Lo que no se vio del debate: el huracán Carrió, las caras de Macri, veto a Lubertino y euforia K

Cómo se vivió el detrás de escena de la discusión en “A dos voces” entre Horacio Rodríguez Larreta, Martín Lousteau, y Mariano Recalde.Galería de imágenes.

EL debate que protagonizaron Horacio Rodríguez Larreta, Martín Lousteau y Mariano Recalde, fue sin dudas el más tenso cruce de candidatos a jefe de Gobierno que se haya desarrollado en los estudios de "A dos voces" en toda su historia. Los hombes del PRO, ECO y el FpV se dijeron de todo, discutieron, se chicanearon y, por momentos, hablaron de sus propuestas. 

Detrás de cámara, hubo todo un universo que la televisión no mostró pero fue igual de jugoso. Repletos de personajes, situaciones insólitas y detalles de color, esto es lo que no se vio del Debate Capital:

El huracán “Lilita”. Como nunca antes, el debate de “A dos voces” contó con tres presidenciables en el estudio, pero solo dos se quedaron a ver la discusión: Ernesto Sanz, que llegó acompañado de su vice Lucas Llach; y Mauricio Macri, que hizo lo propio, con Gabriela Michetti. Pero también dijo presente Elisa Carrió que fue unverdadero torbellino que revolucionó el estudio. Ingresó apurada, cuando los tres candidatos a jefe de Gobierno entraban, y los saludó.

Luego desfiló frente a la tribuna de La Cámpora sin siquiera voltear para ver algún rostro conocido. La tensión del momento se cortaba con un suspiro. “Lilita” caminó y se abrazó con Ernesto Sanz, con dirigentes de ECO, como Fernando Sanchez y Maxi Ferraro, y varios miembros del PRO.

 

“Soy la garante de la unidad de este espacio, no quiero generar tensiones, me voy”, avisó en su raudo paso por el canal. Tras cinco minutos de saludos, charlas y chistes irónicos, la presidenciable buscó la salida. En su camino se encontró con un periodista al que conoce desde su primera campaña presidencial, que alguna vez cantó ópera con ella en un avión y ahora cubre macrismo.“Mi vida, mi tesoro, te me hiciste del PRO, pero vos seguis siendo mío, mío”, gritó mirando a los funcionarios porteños. El periodista, ni lerdo ni perezoso, le retrucó: “¡Si vos también estás con el PRO!”. Como siempre, “Lilita” dio la nota.

Lubertino, vedada por los K. Otra escena insólita se vivió cuando en la puerta de Canal 13 se apersonó María José Lubertino. Siempre presente en cuanto acto oficialista haya, reclamó ingresar al debate, pero no estaba en la lista de 20 invitados que cada agrupación tenía.

 

Es más, desde el equipo de Recalde pidieron, expresamente, que no la dejen entrar. “Nosotros no la invitamos”, explicaron. La ex legisladora hizo un escándalo y amenazó con llamar a uno de los conductores. Nada de eso pasó y “La Luber” se quedó con las ganas de colarse al debate en TN. Su propio espacio la vetó de la tribuna.

Las caras de Mauricio y Gabriela. La fórmula presidencial del PRO estuvo en la tribuna y si bien no dijeron nada, sus caras hablar con ellos. Apenas se sentó, Macri puso el rictus serio y siguió los pormenores del debate, que iba comentando con Marcos Peña, su “vice que no fue”. Se rió siempre de las embestidas de Recalde contra Larreta y, en particular, estalló de risa cuando le dijo “ustedes compraron chatarra” en referencia a los coches de subte.

En un momento, Recalde habló de Aerolíneas. Los otros candidatos le dijeron que ese no era un tema del debate. Y Macri desde la tribuna, entre risas, con María Eugenia Vidal, dijo al aire: “Ese tema es en nuestro debate”, por el presidencial. Su rictus se transformaba cuando Lousteau cuestionaba su gestión con cifras y negaba con la cabeza cada vez que el economista decía “Estas mintiendo, Horacio, estás mintiendo”.

También Michetti mostró su cara de sorpresa. Lousteau criticaba a Larreta, el jefe de Gabinete PRO intentaba no entrar en chicanas y hablar de propuestas. Pero el candidato de ECO lo descolo cuando lanzó un cuestionamiento, Larreta intentó refutarlo, y Guga replicó: “¡Lo dijo Gabriela en su campaña?”. En ese mismo instante, en la tribuna, el rostro de Michetti se transformó: “¿Yo dije eso? ¿Yo dije eso?”, se preguntaba.

Kirchneristas en la tribuna de Lanata. Todo estaba listo para comenzar pero el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, no había llegado. Lo hizo minutos antes de las 17 silbando la marcha peronista y fue a maquillaje. Luego le pidieron al Andrés Larroque y Carlos Tomada que pasaran primero para filmarlos ingresando al canal. Fue entonces cuando GabrielaCerruti, de ajustadísimo traje color rojo furioso, se metió también y le soltó una broma al “cuervo”: ironizó con la idea de copar Clarín.

Broma o no, los kirchneristas fueron mayoría, por lo menos en cuanto al ruido que le imprimieron al debate, y ocurrió algo que parecía imposible: se sentaron en la tribuna de Jorge Lanata.  

Fue así porque “A dos voces” se grabó en el estudio de Periodismo para Todos. Creer o reventar. Además de Larroque, Cerruti y Tomada, dijeron Juan Cabandié, Gabriela Alegre, Carlos Heller, Víctor Santamaría (que había empapelado las inmediaciones con afiches de Tevez para promocionarse en Boca); Santiago Carreras, Leandro Santoro, Nilda Garré, que se sentó al lado del ministro del PRO, Guillermo Montenegro; Claudio Morresi, que antes de empezar se sacó una selfie “tribunera”, y Paula Penacca, entre otros.

Director de canal 7 y jefe de campaña. Carlos Figueroa, gerente de noticias de la Televisión Pública, se mostró hiperactivo a pesar de jugar de visitante. El ex notero de Duro de Domar y militante de La Cámpora, fue el hombre que en todo momento auxilió a Recalde en el debate. Le sostuvo y alcanzó los carteles que después el candidato mostró y lo alentó detrás de cámara. “Dale Marian, dale”.

"Carlitos” fue una suerte de directo técnico que vivió el partido parado sobre la línea del campo de juego, aunque en su caso fue sentado debajo de una cámara de Canal 13, dando indicaciones, inclusive antes de que comenzara el programa. El que le hizo de ayudante de campo fue Carreras, senadora bonaerense. Casi al final del programa, saltó de las gradas con una carpeta de Aerolíneas en mano y le dijo a Recalde. “Marian, salile más a Lousteau, salile”, le pidió. “Dale Marian, ahora es con todo”, agregó.

Un detalle no menor: en canal 7, los trabajadores del noticiero lo acusaron por el uso “político partidario del servicio de noticias de la Televisión Pública". Allí, en las PASO, el kirchnerismo tuvo un total de pantalla de 1 hora 9 minutos, en tanto el PRO obtuvo en el mismo período 8 minutos 50 segundos; ECO, 5 minutos y medio. Esta noche, no pudo controlar esos tiempos.

 

Ernesto Sanz, presidenciable radical, siguió todos los detalles en primera fila. 

Euforia, aplausos, tensión e insultos. Mientras que las hinchadas del PRO y ECO se mostraron mesuradas y fueron más que nada espectadoras del debate de candidatos, el kirchnerismo le puso picante al asunto. No solo con aplausos para Recalde, cada vez que decía algo o nombraba a Cristina (la mencionó por primera vez a los 30 segundos); también se metían en las discusiones refutando a Lousteau o a Larreta.

La más activa fue Cerruti que no solo gritó y se enojó con lo que veía, sino que también bailó por momentos al compás de la cortina de “A dos voces”, tarareando el ritmo. Mientras eso pasaba, Tomada ponía caras, Heller le hacía chistes a Paula Penacca, Nilda Garré anotaba todo en un papel  y Larroque, Santa María y Carreras agitaban el ambiente que por momentos fue tenso, sobre todo con la producción.

Varios asesores de Recalde se exaltaron porque no pudieron acercarle un cartel a su candidato. Manuel Hernández, de La Cámpora Parque Patricios, en un momento se cruzó con una productora a los gritos, la prepoteó y fue corriendo al control para quejarse. El único que pedía calma era Juan Cabandié, que les daba la orden de bajar un cambio.

Terragno y Santoro, accidentes sin heridos. Saltar de una tribuna siempre es peligroso. En el debate en TN así lo comprobaron un histórico dirigente de la UCR, Rodolfo Terragno, y un joven militante de ese partido, Leandro Santoro, que ahora es candidato K a vicejefe de Gobierno.

Durante el paso fugaz de Carrió, Terragno la quiso saludar. Para eso, saltó de las gradas para darle un beso y terminó colgado del decorado. Fue un accidente con suerte, apenas un susto. El caso de Santoro fue al final del programa. Cuando bajó a abrazarse con su compañero de fórmula, le erró al piso y terminó cayendo. Se reincorporó rápido,pero el paso en falso ya había sido dado.

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