La primera vuelta marcó un quiebre en la estrategia de Scioli y fortaleció a Macri

La primera vuelta marcó un quiebre en la estrategia de Scioli y fortaleció a Macri

El resultado del 25 de octubre llevó al candidato del FPV a subirse a la campaña del miedo, que se mezcló con diferencias notorias con el kirchnerismo duro; su rival reguló el ritmo al sentirse beneficiado con la elección

La bisagra que significaron los comicios del 25 de octubre revolucionó el clima en el Frente para la Victoria (FPV) y llenó de confianza a Cambiemos. A pesar de que Daniel Scioli salió victorioso de la contienda electoral, quedó enredado en pases de facturas, cambios de actitudes y propuestas, exabruptos y un rol secundario de Cristina Kirchner, que optó por darle un leve apoyo.

Mauricio Macri dejó atrás los vaivenes discursivos que habían aflorado tras la ajustada victoria de Horacio Rodríguez Larreta en el ballotage porteño y el escándalo por las contrataciones con el Estado capitalino del ex candidato a diputado Fernando Niembro, para administrar la ventaja en una calma con pocas interrupciones.

El día siguiente a los comicios, Scioli desafió a Macri a un debate. El gobernador no había estado en el primero, el 4 de octubre, en la Facultad de Derecho de la UBA.

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Aníbal Fernández, derrotado en la provincia de Buenos Aires por María Eugenia Vidal, dejó en claro el lunes 26 el clima que el resultado electoral impuso en el FPV. Comenzó a hablar de "fuego amigo" y de una "traición" dentro del espacio que lo llevó a la derrota en territorio bonaerense.

Sergio Massa tuvo, durante la primera semana tras las elecciones, un rol protagónico. Generó expectativas su posible definición a favor de uno de los dos candidatos que llegaron a la segunda vuelta de hoy. Macri y Scioli apostaron por ganarse a los votantes massistas. El líder del Frente Renovador, finalmente, no explicitó apoyo a ninguno.

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Una reunión postergada entre Scioli y la Presidenta agitó las aguas el miércoles siguiente a las elecciones. El candidato reaccionó: "Con Cristina me reúno cuando tengo que hacerlo". Esa misma jornada marcó el inicio de visibles encontronazos entre el cristinismo y el sciolismo. Hebe de Bonafini y Horacio González criticaron al gobernador. Alberto Samid cuestionó a Carlos Zannini. También arremetería contra la Presidenta, por el uso de la cadena nacional.

El jueves 29 reapareció Cristina, en un acto en el que no estaba Scioli, que fue a Tucumán a darse un baño de apoyo de los gobernadores del PJ en la asunción de Juan Manzur. Cristina no nombró a Scioli en su reaparición y remarcó que hay dos modelos enfrentados para elegir.

La campaña del miedo contra Macri se desató el fin de semana siguiente a la primera vuelta y no cesó hasta la veda. Scioli habló de Cambiemos como la "Alianza versión 2015" y se lanzó la vinculación de Macri con el ajuste, la devaluación y la pérdida de derechos. El líder de Pro dijo estar "decepcionado" con el candidato del FPV.

Las internas en el kirchnerismo siguieron con Florencio Randazzo, que cuestionó a Cristina. "La Presidenta ha decidido que el candidato sea Scioli y los resultados están a la vista", dijo el sábado 31 de octubre.

Cambiemos mantuvo la serenidad tras la sorpresa que dio el 25. Realzó la figura de Vidal, a quien Macri mostró insistentemente, inclusive en sus spots, aunque ella ya no compitiera. Sólo trascendieron chispazos desde el ala radical de la alianza. Algunos dirigentes de la UCR plantearon comenzar con el reparto de cargos en el gobierno bonaerense, un tema demorado.

En noviembre continuó fuerte la campaña negativa, se reprodujeron los entredichos entre el cristinismo y el sciolismo, y se sumó el frente judicial. El martes 3, la Cámara de Casación apartó al juez Juan Carlos Gemignani, que se oponía al acuerdo con Irán. El día siguiente, la Corte declaró inconstitucional la ley de subrogancias.

El viernes 6, Cristina se mostró con Scioli en un acto en las ex bodegas Giol y advirtió sobre los riesgos de elegir a Macri. "Después no vengan con el «qué se vayan todos»", avisó la jefa del Estado.

Scioli declaró contra los piquetes. Bonafini, Axel Kicillof y simpatizantes kirchneristas como Gerardo Romano y José Pablo Feinmann descalificaron a Ricardo Lorenzetti, a Macri, a sus votantes, a Massa y a Vidal. Juan Manuel Urtubey y José "Pepe" Scioli despegaron al gobernador de esos dichos.

El domingo 15 llegó el debate. Macri golpeó primero, pero luego la disputa se emparejó y sobresalieron las evasivas para responder preguntas de ambos lados.

La Justicia le agregó disgustos al Gobierno antes de la llegada de la veda: declaró inconstitucional la integración del Consejo de la Magistratura, y el juez Claudio Bonadio procesó al titular del PAMI, Luciano Di Césare, entre otras decisiones.

Los últimos días transcurrieron en la misma sintonía hasta los cierres de campaña, en los que cada uno reafirmó sus posturas: Scioli, la estrategia del miedo a las políticas de Macri; el candidato opositor, la de su apuesta al cambio.

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