La llegada de massistas complica la negociación por las listas de la provincia

La llegada de massistas complica la negociación por las listas de la provincia

Por Mauricio CantandoMonzó y Jorge Macri se reunieron con Bazze y Storani. La pelea sección por sección.

La esperanza del PRO en sumar dirigentes massistas en la provincia de Buenos Aires trabó la negociación con la UCR por la lista de diputados nacionales y las de legisladores bonaerenses.

En la Convención de Gualeguaychú, Ernesto Sanz garantizó que la UCR conservará las bancas que pone en juego en el Congreso. Y planteó un compromiso similar en la provincia de Buenos Aires para aplacar la furia de Ricardo Alfonsín, uno de los detractores de la alianza con el PRO. 

Pero lo cierto es el territorio bonaerense sigue siendo el punto débil de este acuerdo, no sólo porque Daniel Scioli y Florencio Randazzo apuntan a superar a Macri, sino por la falta de dirigentes fuertes en los distritos más poblados, donde es necesaria presencia en las mesas de votación.

 Fue ese el primer planteo que hizo Emilio Monzó en la reunión que mantuvo junto a Jorge Macri y los radicales Federico Storani, el diputado Miguel Bazze (cercano a Alfonsín), Alberto Giordanelli y Maximiliano Abad, emisario de Sanz.

“Monzó nos pidió que guardemos espacio para dirigentes del massismo del Gran Buenos Aires, que tienen que venir. Por eso todo se complicó un poco”, confesó un radical que participó del encuentro. 

Nervioso por garantizar la fiscalización, el ministro de Gobierno quiere pagarle también a los sindicalistas Gerónimo “Momo” Venegas y Hugo Moyano. 

Las negociaciones 

En la lista de de diputados nacionales el Pro pidió la mayoría de los lugares a salir, tal vez para colar alguna figura massista: sólo quiere cederle a los radicales 3 de los primeros 12 casilleros. 

Las últimas encuestas le dan a Macri más de 30 puntos de intención de voto, suficiente para lograr 12 bancas. Los radicales ya anotaron a sus tres candidatos: Bazze buscará la reelección, Storani quiere a su hermana María del Carmen y Sanz propone a Abad.

 En las ocho secciones electorales el PRO tiene margen de sobra para negociar, porque como no presentó lista en 2011 y por lo tanto no pone legisladores en juego. En 2013 tampoco participó, o sea, cualquier dirigente le sumará a una Legislatura bonaerense sin insignias amarillas. 

Un dato: no es necesario que los candidatos pertenezcan al territorio que representen, por lo tanto a la hora de pagar no sería de extrañar que aparezcan nombres del conurbano en el interior. 

Primera sección 

En la primera sección electoral, situada en el norte y oeste del conurbano, es donde el macrismo más quiere proteger a peronistas. Le garantizó un lugar a Jesús Cariglino y quiere cumplir con Gustavo Posse, seguramente con la reelección de Walter Caruso.

 “¿A Posse quien lo paga?”, preguntó en la mesa Monzó y le ofreció a los radicales ubicar recién desde el 5 lugar. Se eligen 14 diputados, pero se espera una buena elección del Gobierno.

 Sueñan con intendentes massistas como Luis Andreotti (San Fernando) y sobre todo Joaquín de la Torre (San Miguel). 

Segunda 

Ubicada en el norte industrial de la provincia, la segunda sección pone en juego cinco senadores y el frente UCR-PRO aspira a obtener 2. 

La UCR delegará el lugar en el intendente de Ramallo, Walter Santalla, quien aún no decidió si quiere mudarse él a La Plata o prefiere reelegir y poner a uno. En el partido le reconocen haberse resistido a todas las ofertas del massismo.

 Tercera 

La tercera está al sur del conurbano y es otro territorio donde Monzó quiere preservar espacio para massistas. Se eligen 9 senadores y le ofreció a los radicales el 4 lugar, de no tan fácil obtención. 

Bazze y Storani pelean por el 3, que casi con seguridad garantizaría una banca. Monzó ya recorrió la región la semana anterior a la salida de Darío Giustozzi y prometió a los candidatos massistas que si le cuidan la boleta a Macri, se les allanará el camino corriendo a los candidatos locales. Las listas serán una variable más en la negociación. 

Cuarta

 Pocas secciones electorales son tan generosas como la cuarta, que representa en el noroeste bonaerense, la zona agropecuaria más rica de la provincia. 

Herencia del poder de los antiguos conservadores, con poco más de 500 mil electores elige 14 diputados. 

Y el radicalismo tiene peso para pedir. Quiere dos de los primeros cuatro, para garantizar la reelección de Alberto Silvestri e imponer a la concejal de Lincoln Vanesa Zuccari.

Siendo una de las regiones con mejores expectativas, es probable que se incluyan a dirigentes de otros territorios.

 Quinta

 La quinta agrupa a los distritos de la costa este, elige 11 diputados y la estrella será la concejal de Mar del Plata Vilma Varagiola, con chances de ganar la intendencia de la ciudad más grande de la región.

Varagiola tendría potestad sobre el 1 de la lista y el 3, aunque el PRO quiere darle el 2 y el 4. No se sabe aún si buscarán capturar al esquivo Miguel Lunghi, aclamado intendente de Tandil.

El macrismo quiere un lugar para Gernónimo Venegas, oriundo de Necochea. Macri y Monzó confían mucho en la ayuda de los trabajadores rurales para la fiscalización.

 Sexta 

La sexta, sudoeste de la provincia, elige 6 senadores y es un clásico que se distribuyan de a dos por fuerza. La mitad de los votantes de la región son de Bahía Blanca, donde Macri marcha arriba en las encuestas y tiene como operador al diputado Santiago Nardelli. 

La UCR buscará cubrir a los pueblos. La primera opción es la reelección de Horacio López, de Puan; pero también se habla de darle el lugar al intendente de Daireaux, Esteban Hernando.

 Séptima 

La séptima sección electoral elige siete seis diputados y la expectativa también es que la UCR-PRO obtenga 2. Los radicales buscarán la reelección de Alejandro Armendariz, hijo del recordado ex gobernador. No sería de extrañar que el PRO ceda su lugar a algún dirigente de otra región. 

Octava

 La octava sección abarca sólo a La Plata y pone en juego 3 senadores, por lo que al menos por ahora no pueden apostar a más de uno. 

Una alternativa que se escucha por la ciudad de las diagonales es que Julio Garro, histórico dirigente PRO, baje su candidatura y pelea por la senaduría.

Sobre todo si Javier Pacharotti, ex presidente del Concejo Deliberante de Pablo Bruera, se convierte en el candidato del frente. Las encuestas avizoran un triunfo cómodo contra los radicales Sergio Panella y Claudio Pérez Yirigoyen, protegido del Coti Nosiglia.

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