Diputados convirtió en ley el cambio de sede para el pago a bonistas reestructurados

Diputados convirtió en ley el cambio de sede para el pago a bonistas reestructurados

Con 134 votos a favor, 99 en contra y 5 abstenciones la Cámara Baja aprobó luego de un debate de más de 15 horas, el proyecto promovido por la Casa Rosada para evitar el fallo de Griesa. En el inició de la sesión de ayer, hubo gritos y abucheos de sindicalistas ubicados en los palcos hacia los opositores

La sesión de la Cámara baja que comenzó pasado el mediodía de este miércoles, cuando el oficialismo superó los números necesarios para el quórum terminó a las 5.47 de hoy. El por ahora kirchnerista Martín Insaurralde y el sindicalista opositor Facundo Moyano fueron dos de los dirigentes que se sentaron en sus bancas y habilitaron el inicio del debate.

La sesión se inició con la aprobación de la continuidad del programa militar en Haití, de manera que las fuerzas enviadas permanecerán en la misión de "estabilización" de la ONU. Luego, minutos después de las 14, el cuerpo se abocó a tratar el tema central.

Si bien el oficialismo tendría garantizados los votos para sancionar la denominada Ley de Pago Soberano de Deuda, la UCR, el Frente Renovador, el FAP y Unión Pro anticiparon el rechazo en general al proyecto. Según adelantaron algunos de sus dirigentes, las fuerzas no kirchneristas sólo acompañarán el artículo incorporado en el Senado que prevé la creación de una comisión bicameralpara investigar el origen y la evolución de la deuda.

 

La voz cantante del oficialismo la llevó Roberto Feletti, quien aseguró que la medida defiende la "autonomía" del país. "Como no podemos pagar con esta ley, intentamos pagar en Argentina o en Francia", dijo. Una línea similar sostuvieron la mayoría de sus correligioanarios.

Para la UCR, el bonaerense Miguel Bazze, vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, advirtió que "a partir de esta ley estamos debilitando sin ninguna duda la posición del Estado

argentino, nos estamos haciendo cargo de la responsabilidad, estamos incorporando la posibilidad de que se nos demande por no cumplir como corresponde con los contratos".

En nombre del PRO, Pablo Tonelli aseguró que "la verdadera solución" al conflicto con los holdouts "es acatar la sentencia" del juez Thomas Griesa, mientras que la UCR insistió en que "no es necesaria" la aprobación de la ley. 

Federico Sturzenegger (PRO) por su parte advirtió que, si el Congreso aprueba el proyecto del Gobierno, "comete un error" y aseguró que "no es el camino por el cual la Argentina va a recuperar la inversión y el empleo".

"Las señales que da el Estado argentino es que no está dispuesto a cumplir con las reglas del juego que ese mismo Estado se impuso", sostuvo el legislador y estimó que ello implicará que "en el

futuro, el financiamiento que obtenga la Argentina y que lo vamos a necesitar, va a ser más caro y más oneroso".

El ex ministro Martín Lousteau, ahora en el Frente Amplio Unen, afirmó que el proyecto "no resuelve" la situación de los bonistas que entraron al canje, cuestión que también señaló la massista Graciela Camaño.

La postura del Frente Renovador fue explicada por Darío Giustozzi con duras críticas a la "impericia" del Gobierno. También se pronunció el ex gobernador Felipe Solá. En el debate no estuvo presente Sergio Massa, ausencia que fue denostada por el kirchnerismo.

 

 

El diputado Andrés Larroque (FpV) admitió que el bloque oficialista "hubiera querido que se desarrolle de otra manera". Y apuntó a la oposición de "ponerse en el lugar de los buitres" y acusó que "para los diputados opositores, salvo excepciones, la contradicción principal no es la defensa de la patria, sino es oponerse al Gobierno. Por eso hoy la están pifiando como la han pifiado tantas veces", agregó. 

Además llamó a la reflexión a los diputados opositores que se oponen al proyecto de ley. "Le están haciendo un daño a la Patria no acompañando este proyecto. Siempre eligen llamarnos al pasado y cuando eligen llevarnos al pasado hacen el ridículo" y expresó que "hay 124 gobiernos que entienden lo que ustedes no entienden. Este fue el gobierno que arregló los descalabros que dejaron los gobiernos anteriores", concluyó.

 

En tanto, la diputada Elisa Carrió anunció que abandonará el recinto cuando haya que votar. Minutos después de iniciado el debate, la legisladora publicó en su cuenta de Facebook su punto de vista respecto a la deuda. "El desacato es peor que el default, me voy del Recinto a la hora de votar porque siento vergüenza de un Parlamento que aplaude el acuerdo de Argentina con Irán, violando los derechos de las víctimas y que ahora va a aplaudir el desacato de una sentencia judicial. No pertenezco a la Argentina que siempre se pone al margen de la ley".

"Tampoco quiero votar en contra porque la situación es extremadamente difícil y alguien tiene que preservarse para la Argentina que viene. Yo viví el default declarado en el 2001 por Rodríguez Saá, y el aplauso de toda la Cámara, sentada en mi banca, angustiada y atónita por la irresponsabilidad y la locura", señaló

La sesión especial pedida por la jefa del bloque oficialista, Juliana Di Tullio, se prolongó a lo largo de toda la madrugada por el número de diputados que se pronunciaron en el recinto sobre la situación de la Argentina con los llamados "fondos buitre".

 

El proyecto oficial obtuvo dictamen ayer en un plenario de las comisiones de Presupuesto, Finanzas y Peticiones, Poderes y Reglamento, con la presencia del ministro de Economía, Axel Kicillof; el secretario legal y técnico, Carlos Zaninni, y la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona.

 

Fervor en los palcos

 

La presencia de miembros del gremio SMATA en los palcos que coronan el recinto alteró el ritmo normal en el inicio de la sesión y fue cuestionada por el presidente del bloque radical, Mario Negri, quien pidió explicaciones –sin éxito– al titular del cuerpo, Julián Domínguez.

 

 

En el tiempo asignado al planteo de cuestiones de privilegio, trabajadores de SMATA, a quienes el titular de la Cámara, Julián Domínguez, les había pedido que guardaran sus banderas, silbaron al diputado del Frente de Izquierda Nicolás del Caño cuando denunció el ataque físico que sufrió el jueves último cuando se manifestaba junto a trabajadores contra el cierre de la empresa Lear en la autopista Panamericana.

 

La comisión interna de izquierda de Lear está enfrentada en el conflicto a la conducción del gremio metalmecánico, por lo que la reprobación al diputado de izquierda desde los palcos se expresó con abucheos y comentarios descalificatorios.

 

A la cuestión planteada por Del Caño se sumó luego, entre otros, el jefe del bloque radical, Mario Negri, quien con ironía, tras manifestar su solidaridad con su colega, preguntó a la presidencia de la Cámara si la gente de SMATA estaba en los palcos "por las 15 mil suspensiones" denunciadas en el sector.

 

Negri le dijo a Domínguez: "Está muy bien organizada la seguridad en esta Cámara, debería explicarnos a qué obedecen todas las gradas llenas en este momento y esta presencia. Usted sabe de qué estoy hablando".

 

Además, le señaló que "a ningún bloque se le avisó que podía traer invitados", por lo cual advirtió que la presencia de miembros de SMATA estaba "prenunciando una sesión tormentosa y violenta". Domínguez escuetamente explicó que "la respectiva lista (de invitados) ha sido solicitada por los diputados con nombre y apellido".

 

Los abucheos volvieron cuando Facundo Moyano hizo uso de la palabra, cuestión que motivó la interrupción por unos minutos de la sesión. Y se repitió luego con el discurso de Néstor Pitrola.

Comentá la nota