La cúpula de Pro intentó dar una señal de unidad frente a la crisis cambiaria y articular la estrategia electoral

La cúpula de Pro intentó dar una señal de unidad frente a la crisis cambiaria y articular la estrategia electoral

Macri reunió a Larreta, Bullrich y Vidal en San Isidro después de los cruces por la Ciudad; no hubo definiciones sobre las candidaturas, pero intentaron exhibir cohesión interna ante la incertidumbre económica y el crecimiento de Milei; acordaron avanzar con el ingreso de Espert a JxC

 

Matías Moreno

Los referentes de Pro se reunieron hoy en un intento de frenar la escalada del conflicto interno que provocó la decisión de Horacio Rodríguez Larreta de convocar a “elecciones concurrentes” en la ciudad de Buenos Aires, una medida que Mauricio Macri, su exmentor, calificó de inconsulta. Tras una extensa cumbre en San Isidro, que fue encabezada por el expresidente, buscaron dar por cerrada la polémica en torno a la doble votación en el distrito porteño con el propósito de enviar una señal de unidad ante la inestabilidad cambiaria y el crecimiento de Javier Milei en los sondeos.

A lo largo de la conversación, analizaron la situación financiera y la disparada del dólar blue, en la antesala de la reunión del próximo martes de la mesa nacional de Juntos por el Cambio con los economistas del espacio que diseñan el plan de gobierno. A su vez, debatieron la estrategia electoral con vistas a los próximos comicios. No hubo definiciones sobre las candidaturas, pero concordaron en que deberán articular la política y coordinar una narrativa económica para consolidarse como una alternativa de gobierno y evitar el desgaste de las fricciones internas. De hecho, consensuaron avanzar con la incorporación de José Luis Espert a JxC, que ya fue aprobada por el resto de los socios del frente opositor. Ese fue uno de los temas centrales en la cumbre en San Isidro. Y el punto que provocó más rispideces.

El encuentro entre los jefes opositores, que se extendió durante más de dos horas, se realizó en la casa del exministro Jorge Triaca y contó con la presencia de los aspirantes presidenciales de Pro: Larreta, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal.

Tras una semana turbulenta para el Gobierno por la tensión cambiaria, los líderes de Pro intentaron exhibir un gesto de distensión ante la opinión pública con el objetivo de dar certidumbre. De hecho, posaron para una foto conjunta. Ese fue el mensaje más potente de la reunión en la que no hubo definiciones resonantes. Por caso, Vidal mantiene latente la posibilidad de subirse al ring electoral. Quienes la tratan a menudo dicen que la decisión es personal, pero toma fuerza la chance de que anuncie durante los próximos días que no será candidata a presidenta. ¿Jugará en la ciudad, como le piden sus íntimos? Esa maniobra podría activar un nuevo conflicto en Pro, ya que Jorge Macri no contempla desactivar su proyecto para suceder a Larreta.

En la previa del cónclave, todo indicaba que el asunto más álgido sería la discusión por el armado en la Ciudad, pero, finalmente, no lo abordaron en profundidad. Incluso, según pudo reconstruir LA NACION, la mayor parte de la reunión transcurrió en un clima de camaradería, pese a que hubo reproches cruzados por las decisiones inconsultas. Hasta fluyeron bromas sobre la superpoblación de candidatos en la grilla de Pro en el distrito porteño o sobre el armado bonaerense. ¿Macri dio por concluido el enfrentamiento con Larreta? Por lo pronto, se impuso la idea de descomprimir y recomponer los vínculos para lograr una mayor sinergia. Es que los jefes de Pro entendieron que estaban frente a un punto de inflexión por la proximidad del cierre de listas y la crisis.

Está claro que los líderes de Pro temen una fuga de votos ante la irrupción del libertario en el escenario. Visualizan que la marca de JxC no crece pese al desgaste que sufre el Gobierno por el declive económico. Es decir, la coalición opositora no capitaliza el desmoronamiento del PJ ni cautiva a los desencantados con el oficialismo. Los jefes de Pro procuran mostrarse amalgamados para ser la contracara del Gobierno y no reflejar una imagen similar a la del experimento del Frente de Todos, cuya gestión quedó atrapada en la pelea entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández.

Las figuras de Pro asistieron al cónclave en San Isidro acompañados por dirigentes de su confianza. Macri estuvo escoltado por Fernando De Andreis, Larreta fue con Diego Santilli; Bullrich, con Federico Angelini, y Vidal, con Cristian Ritondo. Allí también estuvo Hebe Casado, la compañera de fórmula de Alfredo Cornejo, que grabó un video con los referentes de Pro en un mensaje a Omar de Marchi.

Durante la charla en la casa de Triaca, analizaron el escenario electoral y la manera de neutralizar a los libertarios. En ese punto concordaron en acelerar la inclusión de Espert. Hubo una discusión tensa a la hora de tocar el asunto. Después de que la UCR, la CC, Miguel Pichetto y Larreta dieran el visto bueno al pase de Espert a JxC, Bullrich aceptó el ingreso del economista y decidieron avanzar con el tema. Consensuaron que conformarán una mesa de Pro, en la que no estarán los candidatos a presidente, que tendrá la misión de reunirse con Espert para definir los términos de su incorporación. En ese marco, ratificaron la voluntad de Pro de ampliar a JxC, pero en el ala dura del partido quieren saber antes cuáles son los planes de Espert. En otras palabras: si desea competir en la provincia, como sostuvo hasta ahora, o piensa disputar la Presidencia. En rigor, Bullrich y sus aliados desconfían de un presunto intento del jefe porteño de instalar a Espert en la interna nacional de JxC para estorbar su armado y quitarle adhesiones a su boleta. Cerca suyo despotrican contra el jefe porteño: lo acusan de “financiar” o plantar candidaturas en el tablero para perjudicar a rivales internos o negociar con sus socios, como ya hizo en la ciudad, argumentan los laderos de la exministra, con Fernán Quirós o Soledad Acuña. Por su parte, el larretismo dice que el espacio necesita exhibir una oferta liberal para contener a Milei. Bullrich cree que Espert podría ser competitivo en Buenos Aires y colaborar en ese territorio con un triunfo de Juntos. Sin embargo, los leales a Larreta dan por hecho que se sumará a JxC y será candidato a presidente.

El Pro tampoco logra aún articular la estrategia en la provincia, donde intendentes propios piden ordenar la interna por temor a perder el control de sus distritos. En el macrismo evalúan con preocupación la chance de que Axel Kicillof desdoble la elección general -o aplique el sistema concurrente-, lo que podría complicar la estrategia de JxC en ese distrito. Fue uno de los temas que abordaron. Para algunos dirigentes opositor la jugada es alarmante. En cambio, otros actores de JxC consideran que es un amague interno de Kicillof que no representa una amenaza. En caso de que el gobernador separe los comicios -las primarias se realizarán en la misma fecha que las nacionales-, en Pro especulan que se impondrá la opción de los candidatos más competitivos.

Cuando faltan tres meses para las PASO, Santilli sigue al frente de los sondeos, seguido por Ritondo. Después de la reunión, el larretismo deslizó que necesitan avanzar con un ordenamiento en Buenos Aires. ¿Se impone la posibilidad de unificar la candidatura a gobernador como reclaman aliados de Pro? Por ahora parece complicado que Bullrich o Larreta autoricen ese plan. El jefe porteño, que ya aceptó el esquema de “V” en los municipios de Pro por la presión de sus aliados, teme perder puntos que le aportaría Santilli en Buenos Aires. Sin embargo, aún no hay mediciones en el larretismo sobre cuál sería el impacto para Larreta de la eventual unificación de la postulación en la provincia.

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