Alberto Fernández monitoreó con Sergio Massa hasta última hora y espera por una votación favorable en Diputados

Alberto Fernández monitoreó con Sergio Massa hasta última hora y espera por una votación favorable en Diputados

El Presidente y el diputado se reunieron a solas para convalidar los cambios. Inquietud por La Cámpora.

"Está destrabado. Pero esto termina cuando termina. Esperemos que el diablo no meta la cola", aseguraban pasadas las 9 de la noche desde el primer piso de Casa Rosada.

A esa hora, Alberto Fernández todavía seguía reunido con Juan Manuel Olmos, su amigo jefe de Asesores, y Gabriela Cerruti, la Portavoz de la Presidencia, dos de los colaboradores que en las últimas semanas más tiempo pasan con el jefe de Estado.

Minutos antes, Sergio Massa había abandonado el despacho presidencial después de un encuentro de poco más de media hora a solas -luego se sumaron Olmos y Cerruti- en el que el presidente de la Cámara baja lo actualizó sobre la negociación en tiempo real con Juntos por el Cambio y el Interbloque Federal, y el principio de acuerdo forzado por la oposición al que habían arribado, tras más de 72 horas de conversaciones cruzadas, en torno al proyecto de refinanciamiento del acuerdo con el Fondo Monetario que este jueves se encamina a ser debatido -y votado- en Diputados.

Y que, según lo acordado, quedó redactado con solo un artículo referido a la facultad del Poder Ejecutivo de refinanciar la deuda con el FMI, para evitar el default.

Fernández y Massa -hiperactivo durante la última semana- habían chateado durante buena parte del día, e incluso intercambiaron mensajes hasta un rato antes de que el titular de la Cámara baja saliera del Congreso rumbo a la Casa de Gobierno mientras el ex intendente de Tigre mantenía una reunión, a última hora de la tarde, en el despacho de Mario Negri con un grupo de legisladores de Juntos por el Cambio. Entre ellos, Juan Manuel López, Cristian Ritondo, Luciano Laspina, Julio Cobos, Silvia Lospennato y Lisandro Nieri.

Fue el último cónclave en el que el Presidente avaló la redacción del artículo, el único (más los de forma), que autoriza al Gobierno a acordar el programa de facilidades extendidas con el Fondo Monetario sin mención alguna al programa económico acordado entre Martín Guzmán y el organismo que la oposición en pleno no estaba dispuesta a convalidar en el recinto.

Durante todo el día, Fernández, Olmos y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra -también Sergio Chodos-, analizaron borradores que se modificaron con el transcurso de las horas, a la par de las negociaciones con la oposición, hasta el texto final que se terminó de aprobar casi a las 10 y media de la noche. 

"Estamos agotados. Así es el juego de la política", confesaron desde la cúpula del Gobierno cerca de las 10 de la noche una vez que el Presidente y sus colaboradores dejaron Balcarce 50.

Minutos después, en Diputados todavía esperaban por la firma del dictamen en el plenario de comisiones. "Están viniendo con el texto consensuado, tengan un poquito más de paciencia", pidió Carlos Heller, visiblemente cansado, antes de pasarle la palabra a Germán Martínez, el jefe del bloque oficial.

Es que, a la tensión obvia con la oposición, en el oficialismo sumaban anoche el fastidio creciente con el sector más combativo del Frente de Todos que ya exhibió públicamente su rechazo al acuerdo. En especial con La Cámpora, la agrupación fundada y liderada por Máximo Kirchner. 

Tanto desde La Cámpora como desde Casa Rosada reconocen que el vínculo entre Fernández y el diputado está roto por completo y que, en ese contexto, llama aún más la atención el acercamiento de las últimas semanas entre el Presidente y el ministro Eduardo "Wado" de Pedro que volvió a quedar reflejado con la reunión a solas que mantuvieron este mismo miércoles.

En paralelo a las negociaciones que el jefe de Estado monitoreaba desde su despacho en Buenos Aires, Guzmán mantenía en Houston una serie de reuniones con los popes de la industria petrolera con la preocupación centrada en la invasión rusa en Ucrania y los coletazos que ya se sienten en el precio de los commodities.

El ministro de Economía se embarcó a Estados Unidos con la oposición, y parte del oficialismo, todavía en rebeldía por la ley que había enviado al Congreso. Y con una preponderancia de Massa en las negociaciones política que en el Palacio de Hacienda siempre miran con desconfianza. 

"El board (del Fondo) busca el consenso en cuanto al programa. Te dan la plata a partir de la revisión del programa", explicaban desde Houston en referencia a las tratativas que se desarrollaban en el Congreso, que eran validadas en Casa Rosada y que eran seguidas a la distancia desde Washington. 

Anoche, en el Gobierno todavía nadie cantaba victoria. Pero había confianza en una resolución favorable en Diputados. A pesar de Máximo Kirchner. Si eso pasa, después será el turno del Senado: Cristina Kirchner espera en silencio desde hace un buen rato. 

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