Entre los intendentes y La Cámpora, cómo se reordenará el PJ bonaerense para el segundo mandato de Axel Kicillof

Entre los intendentes y La Cámpora, cómo se reordenará el PJ bonaerense para el segundo mandato de Axel Kicillof

La reelección del mandatario lo posiciona con fuerza hacia el 2027. Todo está atado al resultado del balotaje del 19 de noviembre.

Por Facundo Cottet

La dirigencia peronista solo tiene un objetivo urgente: que Sergio Massa gane el balotaje del próximo 19 de noviembre y el rol de la provincia de Buenos Aires será clave. Pasado ese proceso, comenzará un reordenamiento de fuerzas dentro del peronismo bonaerense donde afloran nuevos ejes de poder -producto de las elecciones generales- con los que tendrá que convivir el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.

 

Por un lado hay un bloque de intendentes que jugará a fondo con el mandatario provincial en el segundo de su mandato de gestión. Se trata de los jefes comunales de la región capital -La Plata, Berisso y Ensenada-. La victoria en la capital bonaerense fue una de las grandes apuestas del gobernador y el regreso de Julio Alak a la ciudad de La Plata sumado al respaldo de Mario Secco de Ensenada y Fabián Cagliardi de Berisso; dotan de respaldo político las acciones futuras de Kicillof.

Ya dieron la primera demostración de fuerza el lunes último cuando los tres intendentes lanzaron el primero de varios actos que pergeñó Kicillof bajo el lema “Encuentro por la Patria, Sergio Massa presidente”. Fue en la ciudad de La Plata. En su discurso, el intendente de Ensenada fue el más enfático en la defensa al mandatario: “No nos encolumnamos detrás de cualquiera, nos encolumnamos detrás del gobernador que puso de pie a la Provincia. Acompañamos a aquel que nos dio una victoria contundente en la provincia”, dijo. El mensaje tenía un subtexto hacia adentro. Kicillof ganó la elección bonaerense por casi veinte puntos de diferencia.

El gobernador junto a Julio Alak y Verónica Magario en La Plata

El respaldo hacia el mandatario viene desde la disputa por el cierre de listas en la provincia de Buenos Aires. En aquel momento, este grupo de intendentes a los que se le suman el de Avellaneda, Jorge Ferraresi, y de La Matanza, Fernando Espinoza quedó un tanto relegado de los lugares expectantes para la Legislatura bonaerense: es decir, diputados y senadores provinciales. La Cámpora -con Máximo Kirchner a la cabeza- y el entonces Jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, definieron el perfil de los primeros lugares garantizando participación al Frente Renovador de Sergio Massa. Kicillof tampoco tuvo injerencia directa en esa ingeniería electoral.

A partir del 10 de diciembre, La Cámpora sumará presencia propia en la Legislatura.

El resultado electoral también le dio vuelo propio al espacio que dirige el jefe del PJ bonaerense dentro de la discusión interna del peronismo. La Cámpora también aumentó su representación de intendencias y tendrá un bloque -no formal- de 12 municipios gobernados por dirigentes propios y de diferentes características: van desde grandes ciudades como Lanús o Quilmes hasta algunas localidades en el sur del territorio bonaerense como Coronel Rosales. En rigor serán: Suipacha, Mercedes, Hurlingham, Colón, Carmen de Areco, Brandsen, Azul, Lanús, Quilmes, Rosales, Bahía Blanca y Olavarría.

Pese a concederle a Kicillof la conducción administrativa, políticamente los intendentes responden a Máximo Kirchner. Lo dejó plasmado el lanusense, Julián Álvarez, quien el día que ganó el distrito brindó un discurso ante la militancia desde la puerta de la básica que fue decorada con una bandera argentina y la leyenda “Máximo Kirchner Conducción” como telón de fondo del escenario. Antes hubo otros gestos direccionados hacia el gobernado como por ejemplo el de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, cuando dio a entender que el gobernador “jugaba solo”, durante una entrevista con Infobae.

Julián Álvarez al ganar la elección en Lanús

Hoy, todas esas internas están guardadas bajo siete llaves y no volverán a aflorar. El contexto electoral no da lugar a matices de ningún tipo y todos los sectores empujan hacia el mismo lado. Pero a partir del mes de diciembre el escenario será otro. El devenir dependerá del resultado del balotaje. Si Javier Milei gana la presidencia, es un hecho Kicillof quedará como el principal referente opositor en la gestión con proyección hacia 2027.

Hay otros intendentes e intendentas que si bien se muestran cercanos a Kicillof -que cuenta para sí con la holgada victoria en territorio bonaerense como pergamino inmediato- hasta hace poco tiempo la terminal política de estos dirigentes estaba anclada en la figura de Insaurralde. Desde que el lomense quedó fuera del circuito político del peronismo por la filtración de su viaje a Marbella a bordo de un lujoso yate, han quedado “sueltos”. Se posicionarán funcionales a Kicillof pero con una agenda propia que tendrá, por ejemplo, la intervención -o al menos consulta- en algunas definiciones que deberá abordar el mandatario en su próximo período: el más urgente es el reemplazo de algunos funcionarios que han sido electos en cargos ejecutivos durante las últimas elecciones y emigrarán del gabinete bonaerense. El principal casillero es el que ocupa Leonardo Nardini, que dejará el ministerio de Infraestructura Y Públicos para asumir como intendente de Malvinas Argentinas.

Otra área que estos intendentes miran de cerca es también el ministerio de Seguridad, donde aún resta saber si Sergio Berni dejará el cargo de ministro para asumir la banca a senador provincial a la que accedió en las últimas elecciones o no. Los intendentes de Merlo, San Martín, San Vicente, Almirante Brown, Escobar, Ezeiza, son algunos de ellos; quienes asimismo tienen peso en la vida del PJ bonaerense.

El Frente Renovador también tiene en su pata bonaerense -la génesis del espacio- intendentes propios. El partido de Massa gobernará a partir del 10 de diciembre los municipios de San Fernando, Navarro, Las Heras, Presidente Perón, Chacabuco, General Pinto, Rivadavia, Chascomús, General Alvarado, Las Flores, Carmen de Patagones. Tornquist, Tres Arroyos, Roque Pérez, Bolívar y San Andrés de Giles. Además, claro, de representación propia en la Legislatura bonaerense y en el Gabinete de Kicillof. Hoy, el massismo administra el ministerio de Transporte de la provincia de Buenos Aires.

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