Ayer, el Frente para la Victoria encontró sosiego en una encuesta de la consultora Aresco que revela que la fórmula presidencial del Frente para la Victoria integrada por Scioli-Carlos Zannini trepa en la provincia de Buenos Aires a una intención de voto del 41,7%, aventajando por casi 18 puntos de diferencia al binomio del PRO, que encabeza Mauricio Macri junto conGabriela Michetti con el 24% de apoyo del electorado bonaerense. 

Este escenario proyectado de dominio oficialista en el principal distrito electoral del país consolida a Scioli, pero sacude la interna kirchnerista en Buenos Aires. 

"Nosotros podemos llevar la fórmula completa, no tenemos que esconder a nuestro vice". En el comando de campaña de la fórmula bonaerenseDomínguez-Fernando Espinoza calientan la previa de la cumbre de gobernadores del PJ que se celebrará mañana en Parque Norte, con Scioli como único orador. El mensaje dirigido al otro contendiente de la interna del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires, Aníbal Fernández, comenzará a cristalizarse hoy cuando Domínguezreciba el apoyo del gobernador electo de La Rioja, Sergio Casas, del ganador de las PASO chaqueñas, Domingo Peppo y del santafesino, Omar Perotti, custodio kirchnerista de casi un tercio de los votos de Santa Fe.

Mañana en Parque Norte, un encuentro convocado por la Fundación Gestar que comandan José Luis Gioja y Diego Bossio, habrá un respaldo compacto a la candidatura presidencial de Scioli (ver nota aparte). El gobernador de Buenos Aires aprovechará el evento además para convocar al acto de cierre de su campaña presidencial que se realizará en Tecnópolis de cara a las PASO del 9 de agosto próximo. 

El sciolismo también confirmó otro dato: el búnker presidencial del FpV no estará esta vez en el Hotel Intercontinental, tal cual ocurría con Néstor y Cristina de Kirchner, sino en el estadio Luna Park.

En otro sentido, Fernández, jefe de Gabinete de ministros, goza de la omnipresencia política que corresponde a su cargo y aprovecha ubicaciones preferenciales junto con la presidente Kirchner y a Scioli en cuanto acto oficial tenga lugar en la campaña. Domínguez, en cambio, hace foco en una campaña territorial junto con sectores que componen la columna vertebral del peronismo como intendentes y sindicatos. En Parque Norte hará sentir al apoyo de laFederación Argentina de Municipios que conduce Julio Pereyra (Florencio Varela) y llegará con el aval ya explicitado de gobernadores y precandidatos a la gobernación como Casas, Peppo -vía Jorge Capitanich), Perotti y Rosana Bertone. 

El caso de la gobernadora electa de Tierra del Fuego es sintomático: los mandatarios provinciales alineados conScioli se acercan a Domínguez como método para minimizar el desgaste político del candidato a presidente del FpV a expensas de Fernández. El peronismo sciolista teme el efecto que podría causar Fernández como candidato a gobernador del PJ en un mano a mano con Scioli, incluso en un eventual balotaje presidencial.

La fórmula hiperperonista de Domínguez junto con Espinoza, intendente de La Matanza, buscará así que Fernándezpague el costo político de llevar a Martín Sabbatella como compañero de fórmula. El exintendente de Morón y titular de la AFSCA actúa como un repelente de intendentes y dirigentes peronistas del conurbano desde que Néstor Kirchner utilizó Nuevo Encuentro como colectora bonaerense para condicionar a los intendententes del PJ en tiempos de la transversalidad K. 

En esta carrera, Domínguez vs. Fernández por encolumnar al peronismo bonaerense en la interna para la gobernación, el titular de la Cámara de Diputados de la Nación se anotó ayer el respaldo de los jefes comunales de Chivilcoy, Darío Speranza, y de Bragado, Aldo San Pedro, a la vez que anunció sus propuestas en materia de salud y educación. El apoyo de Speranza implica sumar al sector del kirchnerista que se referenciaba en Florencio Randazzo, hoy fuera del mapa electoral del Frente para la Victoria. "Todos nosotros y todos nuestros equipos vamos a ayudar a que un chacabuquense logre ser el próximo gobernador. Para nosotros es un orgullo", explicó el intendente de Chivilcoy, terruño de Randazzo.

Fernández, en cambio, aprovechó el giro discursivo de Macri para contraatacar por la retaguardia: "Nuestro plan arranca siempre con la seguridad. La inseguridad existe. Si a mí, que estuve a cargo de la seguridad, me bajaron de mi auto a punta de pistola, eso quiere decir que le pasa a cualquiera".