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CARLA PELLIZA

La reunión duró más de tres horas y no consiguió lo que buscaba, la paz interna. En Diputados, el radicalismo intentó la reunificación con Evolución pero no evitó la división, ya que todo apunta a qué seguirá habiendo dos bloques. Uno de ellos será comandado por Facundo Manes, con 12 miembros, y el otro por Rodrigo de Loredo, con 23, la figura resistida de la noche.

El encuentro comenzó minutos antes de las 18, bajo un clima de tensión extrema. Mario Negri, que abandonará la botonera radical el domingo, abrió la reunión y se retiró, dejando a 12 diputados molestos con la decisión De Loredo y solo tres enviados por parte de quienes apoyan su designación.

El paso del tiempo no ablandó las posiciones y la resistencia se mantuvo firme. Como anticipó El Destape, plantearon dos salidas: o Manes o una figura elegida por fuera de los reincorporados de Evolución. Esta opción no agradó y el encuentro creció en tensión. Con las horas, se sumaron más voceros al grupo de representantes de los 23 legisladores que promocionaron al cordobés para comandar el bloque pero no llegaron a buen puerto.

Pasadas las 21, se firmó el acta. Llevó el nombre de 12 legisladores y ubicó a Manes como presidente del espacio al tiempo que manifestaron su vocación de reunificar el espacio. Hicieron lo que habían planteado en la previa, elegir sin incorporar en la bolsa a los candidatos del ex Evolución.

La decisión no fue compartida, de hecho no se encontraron voces disidentes presentes a la hora de votar, e inmediatamente hubo una reunión aparte. Esta vez, 14 diputados de la UCR aprobaron la adhesión de los 9 de Evolución, conformando oficialmente el bloque de 23 y ungieron a De Loredo como el titular de este espacio que pasó a cuarto intermedio para terminar de definir la mesa de autoridades.

Las decisiones terminarán de oficializarse con la inscripción de los bloques y la gran duda, por estas horas, gira en torno a la propiedad del sello UCR. 

En la previa, esos 23 diputados del radicalismo firmaron un comunicado para reforzar la unidad, dejando de lado la idea de bloques separados. El texto fue dirigido al partido con la finalidad de abandonar las grietas internas y pensar ya en un espacio unificado. La postulación de De Loredo no fue tomada como una victoria de Evolución sino como el resultado de una votación en la que no se podía dejar afuera a este espacio porque no son menos boina blanca que el resto. 

Las molestias internas se calificaron como una disputa de egos y cargos cuando lo que debería abordarse es la representatividad y las políticas a seguir. Además, se recordó que los críticos no pueden exigirle mucho al espacio de De Loredo porque, por ejemplo, hace 20 años Gerardo Morales rompió el bloque en el senado y hoy conduce el partido o porque Julio Cobos fue expulsado por ser vice de Cristina Kirchner, restituido dos años más tarde y hoy en una banca por ese espacio.

De Loredo fue visto, por sus impulsores, como un excelente político, de una gran oratoria y con mucho futuro. La pregunta es si esta jugada, que acercó a Martín Lousteau y gobernadores Malbec, impactará en la elección de autoridades en el Comité Nacional. En principio, tendrían los votos para que el senador pueda comandar frente a Gustavo Valdés, su contrincante.

En el Senado, la designación fue mucho más sencilla. Como representantes de las provincias, en ningún momento pusieron en duda la unidad ni su rol de oposición responsable. Habrá, sin embargo, algunos más cercanos a la noción de "acompañantes" que otros, pero lo que no se puso en discusión fue el voto favorable para el ascenso de autoridades. No hacerlo, sería de "golpista", describió una persona miembro de ese espacio. 

Como anticipó El Destape, tras la salida de Luis Naidenoff, el nuevo presidente del bloque será el correntino Eduardo Vischi, del sector del gobernador Gustavo Valdés. La vice será la santafesina Carolina Losada, que ya ocupó ese lugar estos dos años y la secretaría general será la mendocina Mariana Juri. La conducción del interbloque no fue definida pero por una cuestión de victorias y territorios propios, la UCR podría mantener la silla. Se hablaba del radical chaqueño, Victor Zimmermann.

La impronta de los gobernadores será clave para el trabajo en el parlamento. Los mandatarios intentarán garantizar una coordinación apropiada para avanzar con leyes y defensa de sus distritos. Ese es uno de los puntos débiles del futuro oficialismo que no solo será tercera minoría sino que tampoco ostentará jefaturas provinciales. 

Con la necesidad de articular acompañamientos, Victoria Villarruel se reunió con el bloque radical, el que tenía pendiente. Conversaron, sobre todo, cuestiones de funcionamiento de la Cámara y la forma de trabajo. La vice de Javier Milei "sabe" que Juntos por el Cambio, y particularmente la UCR, negociarán ley por ley pese a que esto no se trató explícitamente en el encuentro.

Tampoco anticipó los detalles del paquete de leyes que será enviado por el futuro presidente al Congreso pero adelantó que serán mayormente económicas. Lo que sorprendió fue la disposición de Villarruel. Les manifestó su intención de comunicarse y relacionarse en forma directa con mis senadores, una conducción diferente a la que esperaron en la previa. Después del encuentro, fue al despacho de Carolina Losada, con quien se conoce desde hace años. 

El PRO tendrá otro debate. El partido se mostró, a nivel nacional, más conflictivo que la UCR pero en el Senado se mantiene la unidad. Este miércoles habrá una reunión entre el cordobés Luis Juez y Mauricio Macri para avanzar con la conducción del bloque. El ex candidato a gobernador tiene chances de manejar el espacio pero eso dependerá del encuentro con el ex presidente.

Juez, que acompañó a Milei con su voto, ya planteó su posición de acompañamiento crítico al nuevo gobierno, no un cheque en blanco. Su posición será la de no ubicarse como parte del gobierno sobre todo porque un error podría caer rápidamente sobre la figura de los cambiemitas que acompañen explícitamente. 

Uno de los más cercanos a las ideas de Milei es Alfredo de Angelis, que se encontró con Villarruel el lunes. Él no será ni oficialismo ni oposición, sino un acompañante responsable. También, como sus compañeros, buscará garantizar la gobernabilidad y acompañar proyectos que le parezcan razonables y que estén en línea con lo planteado por Juntos por el Cambio este tiempo.