Un dirigente cercano a La Cámpora se encamina a presidir el Consejo de la Magistratura

Un dirigente cercano a La Cámpora se encamina a presidir el Consejo de la Magistratura

Se trata de Diego Molea, representante de los académicos. Vínculos y el rol de la oposición.

Para el kirchnerismo, noviembre del 2018 fue un mes clave: tras una jugada que involucró a las principales espadas de La Cámpora y de la oposición peronista, la oposición le arrebató un sillón a Cambiemos en el Consejo de la Magistratura y cambió la composición del órgano. Fue, según el ala dura K, la génesis de la unidad que culminó con el triunfo del Frente de Todos un año más tarde.

Uno de los que jugó sus cartas junto al kirchnerismo en esa maniobra fue Diego Molea, el consejero académico que hasta ese momento mantenía un vínculo pendular entre el oficialismo y la oposición y que después de esa jugada se dedicó a robustecer su relación con dos de los principales dirigentes camporistas del rubro judicial: el ministro Eduardo "Wado" de Pedro y Gerónimo Ustarroz, representante del Poder Ejecutivo en el consejo, ambos de llegada diaria y sin intermediarios a Cristina Kirchner, que hoy lo consideran propio.

Molea está a punto de capitalizar sus acciones. Según confiaron a Clarín fuentes oficiales, en el recambio de autoridades previsto para dentro de dos semanas el dirigente se encamina a presidir el consejo, un organismo crucial que se encarga, entre otras atribuciones, de la selección y la remoción de jueces, y que la multiplicidad de terminales del bloque opositor le daría al oficialismo, integrado por siete miembros, la posibilidad de reunir nueve. Es decir, los dos tercios necesarios para designar y acusar a los magistrados.

Ex duhaldista -de la mano de Gustavo Ferri, ex yerno del ex presidente, tuvo acceso a Olivos durante esos años-, Molea se afilió al PJ en el 2003, con el desembarco de Néstor Kirchner en la Casa Rosada. Empezó en esos tiempos un raudo ascenso en la Universidad de Lomas de Zamora, cuyo rectorado controla desde hace años, hasta recalar primero en el Colegio de Abogados local y después en el Consejo de la Magistratura bonaerense. Se rodeó, por ejemplo, de Aníbal Fernández, también de buena llegada a la Justicia.

Molea tuvo tanta habilidad para codearse con el mundillo judicial como para cambiar de espacio político: del 2013 al 2015 se cobijó debajo de Sergio Massa, volvió al kirchnerismo, ingresó a la Magistratura teniendo buena sintonía con parte del macrismo y se paró definitivamente junto a La Cámpora después de noviembre del 2018.

Sin olvidar que había mantenido fuertes enfrentamientos con la agrupación que lidera Máximo Kirchner, tanto en los planos político y académico como en el profesional: en 2012 ganó la presidencia del Colegio de Abogados de Lomas con cerca del 70% de los votos, imponiéndose a la lista promovida por el camporista Julián Alvarez, entonces secretario de Justicia del gobierno de Cristina.   

El organismo tuvo el año pasado la lupa encima por el proceso de traslado de los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi -cuyo llamado a concurso para sus reemplazos ya fue iniciado antes de que termine el 2020-, el regreso de Eduardo Farah -apadrinado por el operador Javier Fernández- a la Cámara Federal porteña y la selección de Roberto Boico, el abogado que defendió a la vicepresidenta en la causa por el pacto con Irán, para la misma instancia de los tribunales de Comodoro Py.

La maniobra en torno a Bruglia y Bertuzzi, que originó un profundo malestar entre el oficialismo, el Poder Judicial y la oposición, fue craneada por Ustarroz, que elevó la idea a Cristina Kirchner y a la Casa Rosada. Molea, de diálogo sincero con Ricardo Lorenzetti, colaboró activamente en la autoría del plan.

La unción del consejero académico, que en el oficialismo dan como un hecho, se da en medio de un proceso de tensa calma en el espacio opositor, que quedó al desnudo en los votos en torno a Farah y a Boico hacia fines del año pasado.

A Juan Manuel Culotta y Ricardo Recondo, representantes de los jueces, se suman el diputado Pablo Tonelli -conversa con frecuencia con Mauricio Macri-, la senadora Silvia Giacoppo -responde al gobernador Gerardo Morales-, Diego Marías -se referencia en Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli- y Carlos Matterson, un dirigente cordobés muy cercano a Daniel Angelici. La variada oferta de actores políticos de la oposición inquieta a Juntos por el Cambio. 

El kirchnerismo -compuesto por Vanesa Siley, Alberto Lugones, María Inés Pilatti Vergara, Mariano Recalde y circunstancialmente Graciela Camaño, además de Ustarroz y Molea- se regodea en ese sentido con quebrar la unidad de ese bloque. "Ellos, por lo pronto, seis juntos ya no son más", se ilusionan.

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