Javier Milei lo hizo: crisis de identidad en la oposición

Javier Milei lo hizo: crisis de identidad en la oposición

Lousteau, Rodríguez Larreta, Capitanich y Rossi piensan en 2025. ¿Se suma Schiaretti? El PJ se redefine. Mauricio Macri y las caras nuevas del PRO.

 

Por Gabriela Pepe

“Nos modernizamos para ser competitivos de nuevo o nos quedamos con una pyme”. Una senadora peronista sintetiza así la encrucijada que desvela al PJ y que sobrevoló el último Congreso Nacional, que se celebró en Ferro. Entre pases de facturas internos, el triunfo de Javier Milei empujó al partido a una crisis de identidad y de debate sobre el rumbo y las referencias.

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Pero el problema no es solo del peronismo. La irrupción del libertario, el discurso y su forma de gobierno sumieron en el desconcierto absoluto a la clase política tradicional, que no encuentra explicaciones a la paciencia que la sociedad demuestra frente a un ajuste que el Presidente describió como “el mayor de la historia”.

En medio de la crisis, Mauricio Macri busca nuevas caras para ofrecerle al electorado en fuga del PRO, Horacio Rodríguez Larreta insiste por el centro, Martín Lousteau se planta con la bandera de la identidad radical y el peronismo, cruzado por internas feroces, diseña una posible renovación.

 

 

La vuelta de Capitanich y el manual de renovación

Desde que dejó la gobernación de Chaco, en diciembre, Jorge Capitanich terminó dos tesis, un libro y un manual para la renovación peronista. El proyecto incluye un plan de afiliaciones masivas, la creación de unidades básicas digitales y el diseño de normas para lograr que el Consejo Nacional del partido mantenga reuniones semanales para llegar a acuerdos básicos en base a una identidad nacional, que hoy parece perdida.

Capitanich se reunió en los últimos días con varios dirigentes que forman parte del Consejo Nacional del partido, que impulsan su nombre como posible coordinador de la Comisión de Acción Política cuya creación se anunció durante el Congreso de Ferro. El chaqueño entregó el plan y espera las definiciones de la integración de la mesa, que se definiría en las próximas dos semanas.

Jorge Capitanich presentó un plan para la renovación del peronismo.

En las conversaciones sobrevoló una preocupación central: ¿a quién le habla el peronismo, a qué sujeto representa? La sola celebración de la última reunión del Consejo partidario le mostró a la plana mayor del partido la ausencia de cuadros jóvenes – apenas había tres sub50 - y la presencia de pocos gobernadores. Una distancia abismal con el poderío que el partido tuvo no hace tanto tiempo, entre 2011 y 2015, cuando mandaba en 18 provincias.

El peronismo conserva ahora el distrito más grande del país, Buenos Aires, en manos de Axel Kicillof, que está acosado por internas propias, bajo el fuego de La Cámpora y del massismo. La disputa bonaerense es la piedra en el zapato del resto del aparato partidario. Gobernadores y legisladores nacionales se fastidiaron por el protagonismo que el conflicto tuvo en el Congreso de Ferro, que quedó evidenciado en los discursos y hasta el armado del escenario.

La gran interna del peronismo

La integración la mesa de Acción Política se definirá en las próximas dos semanas. Los nombres están en plena discusión entre quienes creen que debe tener un número acotado de integrantes, para hacerla más ejecutiva, y los que impulsan una participación amplia, con presencia de todos los sectores.

De la conducción y la amplitud de la representación dependerá su poder de convocatoria. Una conducción demasiado ligada al kirchnerismo expulsará a los sectores que hoy están afuera del partido. Como contó Letra P, la plana mayor del PJ pretende impulsar el regreso de figuras como Miguel Ángel Pichetto, Juan Manuel Urtubey y Sergio Massa, que se concentra en reforzar su espacio, el Frente Renovador, pero es parte de las conversaciones sobre el futuro del peronismo. ¿Hay sobrevida política para Massa después de la derrota? La pregunta circula entre la dirigencia.

Pero los cañones de Matheu 130 apuntan, particularmente, a promover el regreso del peronismo cordobés, liderado por el gobernador Martín Llaryora y su antecesor, Juan Schiaretti, que no darán señales de acercamiento al PJ mientras el partido siga bajo el dominio kirchnerista. En la conducción del partido entienden que el posible acercamiento de Llaryora dependerá, además, del éxito o fracaso del gobierno de Milei y su consiguiente impacto en el electorado cordobés, y del perfil y del discurso que pueda tener Schiaretti si decide ser candidato a diputado en 2025.

Aunque voces cercanas al exgobernador aseguran que hasta el momento no evalúa esa posibilidad, dos dirigentes que conversaron con Schiaretti en las últimas semanas vaticinan que su nombre estará en la boleta en año próximo. Las listas 2025 también tendrán otros viejos nombres conocidos. Capitanich ya se anota como candidato a senador nacional por la provincia de Chaco, mientras que Agustín Rossi pretende estar en la lista de diputados nacionales por Santa Fe.

Pero la definición de las listas será el resultado de un ordenamiento previo. En el peronismo hay un acuerdo mayoritario de que la discusión entre sectores terminará en una gran elección interna, que podría celebrarse en octubre o noviembre de este año o, como empujan algunos dirigentes, podría patearse para marzo de 2025, más cerca del comienzo del armado de listas para las elecciones legislativas. ¿El PJ tiene presupuesto para semejante despliegue? En la mesa ejecutiva del Consejo aseguran que sí.

Larreta vuelve por el centro

Después de meses de cultivar el bajo perfil, Larreta reapareció en los últimos días con dos declaraciones que marcaron oposición al Gobierno, una de repudio a la dictadura militar, y otra de reivindicación de la educación pública y, en particular, de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, apuntada por Milei.

En el PRO ya es sabido que el exjefe de Gobierno trabaja en el armado de un espacio de centro, más cercano a la Coalición Cívica y a la UCR que a Macri. El expresidente le ofreció a Larreta formar parte de la nueva estructura del partido que se definió hace dos semanas, pero el exjefe de Gobierno lo rechazó. En su entorno piensan en una posible candidatura a senador por la Ciudad en 2025. Es una incógnita si será por fuera de la estructura partidaria del PRO, donde Jorge Macri buscará promover un candidato propio.

El exjefe de Gobierno cree que la suerte del PRO estará indisolublemente atada a la de La Libertad Avanza (LLA), que Milei ya se “comió” al electorado macrista y que los dos espacios confluirán en un frente electoral en 2025. Repite la frase que ya es vox populi en la política, que reza que “si a Milei le va a bien, el PRO va a ser la Ucedé del menemismo” y “si le va mal, va a ser como el Frepaso de la Alianza”. En cualquiera de los dos casos, tiende a la desaparición.

Larreta piensa que, una vez que la sociedad se desencante, el péndulo no irá desde la derecha hacia el peronismo o la centroizquierda, si no que habrá lugar para una opción de centro. En eso trabaja con Lilita Carrió y radicales como Lousteau o Facundo Manes. Algunos de los dirigentes que sueñan con el triunfo del centro, como Emilio Monzó, temen que el desenlace sea otro y que, ante un fracaso de Milei, la sociedad decida caminar hacia el extremo opuesto y eso termine en un triunfo de la izquierda peronista.

Macri impulsa nuevas caras

Como contó Letra P, Macri estaría dispuesto a impulsar un acuerdo electoral con LLA, pero antes esperará a ver los resultados de la gestión de Milei, que empezaron a preocuparle. ¿Todavía está a tiempo de diferenciarse del libertario, después de haberle dado su apoyo público? En las próximas semanas, el flamante titular del PRO podría aprovechar para marcar algunas discrepancias.

Por lo pronto, en la nueva conformación de la estructura partidaria, Macri aprovechó para propiciar el encumbramiento de dirigentes jóvenes, como la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, el santiagueño Facundo Pérez Carletti, nuevo secretario general, o el exintendente de Pinamar Martín Yeza. Macri piensa que el partido también debe mostrar caras nuevas, frente al sentimiento anticasta imperante a partir del triunfo de Milei. El libertario también empuja la limpieza en el PRO.

Lousteau y la identidad radical

“Como decía Federico Storani en el menemismo, ‘estamos en contra de este modelo, aun si le sale bien’. Porque eso va a significar que la mitad de la población va a quedar afuera del sistema”. La cita al histórico dirigente radical es, palabras más palabras menos, la línea que marca el rumbo en el búnker de Lousteau, que ya eligió su lugar frente al gobierno de Milei.

En particular, después del rechazo al DNU 70/2023 en el Senado, el presidente de la UCR quedó posicionado como uno de los más críticos al libertario. La postura se profundizó con la marcha del 24 de marzo y el debate sobre el rol de la universidad pública.

Lousteau coincide con Larreta en que Milei llegó para romper el sistema político y que su aparición lo dejará reconfigurado, ya no en términos de kirchnerismo y antikirchnerismo, si no de mileismo y antimileismo. “Y nosotros no tenemos nada que hacer con un tipo que dice que el Estado no tiene que existir”, resumen cerca del senador, que entró en tensiones con una porción de la UCR que se ubicó más cerca del Presidente.

El economista entiende que los gobernadores tienen limitaciones para maniobrar porque tienen que administrar sus provincias y necesitan el giro de fondos por parte de la Nación. En cambio, desde su banca, él tiene margen para “defender la identidad del partido”, de cara a las elecciones 2025. Lousteau piensa que el ajuste del libertario “todavía no empezó” y que lo que viene es mucho peor que el escenario actual.

En modo elecciones 2025

Las especulaciones sobre el armado de cada partido de cada espacio tienen un denominador común. Unos y otros ya se alejaron de las hipótesis de un posible estallido social que vaticinaron durante el verano para “marzo o abril”, cuando empezaran a sentirse los efectos del ajuste. “Era una expectativa infantil, eso de decir que la gente iba a reaccionar. Hoy nadie habla de eso”, apunta una primera línea del PJ, que piensa en el armado 2025. Los números de la mayoría de las encuestas van en ese sentido.

A pesar de la motosierra y la licuadora, el Presidente todavía cuenta con el apoyo de la mitad del electorado. Como reveló el domingo pasado este portal, Karina Milei ya puso en marcha el armado nacional de LLA e impulsó el registro del sello partidario en diferentes provincias.

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