Diputados, último enclave del kirchnerismo después de “escuchas” y la furia sobre el PJ

Diputados, último enclave del kirchnerismo después de “escuchas” y la furia sobre el PJ

 Parrilli se refugió ayer en el bloque FpV que lidera Recalde bajo observación de La Cámpora. Desgaste por goteo.

 

Después de las detenciones de Milagro Sala y Lázaro Báez, el cosmos kirchnerista tembló ayer nuevamente con el pedido de detención de Oscar Parrilli, histórico secretario general de las presidencias de Néstor y Cristina de Kirchner. En bloque, y desde la Cámara de Diputados, último reducto pingüino a nivel nacional, Parrilli se mostró con el generalato de La Cámpora, sin Máximo Kirchner, como único bloque donde buscar apoyo político. Ni el Partido Justicialista, ni la CGT ni la "liga" de gobernadores reporta ya al kirchnerismo como punta de lanza del peronismo.

El desgaste por goteo sobre las figura de la expresidente Kirchner comenzó apenas llegado Mauricio Macri al poder. No se trató estrictamente de una operación con raíz política. Los tribunales federales de Comodoro Py comenzaron a moverse con "autonomía". Ayer en la Casa Rosada se desligaban del pedido de detención del fiscal Guillermo Marijuan, más cercano a Sergio Massa que a Macri o Daniel Angelici, y aseguraban que de existir pases de facturas, éstas se producían entre el Poder Judicial y el kirchnerismo.

Una vez confirmado el pedido de detención en el marco del procesamiento por presunto encubrimiento de Ibar Pérez Corradi, Parrilli se comunicó con la expresidente y se dirigió a Diputados. La conferencia de prensa del bloque Frente para la Victoria ya estaba prevista desde el lunes por noche, cuando Parrilli coordinó discurso y presencias junto a Héctor Recalde. Ayer por la tarde, cuando Parrilli llegó a las oficinas del bloque kirchnerista ni siquiera funcionaba el aire acondicionado.

El jefe de la bancada del FpV y Teresa García son los únicos dos interlocutores que tiene Cristina en Diputados más allá de los neo camporistas Andrés "Cuervo" Larroque y Eduardo "Wado" De Pedro. También el exministro Axel Kicillof, quien sin embargo está cada vez más lejos de esa formación al igual que José Ottavis, que ayer no estuvo en Diputados para defender a Parrilli.

La campaña electoral 2017 comenzó en clave "escucha". Primero fue una conversación entre Cristina y Parrilli, con el ya célebre "Soy yo, pelotudo". Esta semana se prolongó con presuntos epítetos dirigidos a Miguel Pichetto, jefe del FpV en el Senado, y al Partido Justicialista de José Luis Gioja, columna vertebral del frente electoral que llevó a la presidencia a los Kirchner y que ostenta mayoría en ambas Cámaras del Congreso.

Más allá del destino de las causas judiciales, y de la presunta intervención o no del Poder Ejecutivo Nacional en este entramado, en el primer año de la administración Macri el desgaste de la expresidente se produce a fuego lento. 

Sin embargo, durante el kirchnerismo, cuando también se sospechó de operaciones sobre los servicios de inteligencia para perseguir a opositores, nunca llegaron a filtrarse conversaciones privadas de líderes opositores. Esta campaña electoral cuenta con el diferencial de las "escuchas" que afectan a Cristina de Kirchner en su carácter de expresidente y también de líder de la oposición. 

"Están los servicios de inteligencia operando a full como en las peores épocas. (Jaime) Stiuso está detrás de todo esto, (Marijuan) es uno de los hombres que responden a él, esto me lo dijo Stiuso cuando hablé con él", subrayó el exfuncionario nacional. El exjefe de los espías criticó: "Cuando yo salgo a denunciar esto, sale Marijuan pidiendo mi detención porque, supuestamente, yo voy a obstaculizar el accionar de la Justicia". 

A Parrilli lo acompañó la línea "dura" del kirchnerismo: Juliana Di Tullio, Marcos Cleri, "Cuervo" Larroque, Carlos Castagnetto, "Wado" De Pedro y Juan Cabandié.

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