Por: Macarena Ramírez.

Javier Milei lo hizo, otra vez. Axel Kicillof, el único gobernador con ADN K, salió del fuerte bonaerense gracias a la avanzada de la Casa Rosada contra las provincias. Tendió puentes con sus pares, especialmente con una nueva generación de mandatarios de otros signos políticos, y se posiciona en el tablero nacional con miras a 2027.

A partir de la creación del chat 23 gobernadores y un jefe de gobierno, que puso en diálogo permanente a los mandatarios provinciales, Kicillof logró lo que hace tres meses era impensado: establecer un vínculo cercano con pares del PRO, la UCR y el peronismo no kirchnerista que, a su vez, lo posiciona en la discusión grande y lo proyecta con miras a la elección presidencial de 2027, cuando no tendrá reelección en Buenos Aires.

Llamativamente, las relaciones más fluidas se dan con un tridente de gobernadores de una nueva generación que, al igual que Kicillof, se proyectan como posibles presidenciables: los gobernadores de Córdoba, Martín Llaryora (peronismo); Chubut, Ignacio Torres (PRO), y Santa Fe, Maximiliano Pullaro (UCR).

Axel Kicillof y un vínculo aceitado con Llaryora

El gobernador de Buenos Aires logró en poco tiempo, pese a los prejuicios que uno tenia sobre el otro, una relación fluida y con contactos mano a mano permanentes con Llaryora. Con el cordobés forjó la relación más sólida por fuera del peronismo nucleado en Unión por la Patria.

El diálogo bilateral entre ambos se dio luego de la creación del chat de gobernadores, cuando empezaron a vislumbrarse los posicionamientos más duros respecto de la ley ómnibus que finalmente, en el primer round, naufragó en el Congreso. Los volvió a unir la decisión del gobierno nacional de eliminar el Fondo de Financiamiento Docente. A partir de allí, el diálogo continuó para los más diversos temas.

En momentos de discusiones álgidas, Kicillof y Llaryora llegan a hablar telefónicamente de forma diaria. Cuando las tensiones aflojan, las llamadas no se cortan, pero toman un ritmo semanal. El diálogo es siempre cotidiano.

“El espanto que genera el gobierno nacional rompe algunos pruritos o preconceptos que se tenían mutuamente. Al empezar a dialogar se encontraron mucho más cerca de lo que consideraban, atravesados por muchos prejuicios. Milei lo hizo”, resume una fuente cercana a Kicillof.

Torres, Pullaro y el respaldo de Buenos Aires

Los otros dos mandatarios con los que Kicillof construyó un buen vínculo son el macrista Torres y el radical Pullaro. Con ambos, el mandatario tuvo gestos públicos en medio de momentos difíciles.

El saludo entre Axel Kicillof e Ignacio Torres

La quita de fondos de coparticipación del gobierno nacional a Chubut, que tensionó al máximo la relación de Torres con Milei, acercó a Kicillof, quien rápidamente salió a respaldar a su par del sur en la batalla contra el Presidente.

“Cuando empezó a jugar fuerte Torres, porque después de ir por Llaryora el Gobierno apuntó todos los cañones contra Chubut, se formó una triada fuerte de gobernadores apuntando a la Casa Rosada, eso hizo que se acercaran mucho”, señala un funcionario bonaerense a Letra P.

Pese a formar parte de las filas del PRO y estar claramente alineado con el expresidente Mauricio Macri, Kicillof y Torres construyeron también un vínculo de confianza y diálogo permanente. “Después de Llaryora, es con el segundo gobernador de otro partido con el que más habla Axel”, señalan cerca del bonaerense.

Maximiliano Pullaro y Axel Kicillof. Puente UCR-PJ.

Un vinculo similar construyó con Pullaro, que quedó expuesto en los últimos días cuando, pese a los riesgos que suponía la decisión frente al electorado bonaerense, Kicillof decidió colaborar con medios y efectivos en la lucha contra el narcotráfico que libra el radical en Santa Fe, azotada por una ola de crímenes a personas inocentes.

Kicillof se comunicó al menos tres veces con el gobernador santafesino. “No lo llamó sólo para solidarizarse; desde el primer momento le ofreció toda la ayuda que pudiera aportar Buenos Aires”, señalan en la gobernación.

No sólo los tres gobernadores mencionados establecieron un vinculo con el exministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner. Kicillof tiene diálogo en privado incluso con el mendocino Alfredo Cornejo y también, pese a haber sido quien pidió que el chat dejara de llamarse “24 gobernadores” para mutar a “23 gobernadores y un jefe de Gobierno”, con el alcalde porteño, Jorge Macri.