La versión acotada de la Ley Ómnibus entraría esta semana al Congreso

La versión acotada de la Ley Ómnibus entraría esta semana al Congreso

De los más de 600 artículos originales quedarían 250. Los puntos de conflicto con los gobernadores y la estrategia del oficialismo para evitar un nuevo traspié en Diputados.

 

Por Sebastián Cazón

 

La fecha límite es el 24 de abril. Para ese día, Javier Milei quiere tener aprobada en Diputados la diezmada ley ómnibus. Son tres semanas que tienen los negociadores de la Casa Rosada para consensuar el texto con la oposición, aunque el ciclotímico vínculo del Ejecutivo con los gobernadores no los ayuda. De ahí que la intención del Gobierno sea que el proyecto ingrese al Congreso antes del viernes e intensificar las conversaciones para darle media sanción a fin de mes. Ayer, en un supuesto gesto de apertura, el Presidente auguró que habrá acuerdo con los mandatarios locales y firmarán el denominado Pacto de Mayo. No sonó muy convincente. Fue horas después de afirmar que había sido un error hablarles de manera "honesta y transparente". Los líderes provinciales, en tanto, no ceden en sus reclamos: el ajuste sobre las cajas previsionales, la parálisis de la obra pública y los cambios en Ganancias, empantanan el trámite legislativo.

“La negociación por la Ley Bases avanza", indicó con entusiasmo Guillermo Francos, en la previa de la cumbre que tendrá mañana con los gobernadores de Juntos por el Cambio. El fracaso del debate anterior en la Cámara baja, aseguró el ministro del Interior, le dejó una enseñanza de gestión que ahora aplicarán: "La experiencia nos enseñó que tenemos que ser un poco más abiertos”. Bajo ese mantra, el Gobierno promete enviar el proyecto esta semana y dar paso a la discusión en el Congreso. De los 600 artículos que apilaba la versión original, quedarían unos 250. Así, se trabajaría sobre la misma iniciativa que fue rechazada en febrero, dejando los puntos de consenso y modificando los que generan mayores rispideces.

“Hay borradores que tienen los gobernadores y presidentes de bloque, para dar su comienzo al debate. Primero será interno: nosotros empezaremos a discutir con presidentes de bloque, representantes de provincias, para ver si antes de que termine abril podemos tener la sanción”, adelantó el diputado Oscar Zago. En línea con Francos, el jefe del bloque de la Libertad Avanza sostuvo que darán una discusión más fina sobre cada tema porque no tienen margen para volver a sufrir otro traspié. “No queremos que pase como la última vez, que nos quieran separar incisos. Ahí es donde se hizo cuello de botella y volvió el proyecto a comisión”, reconoció. Es decir, el oficialismo utilizará estas dos o tres semanas de debate en comisión para llegar al recinto con la mayor cantidad de apoyos posibles e intentarán discutir en particular los capítulos y no los incisos.

Jubilados, Ganancias y reforma laboral

Uno de los cambios más controversiales es el del Impuesto a las Ganancias. El proyecto de reversión se enviará como uno nuevo junto a la moratoria y al blanqueo impositivo y laboral. Son reformas separadas de la ley ómnibus, pero que se negocian a la par. El piso a partir del cual los trabajadores comenzarían a tributar el impuesto rondaría 1.200.000 pesos y en el ministerio de Economía sostienen que si no se modifica la ley actual podría ser retroactivo. 

Los mandatarios aliados ya anticiparon que están dispuestos a respaldar la ley Bases en general, aunque existen diferencias respecto a la restitución de la cuarta categoría de Ganancias. “Sería una locura. Un golpe durísimo para muchos trabajadores", advirtió el chubutense Ignacio Torres.

El cara a cara de Francos y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, con los gobernadores de Juntos por el Cambio tendrá, además de Ganancias, otro tema central: los fondos previsionales. Desde que llegó a la Casa Rosada, Milei no giró ni un solo peso a las cajas jubilatorias de las provincias y la semana pasada directamente decretó la eliminación de esas transferencias. Es una decisión que afecta directamente a 13 distritos, la mitad administrados por dirigentes cambiemitas.

“Mientras Milei convoca al consenso a los gobernadores para que lo acompañen en sus leyes, saca por decreto un recorte de fondos adeudados por ley”, vociferó el secretario previsional santafesino, Jorge Boasso, hombre del gobernador Maximiliano Pullaro. “Las cajas de jubilaciones no son casta", ironizó. Bajo ese tono, el ahogo financiero será una de las cuestiones más álgidas de la discusión en Casa Rosada. La parálisis de la obra pública también. En las rondas de negociación, el Gobierno ofrece terminar con las obras que consideren "prioritarias" a cambio de respaldo legislativo.

La reforma laboral, por su parte, aparecerá en el texto como prenda de negociación. Es una iniciativa que se incorporará a la ley Bases y encuentra consenso en los bloques aliados. Tanto el PRO como la UCR tienen proyectos presentados que, con matices, van en el mismo sentido que el libertario. Mientras tanto, las iniciativas dispuestas en el DNU 70/30 están frenados por la Justicia y esperan una resolución de la Corte Suprema.

Del encuentro de este jueves participarán Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Alfredo Cornejo (Mendoza), Ignacio Torres (Chubut), Gustavo Valdes (Corrientes), Leandro Zdero (Chaco), Carlos Sadir (Jujuy), Claudio Poggi (San Luis) y Marcelo Orrego (San Juan).

La ciclotimia con los gobernadores

En el balance de sus primeros días de Gobierno, Milei encuentra un solo defecto: haber sido "honesto" con los gobernadores. "Si tuviera que ver algún error fue haber ido a hablar con los gobernadores de una manera tan transparente y honesta", respondió el fin de semana. Menos de 48 horas después, el mandatario revivió el llamado al diálogo que realizó en la apertura de las sesiones ordinarias. En el homenaje a los caídos y veteranos de la Guerra de Malvinas, Milei vaticinó que el 25 de mayo en Córdoba los mandatarios firmarán el Pacto de Mayo para establecer "las diez políticas de Estado del nuevo orden económico argentino". Además, aprovechó la conmemoración para invitar a los jefes de las Fuerzas Armadas y a las organizaciones de veteranos a ser parte de esa jornada.

Desde el extremo sur del país, los gobernadores patagónicos también utilizaron los actos del 2 de abril para enviarle sendos mensajes al Presidente:

El chubutense Torres, el fueguino Gustavo Melella y el neuquino Rolando Figueroa se mostraron juntos en Ushuaia. Melella rechazó la llegada de la jefa del Comando Sur, Laura Richardson; Torres advirtió que actuarán en conjunto ante "cualquier avanzada" de la Casa Rosada sobre la soberanía y los recursos naturales; y Figueroa --ante la intransigencia de la Casa Rosada-- puso como ejemplo la causa Malvinas para pedir por la "unidad" de los argentinos.

Por último, en Santa Cruz, Claudio Vidal lo fustigó --sin nombrarlo-- por admirar a Margaret Thatcher. “Desafortunadamente, cuando ocurren estas situaciones y vemos que parte del liderazgo nacional la idolatra, es ahí donde la política se equivoca”, lanzó. Y, en La Pampa, Sergio Zillitto apuntó todos sus dardos contra el Pacto de Mayo. “Nosotros no vamos a negociar el futuro de la provincia mientras no lleguen los recursos que nos deben, como seguramente le pasará a otras provincias”, señaló y concluyó: “Un nuevo pacto patriótico, histórico, como le quieran poner sentido de épica al 25 de Mayo, sería empezar por cumplir con la constitución y sus leyes".

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