Montenegro cerca del presidente, lejos del Grupo Dorrego

Montenegro cerca del presidente, lejos del Grupo Dorrego

El Grupo Dorrego intentó sumar a Guillermo Montenegro a su armado, pero el marplatense no acordó y se mostró junto a Alberto Fernández en Chapadmalal.

 

La semana pasada reinaba el optimismo en el Grupo Dorrego, de que podían instalar la agenda de la cumbre de intendentes en La Plata, y sumar al intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, al grupo de intendentes de Juntos por el Cambio y avanzar con un armado de peso para el liderazgo opositor.

Los planes no salieron como esperaban. Primero, porque la discusión por el reparto de fondos y de obras -la agenda de los intendentes del interior, principalmente de los radicales- le comió el tiempo a los intendentes amarillos que querían discutir sobre reelecciones indefinidas, desdoblamiento de las elecciones y la presentación de la boleta única.

Pero lo más notable fue que finalmente Montenegro no se sumó al grupo de intendentes opositores. “Tiene la cabeza puesta en Mar del Plata” le había dicho a este medio uno de los voceros del Grupo Dorrego. Es cierto. En ese sentido, la situación de la ciudad cabecera de su municipio es muy complicada, tanto por el fuerte brote de coronavirus que obligó a frenar la mayoría de las actividades, como por la situación económica y principalmente del desempleo.

Las fotos hablan. Ayer, Montenegro se reunió en Chapadmalal con el presidente Alberto Fernández y posaron juntos. Según trascendió, los viejos conocidos de la facultad de Derecho de la UBA conversaron sobre la necesidad de la reactivación de la producción y la generación de mano de obra para General Pueyrredón. La semana pasada, durante su visita a la Capital Federal, el intendente había tocado los mismos temas con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero y el minstro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.

En cambio, si bien participó de la tradicional foto de los intendentes de Juntos por el Cambio en La Plata, no posó con ninguno de los jefes comunales del Grupo Dorrego. El mensaje que se lee es que Montenegro no puede darse el lujo de manejar una agenda tan opositora, que bordea la grieta, durante su primer mandato en un distrito que arrastra una profunda crisis económica, social y laboral. Así de cercana, y de trabajo en conjunto, fue también su relación con el gobierno Provincial, durante la gestión de la pandemia.

Sin la “frutilla del postre”, como se consideraba en la previa la posible inclusión del marplatense, el Grupo Dorrego cambió de estrategia y entre los cuatro fundamentales (Jorge Macri, Julio Garro, Néstor Grindetti y Diego Valenzuela) acordaron darse más autonomía para avanzar con consensos y armados por fuera del grupo.

Así es que Julio Garro se reunió con Gustavo Posse -potencial rival por la Gobernación si ganara la interna radical- y participó de un encuentro virtual junto al legislador Roberto Costa; Grindetti avanzó con la reconciliación de disidentes y desertores amarillos en la Tercera; y Macri, que participa activamente de la militancia virtual con María Eugenia Vidal, se reunió con los legisladores Christian Gribaudo, Fernando Rovello y Daniel Lipovetzky.

“Cada uno va a salir a caminar y recorrer. Y eso va a ser más allá de los temas que en común pongan sobre la mesa para abordar temas políticos y de gestión”, contó a INFOCIELO un vocero de los intendentes amarillos. Lo cierto es que tras la reunión del miércoles pasado hubo un freno al avance sostenido que mostraba el bloque de intendentes. Los cuatro quieren tomar la batuta del armado opositor de cara a 2021 pero, sobre todo, a la gobernación en 2023. Más allá de la interna, en una cosa hay total acuerdo: reclaman que el próximo en sentarse en el sillón de Dardo Rocha sea un intendente bonaerense.

Comentá la nota