras este se abría paso hacia la silla que el cristinismo le reservó en la primera fila del auditorio del Partido Justicialista. Afuera, crecían los rumores que indican que la Corte Suprema confirmará en los próximos días la condena a Cristina Fernández de Kirchner. Adentro, el peronismo había logrado pausar su interna y cerrar filas detrás de la expresidenta.

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La presencia de Kicillof le puso el broche a una jornada agitada en la sede nacional del partido, ubicada en la calle Matheu. Desde temprano, militantes de gremios y agrupaciones coparon toda la calle. En el primer piso, se reunieron diputados, senadores, dirigentes territoriales y sindicales de todas las tribus peronistas.

El objetivo del encuentro fue definir los pasos a seguir en caso de que la Corte confirme finalmente la sentencia. “Organizar la resistencia”, definió Teresa García, la secretaria general del PJ y senadora provincial. García quedó a cargo de la coordinación de las acciones que se definirán en los próximos días. Algunas surgieron en el seno de la reunión: una marcha federal, acciones internacionales, denuncias de proscripción, paros generales.

El encuentro ya había dado muestras de unidad y resistencia colectiva, con la participación de cristinistas puros; dirigentes que responden a Sergio Massa, como los legisladores Diego Giuliano, Cecilia Moreau y Sabrina Selva; dirigencia más alejada del kirchnerismo, como la diputada Victoria Tolosa Paz y el diputado Leandro Santoro; exministro de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner; y dirigentes alineados con el proyecto de Kicillof, como el líder de la CTA Hugo Yasky, la legisladora Victoria Montenegro o el exministro de Salud bonaerense Daniel Gollán y dirigentes del Movimiento Evita, como Emilio Pérsico.

Las diferencias quedaron de lado. Las tribus celebraron las iniciativas. Fue Yasky quien propuso armar un comité por la liberación de Cristina, similar al que se organizó cuando Luiz Inácio Lula Da Silva estuvo preso en Brasil. Antes de asistir, el dirigente gremial se comunicó con Kicillof, que ya tenía previsto encabezar un encuentro del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), en La Plata.

El peronismo, a la espera de la condena

A las 17.30, el auditorio ubicado en el primer piso del PJ estaba colmado. Para las 18 estaba anunciado el comienzo del acto, encabezado por Cristina, para homenajear a los fusilados en los basurales de José León Suárez, hace 69 años, mientras el peronismo organizaba la resistencia tras el derrocamiento del Juan Domingo Perón. La presentación estaría a cargo del exdiputado del Movimiento Evita Leonardo Grosso, organizador del evento.

Ubicados en las primeras filas estaban los familiares de los fusilados, los senadores cristinistas Oscar Parrilli, Anabel Fernández Sagasti, Eduardo de Pedro y Juliana di Tullio, los intendentes Federico Otermin, Federico Achaval, Mayra Mendoza, Gustavo Menéndez y Gastón Granados, e históricos del peronismo como el exdiputado Carlos Kunkel o la exministra Nilda Garré. También estuvieron el senador Mariano Recalde y el jefe del bloque del peronismo en Diputados, Germán Martínez.

El tema de conversación era ineludible. El peronismo cree que Cristina tiene los días contados en libertad. Tal vez no sea este martes, como anuncian los grandes medios, pero la Corte confirmará la sentencia. “Van a esperar a que estemos un poco más distraídos, tal vez la semana próxima o la otra”, arriesgaba un hombre del partido que tiene diálogo con el sector judicial.

“Le van a colgar una cucarda, la van a hacer mártir”, arriesgó otro hombre de larga trayectoria en el peronismo. “El discurso de hoy va a ser histórico, porque va a ser uno de los últimos de Cristina en libertad”, se lamentaba un colaborador de la expresidenta.

También aparecían las especulaciones sobre la incidencia del gobierno de Javier Milei en la cuestión judicial. Las opiniones se dividían entre quienes pensaban que el Gobierno no empujaba el fallo y los que pensaban que, además, Milei se vería perjudicado por la situación. “Pude haber una rebelión social que no se sabe dónde termina. Y, encima, a Milei se le arma un problema político que él ni siquiera promovió”, analizaba un hombre de confianza de Cristina.

Axel Kicillof, de La Plata a Matheu

Mientras todos esperaban por la expresidenta, desde La Plata llegó la noticia. Kicillof estaba por salir de la gobernación rumbo a la sede del PJ junto a una comitiva de dirigentes propios e intendentes que decidieron participar del acto. “Hay que estar, dada la gravedad de la situación”, les dijo el gobernador a los propios.

La sede de Matheu se revolucionó. Los organizadores salieron disparados a buscar sillas y trataron de hacer lugar en el salón para Kicillof y la vicegobernadora Verónica Magario. “Siéntenlos en la primera fila”, ordenó el equipo de confianza de Cristina. El gobernador ingresó al auditorio a las 18.40, acompañado por los intendentes Andrés Watson, Mariano Cascallares, Fernando Espinoza y Mario Secco, entre otros, y todo su gabinete, los ministros Carlos Bianco, Andrés Larroque, Gabriel Katopodis, Walter Correa y la jefa de asesores Cristina Álvarez Rodríguez, integrantes del sector que lo acompaña en su movimiento independentista de la conducción de Cristina.

Todos habían estado reunidos en La Plata, donde decidieron que no podían faltar al encuentro del PJ. Los intendentes habían dado el primer paso en un chat compartido. “Es todo muy grave, hay que ir”, definieron. Una señal de apoyo a Cristina sin abandonar la construcción del espacio propio.

En el auditorio, Kicillof recibió felicitaciones, como la de Taiana, y también algún tirón de orejas. “Cuánto les falta para entender que no fue magia, nos conduce una mujer”, cantaron los integrantes de La Cámpora apenas el gobernador cruzó la puerta. Hubo gestos incómodos. “Estuvo bien en venir Axel, es importante este gesto de unidad en este momento”, celebró un hombre de la plana mayor del partido. "El aire se cortaba con cuchillo", admitió un jefe comunal.

Cristina llegó al partido una vez que todos esperaban en el auditorio. Entró por el estacionamiento y subió directo al primer piso, donde fue recibida con una ovación. Se mostró “entera” frente a su eventual condena y se dedicó a hablar de la reorganización del peronismo. Con Kicillof no compartió ningún momento en privado. En el entorno del gobernador dijeron que ya habían hablado por teléfono. Kicillof bajó directo del primer piso hacia el garage.

Aunque no lo nombró en su discurso, “lo raspó un poquito”, admitieron dirigentes del Instituto Patria. Fue cuando dijo que la unidad también “requiere desprendimientos personales”. “La unidad, siempre y cuando el primero sea yo, no sirve, así no se construye. Se construye sin importar quién sea el primero o la primera. Tiene que ser una unidad que asegure la construcción de la victoria, como lo hicimos en el 2019”, dijo la expresidenta.

Muchos en el auditorio lo interpretaron como un golpe a Kicillof, aunque lo minimizaron. “Es gobernador de la provincia de Buenos Aires, esto es una pavada, es una discusión política nada más”, definió un ministro provincial.

Los próximas días de CFK

“Va a pasar, seguramente va a pasar”, dijo la expresidenta para referirse a su condena. Ya no le quedan esperanzas de que la Corte revierta su situación, aunque no mostró desazón. Alentó a los propios a avanzar en la resistencia y en la organización. Cerca de Sergio Massa dicen que organizan un encuentro conjunto para los próximos días.

Cuando terminó el acto, Cristina salió a la calle para hablarle a la militancia, que esperaba impaciente para mostrarle su apoyo. “Volvamos a ser militantes políticos, que eso siempre nos hizo grandes y nos hizo construir grandes victorias”, alentó desde la sede de Matheu, en el día de la resistencia peronista.

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