En las provincias retumbó el triunfo de Fuerza Patria en tierra de Axel Kicillof. LLA se pincha en las encuestas nacionales. Al PJ le volvió el alma al cuerpo.
Por Gabriela Pepe.
A Juan Manuel Urtubey y Emiliano Estrada les sorprendió la buena recepción que tuvieron el lunes en Salta en el reparto de la boleta de Fuerza Patria. Guillermo Michel dice que en Entre Ríos se desbordó la convocatoria para las actividades del fin de semana. En La Pampa, a Sergio Ziliotto le llevaron una buena noticia, que indica que el voto en las zonas agropecuarias “se está moviendo” y ya no es 100% antiperonista. Desde el domingo 7 de septiembre, al peronismo le volvió el alma al cuerpo.
El triunfo aplastante de Fuerza Patria en la provincia de Buenos Aires ahora irradia sobre la dirigencia y la militancia de todo el país, que venía de capa caída y veía cómo la imagen de Javier Milei se mantenía alta en casi todas las encuestas a pesar de haber hecho “el mayor ajuste de la historia de la humanidad”. De pronto, el 26 de octubre dejó de ser una fecha imposible en el calendario.
En la provincia de Buenos Aires aplican la máxima estrategia que equipo ganador no se toca. Axel Kicillof sigue de recorrida por el territorio como antes de la elección provincial. Ahora lleva de la mano a Jorge Taiana y a los candidatos nacionales. Los intendentes prometen que volverán a militar para los comicios nacionales. De fondo, suena una gran duda: ¿quién financiará la campaña nacional?
“Lo va a tener que hacer Axel”, arriesga un intendente del conurbano que salió airoso de su elección. Los jefes comunales pusieron muchos fondos para la elección del domingo pasado. Se jugaban la propia. Les salió bien. El peronismo ganó en 100 municipios.
Kicillof tiene la obligación de sostener en octubre el triunfo que le permitió posicionarse en la pelea 2027. Mucho de lo conseguido se desmoronaría si Taiana perdiera la contienda contra José Luis Espert, sobre todo después del pase de facturas del cristinismo, que insiste en que desdoblar la elección fue un error, a pesar del resultado.
A los intendentes tampoco les convendría. Quedarían demasiado expuestos en su falta de compromiso después de haber construido semejante victoria local. Los kicillofistas tienen un incentivo extra, porque buscan impulsar al gobernador como candidato presidencial y desligarse de la tutela de Cristina Fernández de Kirchner.
La expresidenta dice que la victoria se explica por la nacionalización de la elección. Los intendentes lo leen al revés. Creen que fue por la valoración de la gestión local. La interna está más viva que nunca, pero quedará "controlada" al menos hasta el 27 de octubre. "Lo único que hay que hacer ahora es no cometer errores", dicen en el kicillofismo. El gobernador sabe que quedó empoderado por el propio peso del resultado. Aunque alrededor le advierten que tiene que analizar el resultado como un castigo a Milei y no como un premio propio.
Los libertarios alimentan la interna peronista. “Tiene razón Mayra (Mendoza). Si nos hubiéramos comido esta derrota directamente en octubre estaríamos muertos. Ahora estamos en un reseteo y podemos mejorar. Si perdemos por ocho puntos es una remontada”, se ilusionan en el comando de La Libertad Avanza.
Es contrafáctico. Los referentes del peronismo bonaerense aseguran que percibían en el territorio un clima muy adverso para Milei, pero que temían “comerse la curva”. El aluvión de votos confirmó lo que indicaba el olfato. El resultado desató todos los demonios de manera anticipada.
La reacción de Javier Milei
Milei navega en medio de una tempestad, mientras piensa cómo reducir la diferencia con el peronismo en octubre. En la política, decidió convalidar la conducción de Karina Milei, y de sus laderos Lule Menem, Martín Menem y Sebastián Pareja. Empoderó al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a su segundo, Lisandro Catalán, y al ministro de Economía, Toto Caputo, para el diálogo con las provincias - que podría implicar alguna cesión de fondos - y desautorizó las protestas de los voceros digitales de Santiago Caputo. La guerra entre bandos está estallada.
El vocero Manuel Adorni salió a desconocer a Gordo Dan, alias Daniel Parisini, a quien Milei personalmente legitimó desde que asumió como presidente, con extensas visitas a su programa en el streaming Carajo. Parisini reportó siempre al esquema de Caputo, que ahora dice que no controla a los tuiteros.
La posición de Adorni es parte de la nueva estrategia de comunicación oficialista, que busca bajar los niveles de agresión y transmitir un mensaje optimista a su electorado. En esa línea, Karina dijo este jueves en Tucumán que hay que tener “esperanza y confianza” porque “los cambios están viniendo y se van a notar”.
El mercado no se alineó con esas expectativas. El dólar cerró este viernes a 1465 pesos. En la semana acumuló un incremento de 6,1% y rozó el techo de la banda cambiaria. Las acciones y bonos profundizaron su caída. El riesgo país quedó cerca de 1100 puntos básicos.
Aunque solo alegó en público causas políticas, el Gobierno admitió que hay problemas económicos. La actividad está congelada. Por eso, el Banco Central convalidó una baja de tasas de cinco puntos porcentuales. Reza para que se reactive antes de octubre.
Mal pronóstico libertario en las provincias
Envalentonada por el resultado bonaerense, ahora la dirigencia peronista ve la luz al final del túnel. Algunas encuestas alimentan las esperanzas. El consultor Gustavo Córdoba, que estuvo cerca en los números del domingo 7, asegura que hoy LLA hoy tiene el triunfo asegurado "solo en cuatro provincias, Mendoza, Entre Ríos, San Luis y la Ciudad de Buenos Aires”.
La ventaja en distritos que parecían ganados, como Tierra del Fuego y Chaco, parece haberse achicado. “Hace dos meses, LLA medía alrededor de 40 a 45 puntos a nivel nacional. Hoy está entre 30 y 35”, le dice Córdoba a Letra P. La novedad, en la que coinciden también otros consultores, es que la marca LLA se desinfló en todo el país. Eso explica, en gran medida, la toma de distancia de los gobernadores que hasta ahora habían apoyado al Presidente.
Hasta ahora, Milei había vendido que tenía apoyo social para su ajuste. El resultado de las elecciones de PBA lo dejó desnudo. En Salta, por ejemplo, donde Milei obtuvo 57 puntos en el ballotage, su candidata Emilia Orozco mide cerca de 33 puntos, según los números que maneja la Casa Rosada. En Córdoba, bastión mileista, los libertarios sufrirán una derrota a manos de Juan Schiaretti.
En el oficialismo ya dejaron de soñar con un número superior a 40 puntos a nivel país y están dispuestos a firmar en 37.
¿Cómo impactaría un resultado semejante en el mercado? “Además de cuánto saque el Gobierno, lo importante va a ser la diferencia que tenga respecto de la oposición. El mercado va a mirar cuál es el apoyo popular que tiene Milei. Después del golpe de la provincia de Buenos Aires ya no va a ser sorprendente el resultado de la nacional. Una parte ya va a estar descontada en los precios de los activos. Pero, más allá del resultado, es muy probable que el Gobierno tenga que mover las bandas del tipo de cambio. El Banco Central tiene que comprar dólares. El otro gran problema va a ser el riesgo país, 2026 se va a hacer muy cuesta arriba”, dice Christian Buteler, economista y analista financiero.
En la provincia de Buenos Aires, la pregunta del millón de estos días es quiénes son los electores que faltaron el domingo y si el Gobierno tiene chances de salir a buscarlos. Todos los espacios políticos están tratando de identificarlos.
¿Sí, se puede?
El sociólogo Pablo Semán estudió en los últimos meses las causas del ausentismo en diferentes provincias e identificó motivos económicos mezclados con alianzas con la casta política que provocaron la falta de entusiasmo, en particular en los más jóvenes. Entre los integrantes de ese grupo, explica que, a partir del caso $LIBRA, las entrevistas empezaron a mostrar que quienes mantenían su adhesión al Presidente lo explicitaban menos, al tiempo que contaban penurias económicas de su familia. Esa contradicción interna
pudo haber provocado un mayor ausentismo entre los jóvenes, que ya no se dedicaron a traccionar el voto libertario en sus familias. Todo se potenció a partir la supuesta trama de corrupción que destapó Diego Spagnuolo, que conectó el sufrimiento económico de los trabajadores con el robo del erario público. Una traición.
En el peronismo también hay estudios en marcha. El equipo de Gabriel Katopodis trabaja en la radiografía de los ausentes y sacó algunas primeras conclusiones. La primera está armada por la fotos que muestran una caída de participación en los municipios del interior de la provincia, ligados al agro, tradicionalmente votantes de Juntos por el Cambio. Eso hace inferir que Milei sufrió la fuga de los votos prestados del ballotage, que el Gobierno intentaría recuperar con discurso antiperonista.
No será tan sencillo. La referencia a la remontada de Mauricio Macri de 2019 es estéril si se recuerda que aquello tuvo un fuerte componente de desembolso de dinero, algo impensado para Milei. En el peronismo hablan, además, de una incipiente "reconciliación" con el campo. Habrá que ver.
Por otro lado, los datos muestran un cambio en la composición social del voto libertario, que dejó de ser transversal en todos los sectores para pasar a ser más alto entre quienes tienen nivel socioeconómico más alto y más bajo entre los sectores populares, que volvieron al peronismo, que volvió a encender la esperanza.
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