Intendentes del PRO del conurbano reclaman urgente más “atención de Macri”

 Intendentes del PRO del conurbano reclaman urgente más “atención de Macri”

Un senador de Cambiemos dijo a Política del Sur: “Las elecciones las gana el que tenga más comedores”. Así de grave es la situación en el GBA. Los jefes comunales necesitan armar tropas, pero la demanda de comida podría complicarlos. Por otra parte, los intendentes del PJ presionan a Vidal por más plata. ¿Qué pasa con Macri? “Está en otra”, admitió un importante dirigente macrista.

Por Ricardo Carossino

Al final nada cambió en el PRO entre Nación y el Conurbano bonaerense, a pesar de que hay siete intendentes amarillos en el conurbano y una gobernadora, pero hasta el momento parecen estar abandonados a su suerte, a diferencia de los intendentes de Cambiemos del interior bonaerense, según confesó a este medio un concejal del Tres de Febrero, donde el Diego Valenzuela desbancó al eterno peronismo de Hugo Curto, como hizo Néstor Grindetti en Lanús. Pero esto no parece haber alcanzado para ablandar los corazones de los ministros nacionales que como dijo un importante dirigente de la Tercera, “parecen estar en otra”.

Curiosamente a Mauricio Macri se lo ve pasar por las intendencias propias, pero tranquilo de que los suyos “son suyos”, por lo que parece dedicarse más a seducir intendentes del PJ. Además, en su loco afán federalista recorre el país y quizás esté desatendiendo el circuito que le arrimó los votos para ser Presidente de la Nación, como es el Gran Buenos Aires.

Macri debería tal vez entender que en Municipios como Lanús, Quilmes, Morón y Tres de Febrero, las malas gestiones de los ex intendentes posibilitaron que Néstor Grindetti, Martiniano Molina, Ramiro Tagliaferro y Diego Valenzuela (respectivamente) pudieran convertirse en jefes comunales y que necesitan marcar diferencias urgentes con sus predecesores opositores.

Por el momento,  el dinero está llegando del gobierno provincial que también tampoco está muy intercomunicado con Nación, ya que en el Senado Gabriela Michetti no le saca la aprobación para ampliar rápidamente el Fondo del Conurbano que tiene 17 años de desactualización, lo que obliga a Vidal a ir a Estados Unidos a buscar más endeudamiento. Ya en enero consiguió 60.000 millones de pesos y ahora busca 50.000 más y dicen que la deuda la va a contraer “a cualquier tasa”. Así de grave es la situación.

Intendentes del PJ también presionan a Vidal

Precisamente los intendentes del PJ también salen a reclamar más dinero y junto con diputados y senadores peronistas mantuvieron una reunión en Hurlingham, encabezada por el intendente Zabaleta y el senador Pichetto, estuvieron Martín Insaurralde de Lomas de Zamora, Mariano Cascallares de Brown,  además de Guido Lorenzino; y los intendentes Verónica Magario (La Matanza), Gabriel Katopodis (San Martín), Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Walter Festa (Moreno).

Acordaron trabajar en forma conjunta la discusión de la coparticipación con el gobierno provincial y plantearon una agenda social para afrontar la situación que atraviesa el país.

“Nos interesa, nos ocupa y nos preocupa todo lo que tiene que ver con la discusión vinculada a la coparticipación, nosotros necesitamos descentralización de recursos, mejoras de coparticipación de la provincia de Buenos Aires para poder trabajar en materia de salud, de seguridad, de políticas sociales, con una agenda seria y comprometida con estos temas”, destacó el intendente Zabaleta luego del encuentro.

El 2017 para el PRO

Las elecciones de medio término para el PRO no serán traumáticas por mal que les vaya, aún si el gobierno nacional no corrige algunas políticas polémicas que ya no soportan más el sostenimiento del relato de la herencia recibida.

El macrismo no puede perder nada, porque en las urnas, en 2013, los pocos legisladores  y concejales que entraron lo hicieron colgados de la boleta de Sergio Massa por lo cual todo será ganancia aún si no sacan más de ese 28% puro y amarillo. Eso tranquiliza un poco a los intendentes, pero se agarran la cabeza cuando piensan en 2019.

Hay dos referentes claves en el conurbano: Grindetti en la Tercera y Jorge Macri en la Primera. Ellos serán los encargados de armar tropas en los distritos donde gobierna el peronismo como Avellaneda, Lomas, Brown, Echeverría y Berazategui para Grindetti y Hurlingham, Ituzaingó, Merlo, Moreno, Malvinas Argentinas y San Martín para el primo del Presidente.

En todos esos HCD, el PRO va a crecer el año que viene, pero eso no les asegura que puedan sostener sus bastiones cuando se renueven los Ejecutivos locales y por eso si bien no se habla de desesperación, si se menciona la palabra “preocupación” y hasta “bronca por la soberbia de algunos de Nación, según confesó un concejal del PRO a PDSur”.

Los nuevos caciques quieren fierros

Realmente es tan grave la situación, que un importante legislador de Cambiemos no dudó en confesarse con este semanario al afirmar crudamente: “Las elecciones las va a ganar el que tenga más comedores”.

La situación de los Municipios no es fácil. Todos los intendentes, tanto opositores como oficialistas reconocen la demanda de comida y se habla de “hambre”. Vidal lo sabe. Hoy los intendentes amarillos se sienten “huérfanos” y no faltan los ediles que se atreven a decir que “Macri está en otra, en hacer negocios”.

Incluso concejal de la Tercera (muy amarillo él) reconoció su perplejidad antes los cortes de luz y la indiferencia del ministro Aranguren para ayudar: “Alguien se va a calentar, van a meter una solicitada nacional y se va pudrir todo”, dijo rebalsado.

El famoso “sinceramiento” le está trayendo problemas a los propios intendentes también, que tendrán que salir a armar las estructuras para combatir contra el peronismo divido y fragmentado en tres (los insaurraldistas, los massistas y los cristinistas). Esto puede traerle un beneficio en las legislativas, pero 2019 será distinto.

La provincia de Buenos Aires es, sin dudas, uno de los mayores focos donde se combinan pobreza extrema y conflictividad social. Es por eso que la gobernadora, María Eugenia Vidal, puso en marcha a mediados del mes pasado un plan de $ 9.200 millones de asistencia social.

Por eso la pelea política para el año 2017 estará centrada en dos ejes fundamentales para construir tropa: comedores y planes sociales para repartir entre la población más vulnerables.

Un senador de Cambiemos dijo a Política del Sur: “Necesitamos abrir merenderos y comedores en los distritos que gobierna el peronismo para que ellos no nos arrebaten la lucha contra el hambre”.

Como se sabe, el peronismo está comenzando a acopiar alimentos para repartirlos cuando la sangre llegue al río porque si bien aún no se espera un estallido como promociona Fernando Espinoza desde el PJ radicalizado, sí se espera una procesión de madres y niños pidiendo comida en los Municipios si no abren pronto lugares para contenerlos y esa es la foto menos deseada por los jefes comunales del PRO.

La Tercera sección desvalida

Por eso, los intendentes del PRO, a los que se les pide desde “arriba” que construyan ponen el grito en el cielo y piden atención del gabinete nacional.

En la Tercera sección electoral, reconocen que están “flojos” y otros hasta afirmar “muy flojos” de dirigentes capaces de construir poder e instalarse para pelear en serio. El diagnóstico es grave y puede ser crónico si Macri no hace algo pronto.

Salvo en Avellaneda donde talla la diputada nacional Gladys González como en Lanús donde reina Grindetti, el macrismo no existe en Lomas de Zamora, puede perder a su principal referente en Almirante Brown (Carlos Regazzoni, titular del PAMI) y no hace pie en Echeverría.

Para colmo en el otro distrito donde gobierna el PRO, las cosas no están bien. Martiniano Molina en Quilmes “tiene muchos problemas -dicen en el macrismo- y no tiene idea de cómo gobernar. Es más aseguran que el Municipio se lo maneja su padre, Jorge Molina, Director provincial de Fiscalización Sanitaria.

La Primera sección está difícil

Por otra parte, Jorge Macri tampoco la tiene fácil. Así como Martiniano Molina no ayuda, Ramiro Tagliaferro tampoco lo hace. Su gestión está siendo muy cuestionada y la separación con su exesposa por problemas de juego lo dejó muy mal parado dentro del armado macrista.

Lucas Delfino en Hurlingham está muy dedicado a su gestión como subsecretario de gestión Municipal del ministerio del Interior del Gobierno Nacional y no recorre el territorio que Juan Zabaleta tiene bien alambrado.

En Ituzaingó, Alberto Descalzo no tiene competencia. De hecho, Vidal mandó a ordenar la interna luego del alejamiento del ex candidato a intendente Osvaldo Marasco, que terminó el intendente peronista.

Gustavo Menéndez del PJ en Merlo comienza a hacerse notar con buena gestión y el único bastión que Jorge Macri podría conseguir es San Miguel con Joaquín de la Torre, pero confesaron desde San Miguel, “hay mucha soberbia en Nación, no están dando nada de nada”.

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