Cuatro de cada diez no votaron, entre toboganes y milanesas, y la locura de setiembre al acordarse del gimnasio

Cuatro de cada diez no votaron, entre toboganes y milanesas, y la locura de setiembre al acordarse del gimnasio

Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata.

Muchas reuniones post elecciones en Mar del Plata, con políticos, empresarios y periodistas, ávidos por escuchar, pero a la vez opinar, sobre lo que dejaron los comicios. Nada nuevo bajo el sol ni que se haya dicho ya, salvo algunas apostillas interesantes que quizás pasaron de largo entre el fárrago informativo. Por ejemplo, se consignó que en General Pueyrredon, las elecciones legislativas bonaerenses de 2025 registraron el récord histórico de ausentismo. De acuerdo con el escrutinio provisorio, con el 98,36% de las mesas contabilizadas, se estableció que votó el 59,36% del padrón, lo que significa que el 40,64% de los electores no concurrió. Así, cuatro de cada diez marplatenses y batanenses (para ser más exactos, 238.563 personas) esquivaron las urnas. En total, emitieron su voto 348.483 personas sobre las 596.177 habilitadas. El antecedente más cercano se registró en los comicios de 2003, cuando la concurrencia llegó al 63,61 por ciento. Nunca antes la cifra había sido inferior al 60 por ciento. Como dato de color puede consignarse que la concurrencia más alta se dio en la elección a intendente en 2019 (primeros comicios de Guillermo Montenegro), con el 76,06 por ciento del padrón.

 

En cuanto a resultados, por otra parte, la elección reciente que más se asemeja a la del domingo, se indicó, se concretó el 14 de noviembre de 2021, cuando la Alianza Juntos, liderada por Fernando Muro, se impuso colocando 8 concejales, sobre el Frente de Todos, que ubicó a 4. El tercer lugar fue para Acción Marplatense (Fernando Telpuk candidato), quien no logró superar el piso de votos. En aquella oportunidad, la lista encabezada por Muro consiguió 170.132 votos, el 46,70% del total. Este último domingo recibió 44.852 adhesiones menos y perdió 8,56% de aquel caudal electoral de hace cuatro años. En el caso del Frente Patria, con Virginia Sívori, en 2021 en el entonces Frente de Todos, sumaba 101.909 sufragios, el 27,98% del total. Comparado con el domingo, el kirchnerismo perdió 67.083 votos, o si se quiere, el 20,42%. En cuanto a Acción Marplatense, tras aquella mala elección (27.730 votos, el 7,34%), el domingo se recuperó y, con la boleta encabezada por el exintendente Gustavo Pulti, sumó 35.982 votos más, o 11,67 por ciento más que en aquella oportunidad.

Mucho se habló también en estas horas y queda más que claro: las principales fuerzas políticas tienen sus frentes internos rotos. Y esto abarca a ganadores y perdedores que deberán reordenarse de cara a las elecciones que se avecinan. En el Frente Patria, ni siquiera hubo un diálogo telefónico, tras los comicios, entre la expresidente Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador Axel Kicillof, mientras desde el kirchnerismo le recuerdan al gran ganador del domingo que el triunfo “fue de todos”. Diferencias indisimulables. ¿Irreconciliables? En el Gobierno, los pases de factura están a la orden del día. Mientras el Presidente ratificaba ayer su plan de gobierno avisando que nada cambiará, criticando a opositores, medios y empresarios, con la participación del intendente Guillermo Montenegro, Karina Milei encabezó la reunión del equipo de trabajo provincial de los libertarios. La hermana del mandatario mantuvo un encuentro con el asesor Santiago Caputo; los diputados Cristian Ritondo y Diego Santilli; los intendentes Ramón Lanús, Diego Valenzuela y Guillermo Montenegro; el flamante legislador electo Maximiliano Bondarenko, y el armador Sebastián Pareja. “Pareja llamó a Bondarenko dos días después de perder por 25 puntos y un día después de echarle la culpa al plan económico del presidente Milei. Literalmente ya para mear a la militancia adrede, le faltan el respeto al Presidente y a los 15 millones de argentinos que lo votaron”, escribió Gordo Dan en X disparando con munición gruesa contra el armador.

 

 

 

A todo esto, hay muchos en el PRO que señalan que “hemos sido estafados por LLA”. Según coincidieron en destacar en diferentes medios, el expresidente Mauricio Macri y el PRO ya piensan en el postmileísmo para después de las elecciones de octubre. El expresidente mantiene silencio público, pero su entorno lamentó la “mala praxis” libertaria en los comicios bonaerenses indicándose que hay enojo por el “ninguneo” al trabajo territorial. “Hubo soberbia, desagradecimiento y humillación”, según se detalló en un artículo de Infobae. “Mauricio (Macri) no va a hablar porque no se siente parte de este proceso, pero tiene la paz mental de haber advertido lo que iba a pasar. Después de octubre se va a barajar todo de nuevo, y vamos a trabajar en una opción superadora”, indicaron.

 

Se especulaba también con la decisión que tomará el senador electo Guillermo Montenegro, en relación al momento en que dejará la intendencia de Mar del Plata. “Se va a ir cuando asuma como legislador”, refería un hombre cercano al jefe comunal en una de las tantas reuniones de las últimas horas. No obstante, tras su triunfo en la quinta sección electoral, Montenegro se erige como una de las pocas figuras ganadoras de la Libertad Avanza, a quien convocarán para apuntalar y acompañar a los candidatos del oficialismo, encabezados por José Luis Espert, que esperarán dar vuelta el resultado en octubre. Pese al triunfo de los libertarios en la Quinta sobre el Frente Patria que encabezaba Fernanda Raverta, los intendentes peronistas salieron de la parada con la ropa sequita, salvo el de Villa Gesell. Gustavo Barrera, quien perdió por 837 votos de diferencia ante los libertarios.

 

El resto, en cambio, respiró aliviado. Francisco Echarren (foto superior), en Castelli, arrasó: más de la mitad de los votos para él y el resto a pelear las migajas. Javier Gastón en Chascomús se dio un gustito personal, diez puntos arriba y sonrisa de oreja a oreja. En Dolores, Juan Pablo García se acomodó con casi 11 mil votos, mientras que Sebastián Iannantuony en General Alvarado transpiró la camiseta: 28,65 % para él, contra un libertario respirándole en la nuca y un Somos que no se resigna. En General Guido, Carlos Rocha se anotó casi el 49 % y dejó al radicalismo en la banquina. Juan Manuel Álvarez en General Paz ganó cómodo: 4.500 votos a 2.100 y monedas de LLA, con una vecinal que miraba de afuera. Y en el Partido de la Costa: Juan de Jesús, el eterno, siguió marcando el compás con un 36,5 % y los libertarios corriendo de atrás. Conclusión de pasillo: en la Quinta, el peronismo todavía tiene intendentes que se saben defender cuando hay que jugar a matar o morir. Y salvo el tropezón de Gesell, más de uno anda sacando pecho en los bares, diciendo que el viento libertario sopla, pero todavía no derrumba las carpas del peronismo.

 

Interesante fue la tenida gastronómica en restaurante de la zona de Alem, donde los ocupantes de la mesa coincidieron en almorzar provoleta, entraña y ensalada de rúcula con parmesano, con agua mineral y gaseosa. “Hay que seguir laburando”, alegó Gonzalo Fagioli, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Legales de Quilmes -30 años en la empresa-, quien llegó a su ciudad natal para comenzar a diagramar el trabajo para la temporada, y a la vez celebrar su cumpleaños 52 en familia. Se habló allí, entre otras cosas, del avance de las obras en lo que será el primer Hard Rock marplatense en la esquina de Güemes y Avellaneda que está previsto que abra sus puertas antes de fin de año, con una gran fiesta y con músicos invitados. Asimismo, se brindaron detalles de lo que será el tobogán seco más grande y alto de la ciudad que se levantará en la plaza de juegos de Bendú, el nuevo multiespacio que se erige en la Manzana de los Circos, en la zona portuaria de Mar del Plata.

 

Se comentaba que será una propuesta inédita: una plaza gratuita y temática llamada “Aventura Espacial”, que tendrá como atracción central el tobogán seco más alto de la ciudad. El proyecto busca convertirse en un punto de encuentro para las familias marplatenses y turistas. El espacio -reveló el prestigioso arquitecto arribado pocas horas antes de Tailandia- contará con un gran cohete en el centro, del que partirán distintos deslizadores tubulares que recrearán un viaje interplanetario. Además, se instalarán juegos modernos, carrusel y sectores diferenciados por edades, con accesibilidad garantizada. Se estableció también que la primera etapa de Bendú se inaugurará el 8 de diciembre de 2025, con la apertura del segundo supermercado Coto de la ciudad. En tanto, la plaza “Aventura Espacial” se espera que esté operativa en marzo de 2026. El complejo, se recordó, ocupará 35.000 metros cuadrados y reunirá más de un centenar de locales gastronómicos y comerciales, un auditorio con capacidad para 8.000 personas, clínicas y servicios, además de marcas reconocidas. La iniciativa apunta a renovar la zona portuaria con un polo cultural, recreativo y comercial de acceso durante todo el año, pensado tanto para los vecinos de Mar del Plata como para los visitantes.

 

La verdad de la milanesa. A la hora del café, el dueño del restaurante se sumó a la mesa y se mostró esperanzado con lo que puede llegar a suceder en octubre en cuanto a movimiento turísticos -finales de los Juegos Bonaerenses, Coloquio de IDEA y un fin de semana extralargo-, habló maravillas del crecimiento de Mar del Plata en materia gastronómica, aunque aclaró que “la milanesa sigue siendo la reina”. En este sentido, profundizó dando a conocer datos de un informe que elaboró PedidosYa, que estableció que la venta de milanesas creció un 30% y que Mar del Plata está entre las ciudades con mayor consumo. Las milanesas se consolidaron no solo como uno de los platos más solicitados en delivery, sino también como uno de los de mayor crecimiento. Entre enero y agosto, PedidosYa registró un incremento interanual de 30% en la demanda de este clásico de la gastronomía argentina.

 

 

 

Se entusiasmó el propietario del restaurante y siguió diciendo que si bien la milanesa está muy arraigada en la cultura argentina, a tal punto que se considera un símbolo de la gastronomía local, su origen -como su nombre lo indica- se remonta a Italia; suele decirse que su nombre proviene del plato “cotoletta alla milanese”, traído por los inmigrantes al país a fines del siglo XIX, que se elaboraba con carne vacuna, pero con hueso. También se menciona un posible origen previo, que tiene a Austria como punto de partida -y de donde lo habrían adoptado los italianos-, con el plato “Wiener Schnitzel” (o escalope vienés, en alemán). Pero, ¿cómo prefieren su milanesa los argentinos? El informe, dijo, señala que entre las más pedidas, la milanesa napolitana ocupa el primer puesto, con un 45% de las preferencias, seguida por la clásica o sola (25%) y la milanesa a caballo (12%), en tanto que la variante con cheddar suma un 10% del total. Estos números reflejan que los argentinos siguen optando principalmente por las versiones más tradicionales de este delicioso plato. Como no podía ser de otro modo, la gran mayoría la acompaña con papas fritas (69%); luego con puré de papas (20%) o ensalada mixta (9%). Un dato interesante es que el mayor volumen de pedidos proviene de usuarios de entre 26 y 35 años, con el 33% de las órdenes totales. En tanto, los segmentos de 18 a 25 años y de 36 a 45 años les siguen de cerca, con un 26% y 22%, respectivamente. Además, se observó una tendencia clara en los días de mayor demanda de milanesa, siempre en fines de semana o en sus inicios: lideran los viernes las preferencias, con 16% de las órdenes, seguidos por los sábados (15,5%) y domingos (14,5%).

 

 

“Me voy un rato al gimnasio”, se despidió el empresario más jóven, dando pie a que otro de los amigos de la mesa prometiera a viva voz que en pocos días dejará de fumar y comenzará a tomar clases de pilates. “Hace veinte años que te escucho decir lo mismo”, replicó sonriendo el que se iba. Lo cierto es que el invierno empieza a despedirse, los días se alargan, y como cada año, septiembre inaugura una temporada clave en la industria del fitness. Es el mes en el que el espejo empieza a interpelar, los tuppers de ensalada reaparecen en los almuerzos de oficina y las zapatillas deportivas salen del placard. En definitiva, vuelve a activarse el “operativo verano”. Lejos de ser una percepción aislada, este fenómeno tiene datos que lo respaldan. Según el informe ¿Qué quiere el cliente?, elaborado por Mercado Fitness a partir de una encuesta a 8.503 usuarios de gimnasios, clubes y estudios en todo el país, la salud sigue siendo el principal impulso que lleva a los argentinos a entrenar, pero no el único. El relevamiento señala que el 29% de las mujeres y el 27,2% de los hombres se ejercita principalmente por motivos de salud. Sin embargo, al desagregar los datos por género y edad aparecen diferencias significativas: los hombres se inclinan más por mejorar su rendimiento físico y deportivo (25,8%). Las mujeres, en cambio, priorizan la estética: un 24,3% dijo entrenar para tonificar y definir, frente a un 16,7% de los hombres que eligieron la misma opción.

 

Entre los menores de 25 años, el patrón es claro: la combinación entre estética y rendimiento alcanza al 53% de los encuestados, mientras que solo un 17,7% entrena por salud. En contraposición, el grupo de mayores de 50 años se enfoca especialmente en el bienestar general: un 39,4% señaló que entrena para mejorar su salud y movilidad. Además de los motivos para entrenar, el informe también analiza los factores que influyen al momento de elegir un gimnasio. Contra lo que muchos podrían pensar, el precio no es el factor determinante. El 45,75% de los usuarios prioriza la cercanía. Le siguen la calidad y cantidad del equipamiento (30,8%) y los horarios disponibles (23,88%). Recién en el cuarto lugar aparecen el precio y las promociones (17,52%). En términos de modalidades de entrenamiento, el peso libre lidera las preferencias tanto en hombres (56,07%) como en mujeres (42,48%), seguido por las máquinas de musculación. Mientras los hombres muestran una inclinación marcada por el trabajo de fuerza, las mujeres diversifican sus rutinas incluyendo pilates y clases grupales. Por su parte, los mayores de 50 años eligen con más frecuencia entrenamiento funcional, pilates y natación.

 

Argentina ostenta el primer lugar en penetración de la cultura fitness en Latinoamérica, con un 7,8% de su población asistiendo regularmente a gimnasios, porcentaje que asciende al 8,9% si se incluyen disciplinas como yoga o pilates. Aun así, el sector tiene mucho margen de expansión: en países como Estados Unidos o los escandinavos, la participación ronda el 20%. En resumen, septiembre marca un antes y un después en el año fitness argentino. Entre quienes buscan mejorar su salud y quienes se preparan para el verano, el gimnasio se convierte nuevamente en un espacio de transformación, motivación y propósito. Con más personas activándose y un mercado en expansión, todo indica que el bienestar llegó para quedarse.

 

En los pasillos del poder global ya no se habla de petróleo ni de gas. La nueva fiebre del oro se llama inteligencia artificial y, como toda fiebre, desata codicias, carreras y apuestas millonarias. Pero no nos confundamos: el brillo no está en las aplicaciones que usamos —ChatGPT, Gemini, Perplexity o Claude— sino en lo que no se ve. En los sótanos, en las entrañas. En los data centers, esos monstruos de acero y silicio que son la verdadera columna vertebral de la IA. Estados Unidos corre adelante con ventaja obscena. Casi la mitad de los centros de datos del mundo están en su territorio y, por si fuera poco, las Big Tech pusieron la billetera sobre la mesa: solo en 2025, Amazon, Google, Microsoft y Meta piensan gastar la friolera de 364.000 millones de dólares en inteligencia artificial. Para tener una idea: es tanta plata que en el último año la inversión en IA explicó más crecimiento de la economía norteamericana que el consumo de sus ciudadanos, históricamente el motor de la locomotora. Sí, Wall Street y Silicon Valley reemplazando a la tarjeta de crédito del americano medio.

 

Ahora bien, si Estados Unidos juega en otra liga, aparecen los nuevos ricos de siempre: Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Con energía barata, capital abundante y ambición geopolítica, se lanzaron a construir infraestructura a velocidad supersónica. Arabia ya tiene 33 data centers y otros 42 en obra. No quieren ser espectadores: quieren su butaca en primera fila. ¿Y China? Uno hubiera supuesto que peleaba cabeza a cabeza con Washington, pero las restricciones al acceso de chips de última generación le pegaron en el corazón de su estrategia. El resultado: atraso en infraestructura, aunque con la contracara de una inversión colosal en desarrollar su propia industria de semiconductores y modelos de IA “made in Beijing”. El orgullo nacional también se juega en los algoritmos.

 

Claro que tanta fiebre tecnológica tiene un costo silencioso: la energía. Una consulta de IA consume unas diez veces más electricidad que una búsqueda en Google. ¿Consecuencia? Las cuentas de luz en EE.UU. subieron 10% y parte de la culpa está en los data centers. Si antes la cuestión energética era geopolítica por el petróleo, ahora lo es también por la electricidad. El siglo XXI está escribiendo sus propios manuales. Y aquí es donde, entre pasillo y pasillo, asoma una ventana para nosotros. Sí, para Argentina. Porque el boom de la IA no necesita solo chips y fierros: necesita energía limpia, escalable y confiable. En ese terreno, la Argentina tiene con qué: décadas de experiencia nuclear y un know how que pocos países poseen en el mundo. Los reactores modulares pequeños (SMR) —esas centrales nucleares compactas capaces de alimentar directamente un data center— podrían ser nuestro ticket de entrada a la fiesta global.

 

Ojo: no se trata de competir en cantidad de data centers. A nadie se le ocurre que Mar del Plata se transforme en Silicon Valley de un día para el otro. Se trata de ofrecer una pieza clave, de ser proveedores en esta fiebre del oro digital. Como siempre pasa en las grandes revoluciones: no sólo ganan los que extraen el oro, sino también los que venden las palas. El punto es político. Porque mientras el mundo define su lugar en la carrera del siglo, Argentina sigue debatiendo entre la macro que no cierra, los dólares que no aparecen y la obsesión por el corto plazo. La oportunidad tecnológica existe, la pregunta es si habrá liderazgo, visión y capacidad de gestión para transformarla en política de Estado. Si seguimos en la lógica de la rosca de coyuntura, la ventana se cerrará antes de que lleguemos a la puerta. Como bien advierte el informe de Carrier y Asociados, la inteligencia artificial no es solo un fenómeno tecnológico: es un reordenamiento del mapa geopolítico y económico global. Estados Unidos consolida, el Golfo emerge, China busca su camino. Argentina tiene un diferencial para ofrecer. “La decisión es si nos animamos a jugar o seguimos, como tantas veces, relatando la carrera desde la tribuna”, revelaba ante Pablo Arauz  y Eugenio Weimbaun  un empresario presente en la presentación del libro de Gabriel Nannini, Los Beatles en la Felíz y Charly Don’t Surf, donde todos terminaron cantando inolvidables temas de Sui Generis en Dance & Act, en Bolivar al 1200, a metros del mar. 

 

Tras el fin de semana largo de octubre se iniciarán las finales de los Juegos Bonaerenses en Mar del Plata, un acontecimiento que dinamiza la economía local. Como se consignó en esta columna, el año pasado el impacto económico final total de los Juegos Bonaerenses fue de $32.387 millones. Más allá de los números, un estudio realizado por el Observatorio económico y social del deporte y la actividad física de la Universidad Nacional de Misiones para el gobierno de la provincia con articulación de la Universidad Nacional del Delta, subraya la profunda relevancia social de los Juegos Bonaerenses. El evento se ha consolidado como un espacio de inclusión y accesibilidad, ya que el 72% de los deportistas participantes no estaban federados, lo que demuestra la capacidad de la competencia para convocar a jóvenes de todo el territorio bonaerense sin importar su nivel de profesionalización.

 

El perfil de los participantes revela que la mayoría son adolescentes de entre 14 y 16 años, con un 55% de varones y un 45% de mujeres. Las motivaciones para participar son claras y apuntan a un desarrollo integral: el 53% lo hace por el simple disfrute del deporte y el 14% en busca de bienestar físico. Un dato revelador es que el 78% de los participantes practica más de un deporte, siendo el fútbol y el básquet los más populares. La mayoría se entrena en clubes deportivos (68%), aunque una proporción significativa (24%) lo hace en espacios públicos, lo que resalta la diversidad de la infraestructura deportiva utilizada. El estudio también exploró la vida cotidiana de los participantes, revelando que el 68% realiza tareas domésticas de forma regular. Las emociones durante la competencia reflejaron la intensidad de la experiencia: el 66% se sintió motivado y el 57% alegría, aunque el cansancio (31%) y la frustración (18%) también estuvieron presentes, lo que subraya la naturaleza desafiante del evento. En conclusión, el informe confirma que los Juegos Bonaerenses no son solo un evento deportivo, sino una política pública integral que genera un retorno económico y social significativo. Las cifras del impacto económico y los datos sobre la inclusión y el bienestar de los jóvenes demuestran el éxito del evento, consolidando a Mar del Plata como un epicentro deportivo y a la Provincia de Buenos Aires como un referente en la promoción del deporte y la cultura.

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