Por FERNANDO CIBEIRA

"A mí me piden que defina los ministros mientras el otro candidato habla con los perros y nadie le dice nada", se quejó Sergio Massa, con algo de razón, en medio de otro reportaje de guerra de estos últimos días, en esta ocasión con la Cadena 3 de Córdoba. Con todo, el candidato dejó una definición importante: dijo que si gana en el balotaje del 19 de noviembre, el ministro de Economía "no va a ser de mi fuerza política, va a ser alguien de otro sector”. La idea, a pocos días de las elecciones, sirvió para activar una danza de nombres de posibles ministros, casi todos ellos de buena relación con los mercados y una mirada cercana a la ortodoxia. El más mencionado fue Carlos Melconian, de quien Massa se preocupó en hablar bien aún cuando arreciaban las acusaciones en su contra por unos audios que no lo dejaban bien parado. Curiosamente, Melconian hubiera sido el ministro de Patricia Bullrich en caso de que hubiera ganado, por eso muchos lo descartaban. La lista de posibles era extensa. 

A la búsqueda del electorado de centro, Massa decidió dar entrevistas a medios de la oposición que le plantearon un interrogatorio de tono hostil. Primero pasó por la señal La Nación + y ayer fue el turno de la cordobesa Cadena 3, en el periplo de casi dos días que realizó por la provincia, que pinta como una de las más complicadas para la segunda vuelta. Más allá del tono en el que se desarrollaron los reportajes, Massa dejó definiciones. Por ejemplo, que no habrá devaluación luego de las elecciones y que el llamado cepo al dólar seguirá hasta fin del año que viene. Para el diálogo de ayer se guardó la sorpresa de que, en el marco del gobierno de unidad nacional que viene planteando, el ministerio de Economía -nada menos- estará en manos de un especialista que no pertenece a su fuerza política, con el que ya habló. No aclaró si se refería al Frente Renovador o a Unión por la Patria. Lo más lógico es pensar que se refería a alguien por afuera de la coalición oficialista.

Massa ya había dado una primera sorpresa en Córdoba al presentarse junto al ex gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, desde hace tiempo alejado del peronismo, quien le manifestó su apoyo. Pero esa incorporación no generó el nivel de expectativa que disparó la posibilidad de un ministro extrapartidario. Los rumores de un acuerdo con Melconian surgieron desde el momento que Massa lo defendió cuando se conocieron unos audios de la época que el economista dirigía el Banco Nación, por los que le llovieron críticas. "Eso es basura", salió Massa entonces, y aseguró que el economista era "un profesional de la puta madre". La semana pasada se habló de un encuentro reservado entre Massa y Melconian y, casi al mismo tiempo, se conoció la decisión de la Fundación Mediterránea de desvincularlo de su equipo. De esa manera, le quedaron las manos libres para un acuerdo.

 

 

Pese a que Cristina Kirchner contó hace un tiempo que había tenido una reunión con Melconian, muchos dirigentes de Unión por la Patria veían muy rara la posibilidad de que terminara como ministro de Economía la misma persona que proponía Bullrich, quien encima terminó apoyando a Javier Milei. "Tal vez puede ocupar un lugar, pero no lo veo como ministro", imaginaba un funcionario de diálogo cotidiano con Massa. Una posibilidad era que se lo designara al inicio de la gestión para llevar a la práctica el famoso plan de estabilización que serviría para equilibrar las variantes macroeconómicas . Que luego de esa tarea, que seguramente le significará un gran desgaste, le dejaría su lugar a otro economista. En ese caso, la intriga era porqué Melconian querría cargar con ese desgaste.

 

 

Pero no era el único nombre vinculado a Juntos por el Cambio que circuló ayer, luego del anuncio de Massa. Por extraño que pueda sonar, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y su referente económico, Hernán Lacunza, también aparecieron en el radar. Consultado por medios macristas, Rodríguez Larreta reiteró que su idea es no formar parte de un próximo gobierno y que no aceptará integrar ningún futuro gabinete. Lacunza, último ministro de Mauricio Macri, viene siendo muy crítico de la gestión de Massa al frente de la cartera económica.

 

 

Vale recordar que, días atrás, Massa también adelantó que el ex ministro Roberto Lavagna tendría algún rol en su gobierno. Seguramente no en el día a día, dado que Lavagna ya superó los 80 años de edad, pero sí de consulta y de coordinación de tareas. Si esto se cumple, no sería ilógico que quien quedara a cargo del ministerio fuera algún economista cercano. De ellos, quien hoy milita afuera de Unión por la Patria es el ex presidente del Banco Central Martín Redrado, quien también se había integrado al equipo de Rodríguez Larreta en el área de política exterior. Desde ese lugar, Redrado se mostró crítico de la dolarización que propone Milei. Redrado formó parte durante un tiempo del Frente Renovador, así que en su caso no sería lejano a Massa.

 

 

Además de estos, la nómina la completaban tres economistas vinculados al radicalismo. Uno de ellos era Eduardo Levy Yeyati, quien de la mano de Gerardo Morales se había integrado a los equipos de Rodríguez Larreta y luego apoyó la candidatura de Bullrich. El economista, profesor de la Universidad Di Tella, también se mostró contrario a la dolarización pero sí a favor de un plan de estabilizar. Los otros mencionados eran Marina Dal Poggeto y Martín Rapetti, quienes conformaron el equipo de especialistas de Facundo Manes mientras mantuvo su candidatura. 

 

 

Ambos fueron sondeados por Massa en agosto del año pasado, cuando transpiraba para encontrar un viceministro, cargo que finalmente ocupó Gabriel Rubinstein. Dal Poggeto trabajó junto al ex viceministro Miguel Bein y hace un tiempo fundó la consultora Eco Go. Desde hace tiempo escribe en los medios sobre la urgente necesidad de medidas de estabilización de la economía. Rapetti, en tanto, fundó con Diego Bossio la consultora Equilibra y siempre mantuvo un vínculo cercano con Massa. Los caminos políticos de ambos se bifurcaron para las elecciones porque mientras Rapetti quedó en la vereda radical, Bossio se unió al peronismo disidente de Juan Schiaretti. Queda poco para las elecciones y la ansiedad por conocer a los posibles funcionarios ya comenzó.