La demanda de los intendentes PRO: muchos gabinetes para Macri en 10 días

 La demanda de los intendentes PRO: muchos gabinetes para Macri en 10 días

Un gabinete nacional, uno provincial, uno porteño y 23 gabinetes municipales son los desafíos inmediatos de Mauricio Macri, en muy poco tiempo. El ingeniero quiere todo amarillo, pero las urgencias lo obligan a que se abran las puertas para extrapartidarios. Entre los nuevos barones PRO hay gente de peso político, pero otros dan sus primeros pasos en una provincia caliente.

Quizás los más necesitados de manera urgente de cuadros políticos y cuadros técnicos son los 23 nuevos intendentes del PRO, tanto en el conurbano como en el interior, que en muchos casos pudieron haberse sorprendido con el triunfo y no tenían armado de tropa propia en sus distritos porque trabajaron electoralmente colgados de la cara de Mauricio Macri.

Claro que el presidente electo de los argentinos no está exento de una sospecha similar porque no tuvo tiempo para celebrar la victoria dado que ahora, en apenas 10 días, tiene la urgencia de armar tres gabinetes centrales (Nación, Provincia y CABA) y suministrar logística, gestión y política a todos sus nuevos intendentes.

Por otra parte, no faltan los intendentes radicales, que empiezan a preocuparse por la ruptura de Ernesto Sanz en Cambiemos y piden a gritos un interlocutor y la seguridad de que tendrán algunos “privilegios” por sobre los intendentes peronistas en cuestión de recursos (teléfono para María Eugenia Vidal y Daniel Salvador).

La cosa se le complica al nuevo presidente, que cuenta con los dedos la enorme cantidad de puestos a cubrir para hacerse cargo de los gobiernos el 10 de diciembre y empezar a gestionar el 11.

Hay áreas claves y la más importante es el gabinete nacional, con lo cual, probablemente la responsabilidad de conseguirse tropa propia termine recayendo en los mismos nuevos barones del PRO. Hay, claramente, ciertos atajos para no caer en el caos institucional, como llegar a tantos acuerdos como sea posible con fuerzas extrapartidarias ya sean radicales como peronistas, como para poder sumar gente (aunque no sean de extrema confianza), idónea y conocedora del paño que agarra, o al menos, capaz de manejar políticamente una secretaría, aunque desconozca el lugar en el que se está metiendo. Los intendentes saben que no la tienen fácil. La consigna siempre fue hacer lo que se hizo en CABA, y hacia allí apuntan. Pero desde CABA precisamente, siempre se fue alimentando las necesidades locales para armados electorales, fundamentalmente, pero ahora la cosa es por demás distinta: ahora hay que gobernar.

Tal vez intendentes como Néstor Grindetti, Jorge Macri y Ramiro Tagliaferro tengan un background político que les permita ir manejando las velas del barco para llegar a buen puerto. Se sabe, de una fuente fidedigna, que el mismo Grindetti destrabó un conflicto en ciernes entre el intendente electo radical y un importante concejal amarillo.

Sin embargo, hay situaciones como las de Martiniano Molina en Quilmes y Diego Valenzuela en Tres de Febrero, que carecen de militancia, de gestión y de carácter político para rearmar una Municipalidad. Si recurren a radicales y peronistas, corren el riesgo de que le manejen (no las riendas, pero sí) las internas del gabinete.

Menudo problema se compró Mauricio Macri (MM) para iniciar su primer mes de gobierno en el mes más simbólico de las crisis democráticas, como es diciembre.

Con un país divido en dos, MM deberá armar gabinetes idóneos para crear planes de gobierno, ejecutarlos lo antes posible, tener cuadros políticos de confianza para que le manejen las internas, evitar un estallido social antes medidas que puedan ser necesarias y antipopulares, asegurar los inicios de clase y, de paso, brindar seguridad durante el verano en la costa y evitar que se le disparen los precios. La lista de nombres que MM debe atender de manera directa para gabinetes es extensa para un partido que solo tiene 12 años de vida.

Entre los 23 jefes comunales electos de Cambiemos referenciados en el PRO, se encuentran además de Grindetti, Tagliaferro, Macri, Molina y Valenzuela, el actual vicepresidente de Douglas Haig, Javier Martínez; el periodista bahiense y actual diputado provincial Héctor Gay; y el ex funcionariofilonazi de la última dictadura, Carlos Arroyo, en Mar del Plata.

En Campana (Sebastián Abella), General Rodríguez (Darío Kubar), Pilar (Nicolás Ducoté), Luján (Oscar Luciani), San Pedro (Cecilio Zalazar), Pergamino (Javier Martínez), Bragado (Vicente Gatica), General Villegas (Eduardo Campana), Junín (Pablo Petreca), 9 De Julio (Mariano Barroso), Dolores (Camilo Etchevarren), Las Flores (Ramón Canosa), Mar del Plata (Carlos Arroyo), Pinamar (Martín Yeza), Bahía Blanca (Héctor Gay), Patagones (José Zara), Olavarría (Ezequiel Galli) y La Plata (Julio Garro).

 

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