Con Martín Lousteau como desafiante, vuelve el internismo radical

Con Martín Lousteau como desafiante, vuelve el internismo radical

Este domingo hay elecciones en Córdoba y el siguiente en Capital y Provincia. El senador apuesta a una "renovación" partidaria. Sus rivales lo acusan de querer sumar poder para poder negociar con Larreta en 2023 y quedarse con la Ciudad.

 

Para los militantes de la Unión Cívica Radical muchas veces son campañas que se viven con más pasión que la de una elección general. Se ufanan y vanaglorian de la vida democrática del centenario partido. Este mes de marzo, una vez más, se acumularán las internas en distritos de peso, con la particularidad de que el sector liderado por Martín Lousteau aparece como el que desafía a la actual conducción partidaria y busca nacionalizar discusiones locales. Este domingo en Córdoba, y el siguiente en Ciudad de Buenos Aires y la Provincia, los radicales abrirán los comités para practicar el juego que más disfrutan.

En las tres elecciones se da la particularidad de que habrá pelea entre dos sectores que miran las realidades locales pero sobre todo el esquema nacional de toma de decisiones. Así, Lousteau salió a apoyar a Gustavo Posse en Provincia y a Rodrigo De Loredo en Córdoba. En Capital, su espacio, liderado por Emiliano Yacobitti y el nosiglismo, es el que tiene la conducción y el desafiante es Daniel “El Tano” Angelici.

Bajo el argumento de “renovar” el partido y “evolucionar” el senador viene intentando armar una línea interna en la UCR para poder penetrar en una conducción que siempre le fue esquiva. Desde el otro sector lo acusan, y por detrás a Enrique Nosiglia, de hacer todo para sumar convencionales nacionales que en 2023 puedan tener el control de la alianzas y así condicionar al PRO en el armado de Juntos por el Cambio. ¿Con qué supuesto objetivo, dicen? Presionarlo a Horacio Rodríguez Larreta para ponerle el radicalismo a disposición en la candidatura presidencial pero garantizando que Lousteau sea el candidato para gobernar la Ciudad. "Quieren la mayor cantidad de convencionales para que en 2023 puedan acompañar al PRO pero si le liberan la Ciudad y no le dan PASO", resumen.

Gustavo Posse busca liderar la UCR bonaerense con apoyo de Lousteau.

“Martín está generando tantos enojos que no va a haber acompañamiento. Lo veo rompiendo en lugar de liderando”, asegura un dirigente bonaerense. Allí, ya desde hace un par de años Lousteau comenzó a caminar para generar una línea propia. Se terminó aliando a Posse, el intendente de San Isidro, y a históricos como Freddy Storani o Juan Manuel Casella. El puso a disposición a los grupos de jóvenes que lo acompañan. “No lo pueden mostrar todo el tiempo a Posse, porque genera mucha incertidumbre”, acusan desde la actual conducción partidaria. Y resumen: “Estuvo con Cristina, Néstor, Massa, ingresó a Cambiemos por el PRO... una vida zigzagueante”.

Del lado de enfrente está Maximiliano Abad, jefe de los diputados provinciales de Juntos por el Cambio, quien no solo cuenta con el apoyo de los principales dirigentes nacionales como Gerardo Morales, Mario Negri, Ernesto Sanz o Luis Naidenoff, sino también de los socios de la alianza como María Eugenia Vidal, los intendentes del PRO o la Coalición Cívica de Elisa Carrió. También de figuras como Facundo Manes (su hermano es candidato) o Luis Brandoni.

Morales, Valdés, Brizuela y Doria, Sanz y Negri, respaldaron la candidatura de Abad (remera negra)

“Queremos trabajar en la unidad de la coalición opositora y aspiramos a liderarla”, suele repetir Abad. En ese espacio no dejan de recordar que para 2015 la UCR bonaerense tenía solo 11 intendentes, y ahora 32, no tenía concejales en el Conurbano y ahora tiene en todos los municipios, y aumentó su representación tanto en la Legislatura bonaerense como en el Congreso Nacional. “No queremos más el partido que reclama lugares o que dice que el problema de Cambiemos fue que no co-gobernamos, el problema fue que en las PASO perdimos 25 a 3”, replica Lousteau.

Hay 600 mil afiliados en el padrón de la UCR bonaerense, pero se espera que como mucho vayan a votar unos 80 mil. “Podemos ganar”, se entusiasman en el nosiglismo, “por eso bajaron a Morales, Negri y otros dirigentes a caminar la provincia”. “Estamos bien”, responden los otros, “no pueden ganar los que se suben a cualquier colectivo”. Un factor ya empezó a despertar suspicacias: ¿habrá intendentes del peronismo metiendo una cuña?

Facundo Manes también se sumó a la campaña con Abad y ya suena como posible candidato en las legislativas.A la cordobesa

"Es la peor interna de la historia", resume un dirigente cordobés sobre la situación en esa provincia. Este domingo unos 240 mil afiliados están habilitados para votar, pero no se esperan mucho más de 25 mil. Mario Negri y Ramón Mestre, que estuvieron fuertemente enfrentados en 2019 (y de hecho eso generó que la UCR pierda la capital) llegaron a un acuerdo para armar una lista de unidad. Sin embargo, apareció Rodrigo De Loredo (concejal, ex titular de Arsat, yerno de Oscar Aguad, y siempre cercano a Mestre) y les presentó una lista enfrente para conducir el partido. “Se generó un polo muy opositor a Mestre de gente que había estado con Mestre”, describen en Córdoba.

El fin de semana pasado, Lousteau dijo presente en la provincia y lo acompañó a De Loredo en recorridas de campaña. Su lista había sido impugnada pero un juez lo habilitó esta semana a competir y obligó a que se realice la interna.

Marcos Carasso, intendente de General Cabrera, es el candidato de Negri y Mestre.

“La lógica es que gane (Marcos) Carasso (el candidato de la unidad de Negri y Mestre), porque tiene más respaldo en el interior. De Loredo es fuerte en la capital y Mestre no está bien, pero igual algo fidelizado tiene”, cuenta un conocedor del paño, quien aprovecha para pegarle a Lousteau: “En 2019 vino a jugar para Mestre… entiendo que por su condición de radical tardío (recién se afilió hace 4 años) deberá querer tener en cada distrito gente que lo respalde”. 

Esta semana, Lousteau quedó envuelto en una pelea mediática con Negri. El senador lo acusó de “no querer competir”, por el intento de frenar la presentación de la lista de De Loredo. El diputado retrucó: “Yo no discuto nombres, discuto ideas… yo no hubiera sido ministro de Cristina”. 

 

Porteños

En la Ciudad el panorama es distinto. Unos 110 mil afiliados están habilitados para votar el domingo 21, cuando se elijan convencionales de la Ciudad. Se espera que voten unos 25 mil. Allí la conducción ya está alineada con la figura de Lousteau y busca revalidarlo en las urnas. Desde la oposición interna ahora resurgió el espacio que lidera Daniel “El Tano” Angelici que busca sumar posiciones. El tercero en discordia es el sector más identificado con Cambiemos, referenciados en figuras como Jesús Rodríguez o Ricardo Gil Lavedra. 

En una época aliados, El Tano Angelici y Coti Nosiglia hoy se enfrentan en la UCR porteña.

El problema, para los que intentan entender desde afuera la película, es que en cada comuna los cierres de listas fueron independientes entonces las alianzas en algunas situaciones fueron cruzadas.

Unos buscan mantener el liderazgo y la conducción, otros apuestan a crecer y consolidarse como una alternativa superadora. “Alfonsín sabía que había que crecer afuera y que cuándo sos fuerte afuera, conducís adentro”, señalan cerca de Lousteau para explicar su juego. Es temporada alta de internas en la UCR. Radicalismo en su estado más puro.

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