Juego de alianzas: quiénes apoyan en el mundo a Mauricio Macri y quiénes a Alberto Fernández

Juego de alianzas: quiénes apoyan en el mundo a Mauricio Macri y quiénes a Alberto Fernández

En las elecciones de octubre se definirá también el perfil de la política exterior.

 

El viaje de Alberto Fernández a España y Portugal, en el que buscó moverse y ser tratado como un presidente ya electo sin haber pasado por los comicios del 27 de octubre se refleja en un mapa de aliados de una y otra fuerza: los del presidente Mauricio Macri, con su Juntos por el Cambio; y los de Fernández, con su Frente de Todos, en el que arrastra a los amigos internacionales de Cristina Kirchner, como Cuba y Venezuela.

Sin dudas, la victoria de uno u otro, hará que los líderes y sus Estados se reposicionen nuevamente en relaciones de Estado a Estado. O al menos así se espera. 

 

Ese mapa de aliados y neutrales comienza con la fuerza de la potencia: Estados Unidos y su presidente Donald Trump, quien nunca le "cobró" al gobierno de Macri haber apostado por la candidatura de la demócrata Hillary Clinton en la campaña estadounidense de 2016.

Trump, con quien habló Macri el 24 de agosto pasado -tras la marcha de apoyo a Cambiemos en distintas ciudades del país- sigue en contacto permanente por Whatsapp con su amigo desde los años 80. Recientemente envió a su hija Ivanka y al número dos del Departamento de Estado. 

Trump fue el principal apoyo político y económico de la gestión actual. Figura clave del éxito de Macri en la Cumbre del G20 en Buenos Aires. Y fue central su gestión para que la Argentina recibiera del Fondo Monetario Internacional un paquete de ayuda financiera para capear sus crisis.

La relación política entre Macri y Trump sigue intacta, pero tras las PASO y el agravamiento de la crisis, Estados Unidos mantiene un nivel de atención técnica -y más distante- de los US$ 5.400 millones que Argentina espera del Fondo.

No hay fecha para ese giro. El fin de semana, desde el Departamento de Estado remarcaron de manera contundente: que esperaban relacionarse en el futuro con quien "gobierne democráticamente" el país y tenga "buena voluntad" en la relación bilateral con Washington.

Alberto Fernández se reúne con el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, el viernes pasado. Foto: Frente de Todos

Fue tras las opiniones del candidato K:  “depender tanto de Estados Unidos nos ha hecho retroceder”, opinó y prometió buscar un vínculo “más maduro” con Washington.

Jair Bolsonaro también es otro fuerte aliado de Macri, al punto que ha verbalizado en público polémicas frases y advertencias ante una eventual vuelta del kirchnerismo al que ha equiparado con una "banda de izquierdistas", que transformará a la Argentina en otra Venezuela.

Amenazó con salirse del Mercosur si el albertismo cierra la economía.

Por ahora, la relación del kirchnerismo con Brasil sigue siendo a través del PT. Fernández reclama la libertad de Lula da Silva. A Lula lo visitó en su prisión en Curitiba.

Otros aliados de Macri, en distinto grado son Sebastián Piñera, de Chile; amigo del Presidente, pero con una política de no injerencia en los asuntos de otro país.

Mario Abdo Benítez, de Paraguay e Iván Duque, de Colombia, pasan por distintas crisis, uno y otro. Pero su alianza su mirada regional contra el régimen chavista los ubica como cercanos a Macri.  

En Europa, Macri tiene otros fuertes amigos. Una de ellos está a un paso de la "jubilación" política: la alemana Angela Merkel, quien conoce a Macri desde los encuentros del PRO con la Democracia Cristina siendo el argentino jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Merkel también fue vital en el apoyo a Macri ante el FMI. Lo mismo que el japonés Shinzo Abe.

Emmanuel Macron, en Francia, se habla permanentemente con el argentino y la fragilidad del gobierno de Boris Johnson, no inhibe la cercanía que tuvieron Londres y Buenos Aires bajo la administración Cambiemos.

Ese deshielo sucedió a las fuertes confrontaciones por la centralidad que le dieron los Kirchner al conflicto de soberanía por Malvinas. Otro aliado es el canadiense Justin Trudeau, quien el año pasado invitó a Macri a una reunión del G7.

El israelí Benjamin Netanyahu se ubica en este lado del mapa. Hubo tensiones con Cristina Kirchner por el reconocimiento a Palestina como Estado, y por la firma del memorándum de entendimiento con Irán, en 2013.

Son aliados de esta administración los líderes árabes Tamim bin Hamad Al Thani, de Qatar; el rey Salman bin Abdulaziz y su hijo Mohammed bin Salman, de Arabia Saudita.

Alberto F. también tiene sus amigos, los está cultivando y si gana, el mundo también estará disponible para escuchar su programa. Las preocupaciones que deslizan los gobiernos tienen que ver con las prácticas que aplicó Cristina, quien tenía disputas comerciales ante la OMC, con la Unión Europea, y distintos gobiernos que denunciaron a la Argentina.

Fernández empezó a hacerse camino con la izquierda en España y Portugal. Pedro Sánchez y Macri hablaron recientemente de salvar el acuerdo Mercosur - Unión Europea, pero su relación nunca fue fluida.

​ Estos contactos los armó el chileno Marco Enríquez Ominami -hoy outsider de la política en Santiago-, ex candidato presidencial chileno, y la secretaria iberoamericana Rebeca Grynspan.

En el equipo del candidato K quieren que aunque sea después de que gane las elecciones -viaje a México para reunirse con Andrés Manuel López Obrador. El presidente de centroizquierda lo recibirá como el portugués Antonio Costa y Sánchez. 

Dos relaciones que heredaría Fernández de su mentora y candidata a vice son: una con Cuba, donde está siendo tratada y cuidada Florencia Kirchner. La otra más enredada, con el chavismo en Venezuela.

Es que si bien Alberto F. no es un simpatizante del régimen, ya dijo que no comulga con el Grupo de Lima, del que Macri hizo parte a la Argentina.  Quiere una mirada como la de México y Uruguay, los que no reconocen a Juan Guaidó como presidente encargado, y eluden criticar a la dupla Maduro-Diosdado Cabello. 

Podría decirse que Tabaré Vázquez y Evo Morales han tenido buenas relaciones con Macri, siendo dos gobiernos de centroizquierda. Ambos están en procesos electorales.

Las dos grandes potencias, Rusia y China, mantuvieron una estrecha relación con el kirchnerismo, que continuó con el macrismo -pese a las presiones de los Estados Unidos- y se presume que seguirán así ante una administración Fernández-Fernández. Tanto Vladimir Putin como Xi Jinping se mantienen rigurosamente distantes de lo que ocurre en la convulsionada Argentina.  

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