Cristina y el Poder Judicial, el combo de la unidad para JxC

Cristina y el Poder Judicial, el combo de la unidad para JxC

El jueves fue un día de superacción para la ratificación de la unidad, al menos discursiva, de la oposición. La alianza conjugó proclamas en favor de la Corte Suprema y endureció su postura frente a Cristina Kirchner, combinando los dos lemas que mantuvieron unido el armado pese a las turbulencias.

Por: Carla Pelliza.

Cristina Kirchner es, para la oposición, la razón de su unidad. Cambiemos surgió como una alianza para derrotar al Frente para la Victoria en 2015 y se mantuvo con el correr de los años por la misma razón. El antikirchnerismo se plantó como un factor fundamental a la hora de sostener el proyecto de la coalición que, ahora, empezó a sumar el armado de un famoso plan para no identificarse solamente por ser contraria a otro referente de la política local. Sin embargo, la aparición de la vicepresidenta, ya sea con discursos, tuits, actos o decisiones que directa o indirectamente la involucren, se mantuvo como una buena oportunidad para reafirmar la continuidad de un armado que, cada tanto, tambalea.

Apenas terminó el discurso de la vicepresidenta, todos los dirigentes de la oposición salieron a expresarse en redes sociales y medios de comunicación, como una coreografía. Si algo tiene de distintivo la alianza, es que hablar con un referente alcanza para, en temáticas como esta, anticipar el discurso del resto. El Destape consultó a distintas tribus de Juntos por el Cambio y, en líneas generales, el denominador común fue el enojo, el descontento y la cancelación de cualquier posibilidad de una mesa de diálogo para, como dijo Cristina, volver a reconstruir el pacto democrático y separar a los violentos porque, al final del camino, en los preceptos generales, probablemente los distintos modelos de país puedan encontrar algún tipo de punto en común.

El ala más dura cuestionó que el llamado al pacto duró cinco minutos pero que, después, la vice se dedicó a atacar a la dirigencia opositora con referencias a la deuda exorbitante, al rol de Gerardo Milman en el atentado contra su vida o a la mano dura implementada en materia de seguridad. Este tema fue uno de los que, junto a la libertad del peronismo, interpeló al sector más halcón y, también, libertario de la amplia franja opositora. El discurso, se interpretó cerca de un relevante dirigente, estuvo dirigido a ellos.

Pero los más moderados, o supuestos moderados, más vinculados al radicalismo, manifestaron, tanto en on como en off, su descreimiento. Para este bando, es poco coherente el llamado al diálogo o a la construcción de un pacto democrático cuando la vice desconoció su propio gobierno y horas antes, en una sesión especial del Senado de la que se ausentó la alianza, se votaron las designaciones de la Cámara Alta para integrar el Consejo de la Magistratura. O sea, eso, para ellos, sería un avance contra las instituciones democráticas que nada tiene que ver con la convocatoria a una mesa común.

Dentro de las críticas esgrimidas a este portal estuvieron, además de las mencionadas, que Cristina se “olvidó” de su rol dentro de este gobierno, que no se hizo cargo de los tres años de gestión del Frente de Todos y que se acordó de la seguridad, uno de los hits de la campaña, dos décadas más tarde. Un tema, según se apuntó post discurso, del que nunca se habló explícitamente. A su vez, se volvió sobre la idea de una ausencia de plan y el abrazo a un relato, incluso el fin de un ciclo, como lo planteó Juan Manuel López, de la Coalición Cívica, algo compartido en otra orilla. 

Algo llamativo sucedió en Twitter, con una publicación de Patricia Bullrich, presidenta del PRO. Visiblemente molesta por la semántica, cuestionó el slogan elegido por la vicepresidenta y la reapropiación de la palabra “cambio”, del concepto de la política como herramienta de transformación, algo que ya había hecho Máximo Kirchner el fin de semana. “La fuerza de la esperanza” golpeó directamente en el corazón de la jefa PRO que eligió, para su campaña, la frase “la fuerza del cambio”. Por eso, salió a responderle con dureza y un lugar común: “Nosotros somos la fuerza del cambio y para ellos su única esperanza es no ir presos”.

En la previa, la mesa nacional de Juntos por el Cambio volvió a activar sus comunicados para abordar dos temas siempre atractivos para la alianza: la ex presidenta y el Poder Judicial. El miércoles, la oleada de una proclama anti jugada kirchnerista por el Consejo de la Magistratura se había acotado al Senado, donde se pusieron a consideración los nombres de los enviados por la Cámara y, horas más tarde, el reclamo se elevó hacia la conducción de la coalición a nivel país. En el breve texto, los titulares de los partidos hicieron foco en “la grave situación institucional que ha provocado la decisión” de CFK “de alzarse contra la decisión de la Corte Suprema” de entrometerse en otro Poder del Estado al desconocer la división de bloques.

Según la alianza, la jugada del oficialismo, que ratificó a sus tres consejeros por el Senado, puso “en peligro el orden institucional del país” al buscar “favorecer la situación personal de alguien procesado por gravísimos hechos de corrupción, que ya deberían estar resueltos para la salud de la República”. La coalición definió a las máximas autoridades de la Argentina como “delincuentes acorralados” que quieren “arrastrar en sus intentos de impunidad a los pilares de la institucionalidad del país”.

El texto no abordó, sin embargo, la intromisión de la Corte en el funcionamiento del Congreso al desconocer el reglamento de la Cámara Alta que habilita a los bloques e interbloques a conformarse como quieran. Sin mencionar que, después de 15 años, puso en funcionamiento una ley derogada por el parlamento y tildó de inconstitucional una norma aplicada por la misma cantidad de tiempo, otorgándole facultades excepcionales al presidente de la propia Corte que, a partir de su propia decisión, también pasó a comandar el organismo que sanciona y nombra jueces.

En Diputados, la negociación fue mucho más sencilla porque Juntos por el Cambio no judicializó los nombramientos, como sí se hizo en el Senado. Por el Frente de Todos, irán Vanesa Siley y Rodolfo Tailhade como consejeros titulares mientras que el macrismo llevará al larretista Álvaro González y el radicalismo a la legisladora Roxana Reyes, que también se desempeñó en el cargo durante el período interino y fue ratificada por el bloque.

Por fuera de los límites de este combo atractivo para Cambiemos, también hubo actividad electoral. Mauricio Macri, que el martes le envió un video a Cristian Ritondo para mostrar un apoyo lavado a su candidatura, recibió al diputado para conversar el balance de las jornadas de trabajo realizadas esta semana. El legislador estuvo junto a Alex Campbell y el ex presidente se mostró escoltado por Hernán Lombardi. Charlaron sobre las mesas de debate organizadas hace un par de días, vinculadas a la seguridad, la economía, salud, educación de las que participaron ex ministros.

En la reunión, los aspirantes plantearon que ya hicieron el armado de los equipos para “ir por el segundo tiempo” de Juntos en la provincia y que la “cabeza” de ese segundo tiempo sería Ritondo. Según trascendió, en el encuentro hubo un reconocimiento a los distintos candidatos a gobernador que tiene la oposición, a quienes se destacó, pero, como si fuera una venta personal a la hora de cerrar una entrevista laboral, se sostuvo que “el único” que tiene todo preparado para gobernar, y con experiencia, es el actual diputado.

En la provincia, ya se desplegaron al menos siete candidatos. Cinco por el PRO y dos por el radicalismo sin descartar la posibilidad de una unidad, al menos amarilla. Por el macrismo están Néstor Grindetti, emparentado a Macri; Ritondo, del bando de María Eugenia Vidal, Diego Santilli, por parte de Horacio Rodríguez Larreta; Javier Iguacel y Joaquín de la Torre, de Patricia Bullrich. Del lado de la UCR ya se anotaron Martín Tetaz, del sector de Evolución, y Maximiliano Abad, presidente del partido bonaerense.

El video que Macri le mandó a Ritondo el martes y la reunión de este jueves ilusionaron al equipo del diputado a la hora de contabilizar un apoyo explícito de parte del ex presidente. Algo en lo que no todos coincidieron, porque en la grabación lo mandó a competir sanamente por la provincia. Un dato de color: en el encuentro, se vieron varios ejemplares de “Para qué”, el segundo libro de Mauricio. No fue un regalo masivo ya que al menos uno de los asistentes confirmó que tuvo que comprarlo y lo llevó para un autógrafo.

El que también se siguió moviendo fue Diego Santilli, el otro nombre fuerte del PRO para la provincia y el, hasta ahora, mejor posicionado. El diputado larretista eligió hacer territorio, estuvo en Merlo, zona oeste, con Horacio Rodríguez Larreta y el concejal David Zenzich, su candidato a intendente. En el municipio también se instaló el nombre de Aldana Ahumada, línea Macri – Grindetti. El viernes, “el colo” estará en Hurlingham, donde se mostrará con el sin tierra Lucas Delfino y después se trasladará a San Miguel para apoyar a Max Perkins, ambos postulantes a jefes comunales en sus respectivos distritos.

Después de esa reunión con Ritondo, Mauricio tuvo otra antes de viajar a Qatar para participar de todo el Mundial de Fútbol. Se mostró junto a la halcona Patricia Bullrich y el larretista Eduardo Macchiavelli, presidenta y secretario general del PRO. Los tres compartieron un encuentro con titulares del partido de todo el país y los equipos de la provincia para tener, según se difundió, “una mirada amplia y federal para un cambio de verdad, profundo y valiente en cada rincón de la Argentina”. Fue un saludo de fin de año convocado por el líder espiritual amarillo que no dejó souvenires, ya que tampoco regaló libros.

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