Los candidatos de Juntos también libran una batalla para controlar el Congreso

Los candidatos de Juntos también libran una batalla para controlar el Congreso

Larreta y Morales dominaron los bloques hasta 2021. Luego Bullrich sumó poder y en la UCR surgió Evolución y el Grupo Vendimia. El peso decisivo de Buenos Aires.

Por Mauricio Cantando

Además de definir la próxima candidatura presidencial, en las primarias los partidos de Juntos por el Cambio (JxC) se disputarán el predominio en los bloques el Congreso a partir del 10 de diciembre, cuando tendrán el desafío de sostener la unidad y, lo más difícil, definir liderazgos y un protocolo para funcionar.

 

Es que tras la victoria en las elecciones legislativas de 2021, JxC nunca alcanzó una coordinación legislativa. En la Cámara de Diputados no pudo elegir un presidente de interbloque y a los jefes de cada fuerza les fue muy difícil unificar posturas en las votaciones. En el Senado, la incapacidad de sumar aliados los dejó en minoría y hubo un abandono de tareas: se hizo habitual que en las comisiones casi no haya presencia opositora.

En estos años, además, los referentes externos variaron. El jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador de Jujuy Gerardo Morales eran las figuras más influyentes del PRO y la UCR en 2020, en tiempos en que se identificaban como dialoguistas. Ambos eran desafiados por las autoridades de sus partidos, Patricia Bullrich (PRO) y Alfredo Cornejo (UCR), que tenían posiciones más duras con el Gobierno y a partir de 2021 fueron ganando terreno, en cantidad de bancas y, mucho más, en el discurso y la toma de decisiones.

 

 

Esta disputa se reeditará en la primaria presidencial, pero las bases de cada grupo (luego rebautizados "palomas" y "halcones") fueron mutando y son pocos los dirigentes que no hayan pasado por uno u otro bando en los últimos años.

En la Cámara baja, al mapa variopinto de JxC en el Congreso se suman otros dos actores que seguirán después de diciembre: la Coalición Cívica, sin su fundadora Elisa Carrió, pero con un puñado de bancas; y Evolución, el sector de la UCR que lidera el senador Martín Lousteau, que en las legislativas de 2021 dio la pelea en todas las provincias y armó su propio bloque.

Con este panorama, si una figura de JxC logra llegar a la presidencia tendrá la difícil tarea de controlar las bancadas legislativas, sobre todo porque no será fácil que tengan mayoría propia en alguna de las Cámaras.

Además de mantener la unidad (que no sería difícil en caso de ser Gobierno), el gran desafío de JxC será definir liderazgos y pautas de funcionamiento en el Congreso. Tal vez pensando en esa tarea, Larreta y Bullrich quieren radicales como compañeros de fórmula.

Riesgos parejos

Ambos aspirantes presidenciales del PRO tienen una representación similar en las bancadas de ambas Cámaras, aunque en realidad a ninguno le resulta fácil cuantificarla, porque hubo muchas conversiones. Las principales fueron de paloma a halcón cuando las encuestas mostraban un crecimiento de Bullrich.

El caso más resonante fue el de Cristian Ritondo, jefe del PRO en Diputados, referente de las palomas en 2020, pero que el año pasado entró en una feroz disputa con Larreta por su intento de ser candidato a gobernador en Buenos Aires, que quedó frustrado. Bullrich tampoco lo apadrinó, le ofreció encabezar la lista legislativa y espera respuesta.

En 2021, la exministra de Seguridad había querido arrebatarle a Ritondo la presidencia del bloque PRO (que entonces respaldaba Larreta) para que la tuviera Gerardo Milman, pero no pudo reunir más de 20 de los 50 votos posibles. Fue el único punteo en la Cámara baja entre los presidenciales del PRO, pero si se hicieran las cuentas ahora, quizá no darían igual.

De las 24 bancas de Diputados que el PRO pone en juego en diciembre, al menos la mitad la integran figuras identificadas con Bullrich; y entre las 26 que siguen hasta 2025 la proporción es similar. Pero la precandidata presidencial tiene alianzas transversales en JxC hasta 2025 como Emilio Monzó y el liberal Ricardo López Murphy.

La UCR arriesga 18 de las 33 bancas, varias de provincias que gobiernan como Jujuy, Mendoza y Corrientes. Mario Negri debe renovar por Córdoba y, si lo logra, negociará para seguir de jefe, pero a su estilo: a pura rosca legislativa, sin importar las presiones afuera del palacio. Desde 2013 da esa pelea cada dos años desde su despacho y la gana.

En 2021 la negociación le costó la salida de 12 diputados liderados por Emiliano Yacobitti y Rodrigo De Loredo, que armaron el bloque Evolución y se identifican con Lousteau. Sólo cuatro terminan el mandato en diciembre, por lo que si este grupo vuelve a anotar candidaturas en todas las provincias puede crecer y hacerse valer aún más en las discusiones internas de JxC.

Carrió tiene el gran desafío de sostener las seis bancas que pone en juego en todo el país y difícilmente las pueda ganar en una interna. Necesita que haya al menos unidad para las nóminas legislativas.

La principal disputa para definir quién prevalece en JxC será en la provincia de Buenos Aires, donde pone en juego 14 bancas. Siete son del PRO y sólo una (la de Pablo Torello) reporta a Bullrich. Hay tres de la UCR y tres de la Coalición Cívica. El restante es Alberto Assef, que asumió por gestión de Miguel Pichetto.

De esta manera, el acuerdo de Bullrich con la UCR bonaerense, que podría incluir a Maximiliano Abad de vice, apunta a ganar también la batalla por el control del interbloque de la Cámara de Diputados.

Cambio de mando en el Senado

La Cámara alta es el mejor reflejo del avance de los halcones sobre las palomas. Hasta 2021, Larreta y Morales controlaban el discurso a través de Humberto Schiavoni (cercano a Mauricio Macri, pero de mala relación con Bullrich) y Guadalupe Tagliaferri (PRO); o los radicales Luis Naidenoff y Lousteau (cercano al jefe de Gobierno), entre otros.

La ecuación cambió con la elección legislativa, cuando se eligieron senadores radicales que gobiernan Corrientes y Mendoza y empezaron a armar el Grupo Vendimia, para identificarse con Bullrich y romper la sociedad de Morales con Larreta.

Se sumó a este sector Naidenoff y los santafesinos Carolina Losada y Dionisio Scarpin. Además de Cornejo, que es jefe del interbloque. En el Pro, asumió como halcón José Torello, en reemplazo de Esteban Bullrich.

Torello es uno de los 4 representantes del PRO con mandato hasta diciembre, junto a Gabriela González Riollo (San Luis), Schiavoni y la bonaerense Gladys González, otra de las referentes de Larreta.

En la UCR, seis de las 18 bancas del Senado vencen en diciembre y la mayoría está ocupada por figuras cercanas a Morales, como los santacruceños Eduardo Costa y María Belén Tapia; el riojano Julio Martínez, o los jujeños Mario Fiad y Silvia Giacoppo. También debe revalidar su lugar Naidenoff, en Formosa. Cornejo intentó promoverlo como posible compañero de fórmula de Bullrich, pero se quedaría en el Senado. Hay mucho que ordenar.

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