Hay ex funcionarios, gremialistas y figuras de La Cámpora. Los dos ex ministros emblemáticos que se ausentaron.
El Congreso del PJ es un mensaje político en sí mismo. Las ausencias como las presencias dicen mucho.
A las 10 todo se puso en movimiento, los autos comenzaron a llegar al edificio de Obras Sanitarias. Algunos con poca custodia, otros comoOmar Viviani, que llegó escoltado por tres vehículos negros.
El primero en llegar fue el apoderado del partido, Jorge Landau. Minutos después José Luis Gioja, en un auto verde y a diferencia de muchos, bajó de su vehículo para dialogar con la prensa. Quiere ser presidente del PJ y es su única prioridad. "Vamos a ir por la lista de unidad", repitió mientras caminaba hacia el acceso.
Con una puerta de ingreso especial, al VIP ingresaron los diputados y senadores y dirigentes del PJ: los primeros en llegar allí fueron Julián Domínguez y Juan Manuel Abal Medina: ambos promueven la lista de unidad para evitar la intervención del partido. Con su particular estilo, Guillermo Moreno hizo su entrada rodeado de un grupo de militantes: "Cuando creen que nos peleamos, nos reproducimos".
Ante la sorpresa de muchos, después hizo su entrada el ex candidato presidencial Daniel Scioli. Se dudaba de su participación en medio del escándalo de su separación con Karina Rabolini, pero decidió dar el presente, acompañado por Alberto Pérez.
La Cámpora, apuntada por varios dirigentes históricos del PJ, no faltó a la cumbre del PJ. Eduardo "Wado" de Pedro llegó junto a Mariano Recalde y Juan Cabandié. "Terminamos así (mostrando el pulgar hacia arriba), y unidos", dijo De Pedro. El bloque Justicialista y un grupo de gobernadores y sindicatos que los respaldan, buscan que la agrupación de Máximo Kirchner tenga poco espacio en el nuevo armado partidarios. Están dispuestos a dar pelea.
Entre la fila de congresales que se disponían a ubicarse en el escenario principal, pasó sonriente, sin hablar con la prensa, Carlos Zannini, que no es congresal, pero sí consejero. Saludó a lo lejos y no quiso hacer declaraciones.
Los ausentes llamaron la atención. Florencio Randazzo, que es uno de los vicepresidentes del Partido, decidió no ser parte del Congreso. "Ese PJ aceptó que se elimine las PASO, aceptó que Cristina lo unja a Scioli como único candidato e hicieran cualquier cosa en Buenos Aires. Si se empieza con una autocrítica tal vez puedan contar con nosotros en algún momento", señalaron desde el entorno del ex ministro de Transporte.
Aníbal Fernández, que se mostró crítico en la reunión del Consejo nacional, decidió no asistir y no dio explicaciones al respecto.
Marcando presencia y con su poncho en hombro, Mario Ishii llegó con una gran comitiva, que buscó ingresar por la fuerza generando disturbios en el ingreso de los congresales. Duró unos pocos minutos, suficientes para recalentar el ambiente.
El gobernador Juan Manuel Urtubey, cada vez más crítico con el kirchnerismo que integró hasta diciembre, llegó minutos después que el ex funcionario de Cristina Kirchner, Diego Bossio, acusado de "traición". No hubo disturbios y los ánimos se mostraron calmados.
Quienes presiden el Congreso son el gobernador Gildo Insfrán y el actual diputado Gioja, entre las principales autoridades, que debieron sortear el malestar de muchos peronistas que exigieron la apertura del diálogo. "Basta de los documentos cerrados" reclamaron al arranque del encuentro.
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