Voto lobby: el Círculo Rojo orejea el mazo de presidenciables

Voto lobby: el Círculo Rojo orejea el mazo de presidenciables

El Cristinazo del jueves aceleró el casting del establishment. Larreta y Bullrich seducen a los grandes. Macri no vuelve, pero entusiasma una contienda con CFK.

 

Por Ariel Maciel

 

El clima electoral ya se instaló en el Círculo Rojo. Terminadas las convenciones y conferencias de fin de año, todas apresuradas por Qatar, el mundo de los negocios comenzó a afinar su puntería para elegir a sus aspirantes presidenciables para competir en 2023. Hay un consenso: nadie cree que el presidente Alberto Fernández tenga posibilidades de renovar su mandato debido a la debilidad política dentro del frente oficialista y también por la “decepción” que generó su gestión en torno a su poder de resolución de los reclamos del sector privado. “Te escuchaba, pero no podía impulsar ninguna ley”, se quejó el principal referente de una de las empresas nacionales más poderosas del país, que buscó poner en marcha un plan de negocios vinculado con Vaca Muerta, que le habían llevado al jefe de Estado y al entonces ministro Martín Guzmán.

El grueso del establishment dio por terminado “el sueño del consenso” para las próximas elecciones y se sumaron al debate de “halcones” y “palomas” entre las opciones que barajan para la contienda presidencial. Hay un grupo que radicalizó sus opciones y reclama una disputa final entre la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el expresidente Mauricio Macri, quien sigue jugando al misterio en torno a una eventual candidatura. “No es momento de tibios. Tenemos por delante años de crisis económica que sólo se pueden afrontar con decisiones políticas contundentes, sin que haya titubeos, como sucede en la actualidad”, aseguró el presidente de una de las entidades más poderosas del país. Consultado por Letra P, el círculo de poder confirmó que los nombres comenzaron a ser parte de los análisis, a la hora de definir inversiones con más de un año de recuperación del capital.

 

Entre quienes se anotaron para alentar un “mano a mano” entre CFK y Macri existe el convencimiento de que “es mejor que haya una política clara y decidida, a estar deambulando sin una dirección concreta”. “Prefiero que esté Cristina, con quien no nos llevamos muy bien que digamos, pero podremos tener previsibilidad. Nos guste más o menos, sabemos que el camino que tome lo va a profundizar. Ahora estamos en medio de una incertidumbre porque la conducción política está desasociada de la gestión institucional”, aseguró un referente del mundo del comercio.

 

 

La situación de Macri es diferente. La gran mayoría del Círculo Rojo cree que el turno del expresidente pasó y prefiere que se mantenga afuera de las opciones presidenciales. Pero, también, sabe que el modelo de Juntos por el Cambio será definido por “el dueño de la marca”. “Macri está mostrando la cara más intransigente de la oposición. Será el árbitro de los candidatos, pero a nadie le cabe dudas que cualquiera de ese espacio aplicará la fórmula de reformas drásticas para reencauzar el camino económico que plantea Mauricio”, admitió un empresario del sector de servicios. Allí el líder anticristinista cuenta con muchos adeptos, que sueñan con el retorno de un modelo abierto al mundo, sin las restricciones del comercio exterior que atraviesa el país en la actualidad.

 

Mientras que Patricia Bullrich es la preferida de las empresas multinacionales, con epicentro en el Coloquio de IDEA y otros círculos más exclusivos del sector privado, el discurso de Horacio Rodríguez Larreta es el que más penetra entre los industriales que promueven el fin de los “controles” del gobierno peronista. Todos, de igual modo, creen que el anuncio de las “100 horas” para tomar decisiones de gestión, que permita tomar las riendas cortas de economía, provocará tensiones en la cadena productiva, que podrían hacer crujir los negocios que dependen de la integración intensiva de la mano de obra. “Estamos yendo hacia una crisis que, tarde o temprano, va a golpearnos a todos. Si gana Juntos por el Cambio, ese proceso se va a acelerar, pero si gana el peronismo, lo único que se logrará es estirar la agonía”, aseguró, ante Letra P, el ejecutivo de una empresa multinacional.

 

 

María Eugenia Vidal y los precandidatos radicales, como Gerardo Morales y Facundo Manes, no son tenidos en cuenta como opciones válidas para disputar el poder. Serán, de todos modos, apoyados para que profundicen sus candidaturas, llegado el caso de una competencia en las primarias. La presentación del jueves pasado de Cristina Kirchner en La Plata aceleró los tiempos de elección. Hoy, la duda es si CFK será candidata y a qué cargo. “El tema son los fueros”, arriesgó la dueña de una fábrica, que reporta en la UIA. Hay quienes creen que la vicepresidenta buscará ser primera senadora por provincia de Buenos Aires para extender su estadía en el Congreso y, así, quedar al resguardo de los fallos judiciales. Para otros, ese cargo no bastará. “Tiene que ser candidata a Presidenta porque es la única forma en que no vaya presa”, dijo un líder empresario.

 

Es clave el gobierno de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires. El mundo empresarial está viendo que el mandatario bonaerense acumuló una buena imagen de gestión, conjuntamente con un acuerdo clave con los intendentes del conurbano para revalidar su cargo en las elecciones de 2023. “Tiene posibilidades de reelección, pero tener al gobierno en contra, que no le envíe fondos, será un suicidio. Algo así le pasó a Vidal con Macri, aun siendo del mismo espacio político”, se alarmó el dueño de una fábrica con asiento en territorio provincial.

 

El Círculo Rojo todavía le deja una ficha a Sergio Massa para el año próximo. “Si logra mostrar signos de control de la inflación y usa fondos para mostrar alivios a la clase media, puede ser el candidato que salve al peronismo”, arriesgó una fuente que tiene acceso al equipo económico del Gobierno. Sin embargo, otra parte del establishment local desconfía: “Ya anunció que no jugará porque sabe que el problema es difícil de solucionar, no tiene tiempo y lo que viene será más duro todavía”. El jefe del Palacio de Hacienda es la única opción del sueño dialoguista.

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