Los que nunca vieron inseguridad, hoy son camaleones del reclamo

Por: Gerardo Gómez Muñoz.

En reiteradas oportunidades desde esta columna semanal de opinión y análisis político, no dejamos de señalar la sorpresa que nos causan algunos de nuestros dirigentes políticos que son fáciles y rápidos para golpear con respuestas mediáticas de ocasión ante hechos desgraciados que conmueven a nuestra comunidad.

Durante el último fin de semana largo se sucedieron una cantidad inusual de hechos violentos, que generalmente una oposición poco responsable y algunos medios se apresuran a calificar como ?olas de inseguridad creciente? que parecieran que van a acabar con nuestra convivencia social y hasta la existencia misma de nuestra sociedad.

Un caso singular de lo antes expresado lo constituyó el edil radical Mario Rodríguez, que como es habitual salió rápidamente a golpear mediáticamente declarando: ?El intendente Gustavo Pulti es responsable de la situación de inseguridad que sufrimos en Mar del Plata y por no reclamarle soluciones inmediatas al gobernador Daniel Scioli?.

Al curul del radicalismo le cabría aquello del Evangelio: ?Miran la paja en ojo ajeno y no la viga que tienen en el propio?, porque si bien no buscamos exculpar de sus responsabilidades a nadie, entendemos que cada uno debe hacerse cargo de la parte que le toca, máxime cuando se le reclama a otro que haga lo que no fue capaz de hacer desde su propia responsabilidad, ya sea porque no se supo, no se quiso o no se pudo.

El radicalismo ha sido responsable del gobierno municipal durante 20 años sobre los 32 que llevamos desde la recuperación de la democracia, así es que alguna cuota tendrán sobre cómo fue que "Mar del Plata se volvió la ciudad más violenta de la provincia de Buenos Aires por el efecto de la droga en los delincuentes; por las necesidades sociales no atendidas y por la negligencia con la que se manejó la fuerza policial", conforme los dichos de Rodríguez, ya que ello -si es cierto- no sucedió de la noche a la mañana.

Es así que no puede ignorar el concejal radical que las actitudes por parte del Ejecutivo municipal se han modificado en lo referido a involucrarse con las cuestiones de seguridad. Porque mientras la anterior administración radical del ex intendente Katz supo tener entre sus colaboradores a ex comisarios de la Bonaerense en las áreas de Transporte y Tránsito, fue la administración de Pulti la que se involucró con el desmantelamiento de desarmaderos y demoliciones de refugios para la droga, como así también con el cierre de locales donde se llevaban a cabo explotación y trata de personas, todo ello por el accionar de funcionarios eficientes como Adrián Alveolite y Eduardo Bruzetta, que lo hicieron primero desde la Subsecretaría de Control y la Dirección de Inspección General, que terminaron derivando en la creación de la Secretaría de Seguridad y la Policía Municipal.

Además está tan fresco el proceder politiquero del radicalismo, oponiéndose a la policía municipal propuesta por Pulti que por lo menos hoy deberían recordar que su obstruccionismo inveterado impidió que se probaran por lo menos tres años antes medidas enérgicas y caminos distintos.

En lo que sí coinciden las fuerzas de la oposición es la crítica y el oportunismo de ocasión, con un declaracionismo demagógico -similar al de su referente Sergio Massa- como el que usó el candidato renovador Javier Faroni, quien muy suelto dijo: "No podemos permitir que nos maten un vecino más", como si fuera cuestión de permiso matar o morir. Y no se quedó en eso. Sin ponerse colorado dijo: "Queremos acciones ya, aquí y ahora, porque nos están matando día a día y no hay más tiempo para especulaciones", sin siquiera sugerir una sola acción concreta.

Otro tanto se puede decir del paladín de la mano dura: el concejal de la derecha Carlos Arroyo, otro "mejorador" de lo posible cuando se trata de instrumentar medidas para combatir la inseguridad.

Los dos demonios

El líder de la Agrupación Atlántica, Carlos Arroyo, desde que asumió su banca como concejal no fue a ninguna de las sesiones especiales que realiza el cuerpo legislativo por el 24 de Marzo. Iniciativa que se impuso como práctica y obligación para el Concejo Deliberante por una iniciativa del entonces concejal Carlos Baldino.

Al ser requerido por colegas periodistas por su faltazo, Arroyo respondió: "Ambas partes mataron, ambas partes secuestraron y nunca voy a perdonar eso", como explicación reivindicando la teoría de los dos demonios.

Hay que reivindicar que sí asistió al acto respectivo su subordinado en el bloque José Reinaldo Cano.

También al igual que el Bloque Atlántico, los tres ediles del Frente Renovador no suscribieron la declaración del Cuerpo Deliberativo, referida a la recordación del "Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia" que rubricaron de forma conjunta Acción Marplatense, la Unión Cívica Radical y el Frente para la Victoria.

La actitud de los renovadores fue explicada por el concejal Hernán Alcolea, quien señaló: ?Hacer una descripción y darle un tinte demasiado ideológico para sostener el relato K es algo a lo cual no me voy a prestar".

Ambiciones al garete

Ernesto Sanz no se habrá dado cuenta cuando el año pasado, en el Torreón del Monje, Lilita Carrió le esbozó su proyecto de frente antikirchnerista y simultáneo reflotamiento de la UCR que en realidad lo tiraba malintencionadamente al mar proceloso, donde la ya desvencijada nave radical corría peligro de quedar al garete. Ahora todo está a la vista, ella peregrina por Tierra Santa y otros hitos turísticos y según dice por internet eleva preces por sus amigos políticos, en tanto ellos, avivados de su jugada, maldicen porque no rezó antes de pergeñar su maligna maniobra.

Ahora todo está desnudado y a la vista. No son los principios ni las banderas sociales y republicanas (como declama ahora Sanz) del partido que Hipólito Yrigoyen hace 100 años llevó a la victoria los que campean, sino las ambiciones desatadas que navegan buscando amarrar en cualquier puerto confundiendo día a día un poco más a toda la dirigencia y con ella a todos los correligionarios. No este espacio el ámbito para describir el aquelarre que, pese a la oración de la devota Lilita, despedaza al centenario partido.

Pero basta con lo que advierte en el plano local para tener una aproximación cabal a la realidad que, por otra parte, se multiplica en provincias y diversas ciudades importantes. No le faltaba a la desaforada y desprolija ambición de Vilma Baragiola que se le abriera esta posibilidad, para confundir a propios y extraños con sus infinitos peregrinajes entre los más diversos partidos y dirigentes, en busca de acuerdos con el único horizonte de su candidatura a intendente, cualquiera sea la tienda que la acoja.

Sanz fue el artífice del engendro, todos incontinentes, desbordados y los hasta ahora solapados soltaron amarras e inhibiciones. Después de probar con Carlos Arroyo en lo local, prometiendo cortes de boleta, recorrió diversos mostradores sin llegar a acuerdos porque la condición "sine qua non" es que ella no negocia su aspiración de máxima.

Desfiló también ante Daniel Scioli; Diego Garciarena la condujo ante Gabriel Mariotto; anduvo por lo de Sergio Massa, hasta que llegó al Pro de Oscar Monzó y varios más. Estuvo por fin ante María Eugenia Vidal de la mano del macrista local Juan Aicega y fue un paso adelante.

Si bien ante Monzó sólo escuchó que los acuerdos serán con las conducciones y no con dirigentes, ahora blanqueó con la foto de Vidal, "figura que paga".

Pero, siempre hay un pero, "por las dudas debe estar preparada para unas PASO con Carlos Arroyo", le dijeron. Entonces Tato Serebrinsky que sí, seguro, será su contenedor, dejó que sus seguidores que simpatizan con Mauricio pintaran algunos muros de amarillo rabioso y con la simple leyenda "Mauricio-Tato". Aquí también estaba él, pero sin someterse a la férula del Pro sino que será "para levantar la bandera radical". ¿Cómo será eso?... y habrá que ver porque el diputado nacional (M.C.) también empezará su peregrinaje ante los altos mandos partidarios "para ver cómo es la cosa y qué está permitido y qué no".

Destapando flor de rosca

Un informante ocasional preguntó qué sería la reunión reservada que presidía Dante Caamaño, cuñado de Luis Barrionuevo, pero viejo amigo y jugador de Macri, no de Massa como su pariente. Eran apenas cuatro: el empresario Carlos Rivas, Carlos Arroyo, Guillermo Arroyo y Dante. La euforia poco disimulada por el éxito de las conversiones habilitó el filtro de las confidencias que a falta del compromiso del "off the de record", libera la información. Caamaño, al cabo de varios encuentros en la zona de Güemes, consiguió convencer a su viejo amigo Rivas que era el momento de jugar, pese a que andaba cercano a más recientes simpatías y lo terminó de ablandar recordándole que fue el primer presidente del Pro en el escenario marplatense.

El final es así, Caamaño apadrinará ante el propio Macri a Arroyo como candidato a intendente y a Rivas en lugar salidor en una lista legislativa. En pocos días y para aventar toda duda, Caamaño los llevará a sentarse con el mismísimo Mauricio y para cortar por lo sano con tanto coqueteo de voluntaristas viajeros.

Comentá la nota