Fueron a escuchar al precandidato a Presidente correligionarios como Valdés y Cornejo, que vienen de fotografiarse con Bullrich. Carrió, la invitada especial. Cero PRO.
Por Damián Belastegui
"Volveremos otra vez, volveremos a ser gobierno como en el 83'". Gerardo Morales irrumpió este miércoles al escenario del Gran Rex acoplándose al hit radical más cantado del acto de lanzamiento de su precandidatura presidencial. El titular de la Unión Cívica Radical (UCR) lo hizo bajo una puesta en escena que -como prometían en su tropa- buscó salirse del acartonamiento, tomando como hilo conductor el lei motiv de la campaña del gobernador de Jujuy: "Dar vuelta la Argentina". Con ese concepto a cuestas, estrenó jingle, aparecieron actores y músicos en escena, se proyectaron videos y hasta el atril donde dio su discurso irrumpió levitando y dando vueltas en el aire.
Pero, más allá del cotillón de pretensiones vanguardistas, la exhibición mejor lograda del primer paso de campaña presidencial del jujeño fue el auditorio político que se alistó en la primera fila del clásico teatro porteño de la avenida Corrientes. Una plana mayor de la UCR cuasi completa, con Elisa Carrió en medio, escuchó una alocución de media hora donde -más allá del perfil propósito- el precandidato repartió por partes iguales los dardos hacia la "debilidad" de Alberto Fernández -"El peor Presidente de la historia", Morales dixit- y alusiones al encarcelamiento de Milagro Sala.
"El radicalismo es la energía de Juntos por el Cambio", arengó frente a Martín Lousteau y la tropa de Evolución en pleno, Mario Negri, Gustavo Posse, legisladores e intendentes de diversos puntos del país y, dato no menor, la presencia del mendocino Alfredo Cornejo y los gobernadores Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza), el trío que se había mostrado en los últimos tiempos desmarcados de la sintonía larretista del jujeño, posando, incluso, para la foto con Patricia Bullrich.
En aquella instantánea con la jefa PRO también estuvo el otro presidenciable radical -aun no lanzado formalmente- Facundo Manes. El neurólogo fue la ausencia más resonante en el Gran Rex, aunque esperada por la guardia del jujeño, considerando el persistente clima de tensión entre ambos al no resolverse quien será el abanderado boina blanca en las PASO.
"No hay lugar para internas en el radicalismo", dijo Negri a Letra P. El jefe de bloque UCR en Diputados exaltó la postulación de Morales como "una fortaleza muy grande para el partido". Ese mensaje del cordobés, flotó en las charlas tras bambalinas entre la dirigencia radical que iba llegando al teatro porteño.
Para apuntalar ese clamor, previo al discurso del jujeño, el locutor a cargo del acto dio cuenta del respaldo a la incursión presidencial de Morales por parte de 18 de los 24 presidentes de comités provinciales; entre quienes no aparecieron, era esperable, se anotó la ausencia del comité bonaerense al mando de Maximiliano Abad, que impulsa a Manes.
Mientras algunas voces cerca del gobernador de Jujuy deslizan que, de no haber acuerdo interno, las cosas se definen en la Convención, por si acaso el sector de Morales recalcó que "el 80% de los convencionales nacionales" apoyan al gobernador.
"Es el modelo de transformación que tenemos que llevar a la Argentina", exaltó a Letra P el referente de Evolución, Emiliano Yacobitti. Ese espacio fue uno de los principales tributarios de militancia al acto de este miércoles, junto con una voluminosa presencia jujeña.
En tono cordobés
Ya acostados en las gradas del Gran Rex, dos promotores bonaerenses de Morales que vienen exhibiendo pretensiones para la Gobernación, Martín Tetaz y Gustavo Posse, se tomaron una selfie que el mediático economista se encargó de difundir en Twitter remitiendo a la fórmula fernetera de Luis Juez y Rodrigo De Loredo (otro de los presentes) en Córdoba.
Sobre el indicio a un entente entre ambos, Tetaz dijo a Letra P: "Es una posibilidad. Lo hablamos y el radicalismo debe tener una fórmula competitiva en la provincia".
Morales ya activó su comité de campaña bonaerense, el cual, junto al nacional, se abocó en los últimos días a los preparativos de este acto que logró desbordar las 3.200 butacas del teatro. Para imprimirle épica radical, el jujeño cerró su discurso arengando: "Acá estamos para dar vuelta la Argentina. Vamos a comandar los destinos de nuestro país como lo sabemos hacer. Adelante radicales". Frente suyo, la primera fila tenía la foto de buena parte de la tropa dirigencial radical aplaudiéndolo de pie.
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