La UCR le marcó la cancha al PRO con un acto en el microestadio de Ferro

La UCR le marcó la cancha al PRO con un acto en el microestadio de Ferro

El titular del partido local, Maximiliano Abad, aseguró que buscan liderar la coalición opositora y llevar un candidato a presidente propio en 2023.

 

"Volvimos a la cancha", fue la consigna del acto con la que la UCR bonaerense buscó mostrar músculo dentro de la alianza de Juntos. En medio de un acto tradicional, con bombos y banderas y muchos homenajes a Raúl Alfonsín, el titular de la UCR bonaerense Maximiliano Abad pronosticó un 2023 con un presidente radical y el candidato Facundo Manes remarcó: "Volver a la cancha de Ferro significa que el radicalismo está de pie como en el 83 para terminar con la decadencia argentina". No solo fue volver a la cancha: fue marcarle la cancha al PRO.

El microestadio techado de Ferro estaba repleto de militantes radicales con bombos, redoblantes y trompetas. No ahorraron en merchandising: levantaban paraguas blancos y rojos, tenían boinas blancas y levantaban banderas como la de Martín Lousteau "Evolución radical" o "La Matanza con Manes". Una gran mayoría no tenía barbijos en un espacio cerrado y sin ventilación, lo que contrastó con el minuto de silencio que pidieron luego para los correligionarios muertos por COVID.

Era todo meta agitar banderas y darle a los parches, mientras iban llegando los dirigentes. Se pudo ver al presidente de la UCR nacional, Alfredo Cornejo, al ex secretario de Salud Adolfo Rubinstein con una remera de Alfonsín haciendo su famoso gesto, a los gobernadores Gerardo Morales y Gustavo Valdés, a Mario Negri, Luis Naidenoff, Ernesto Sanz y hasta a un discreto Daniel "El Tano" Angelici, que departió con los otros dirigentes pero no fue mencionado por el locutor entre los presentes.

El acto arrancó con un video que, con un latido de corazón, buscó mostrar que el radicalismo estaba vivo: "Hoy volvimos a la cancha como hace 38 años", se pudo leer en la pantalla gigante, antes de que apareciera la silueta de Alfonsín, cuya voz y palabras reaparecerían una y otra vez durante el acto.

El primer orador fue el presidente de la juventud radical bonaerense Manuel Cisneros, uno de los encargados en ponerle picante a la tarde. Como cuando, sin nombrarlo, criticó a Diego Santilli por sus recetas manoduristas: "Lo primero que hay que bajar es la pobreza". El joven radical soñó con "un presidente y un gobernador radical", sueño que compartió la siguiente oradora: la vicepresidenta de la UCR bonaerense e intendenta de General Arenales, Erica Revilla. "Es momento de levantarse y marchar como nos dijo Alfonsín, porque vamos camino a ser gobierno en 2023".

Le siguió Abad, quien recordó que desde el radicalismo bonaerense comenzaron sus carreras Hipólito Yrigoyen y Alfonsín. "Estamos para liderar una coalición que nos lleve a la presidencia de la Nación", remarcó el dirigente radical. Las intenciones de cambiar, de una vez por todas, las relaciones de poder dentro de la alianza de Juntos por el Cambio estuvieron a flor de piel en todo el acto, que remedó las concentraciones tradicionales de los partidos, más que los happenings que construyó el PRO en sus bunkers de Costa Salguero.

"Vamos a fortalecer y a ampliar la coalición, pero desde nuestra propia identidad. Tenemos que construir una coalición de centro-popular", afirmó Abad. El concepto luego retornaría con Manes: no derecha, sino "centro-popular". "Juntos es la herramienta para frenar al proyecto hegemónico de un kirchnerismo que todo lo puede y todo lo quiere", afirmó Abad. Y luego dijo, en cambio: "Es un Gobierno sin rumbo y perdido en sus peleas internas, luego de una cuarentena eterna en la que hubo vacunatorios VIP".

Hubo tiempo para volver a escuchar a Alfonsín, cuyo discurso de los ochenta fue mostrado con un diseño y una estética hipermoderna en las pantallas, mientras un dron recorría la multitud. También pasaron una larga lista de cortos con saludos de las principales figuras del radicalismo. Luego llegó el momento de Manes. "La Argentina necesita un cambio radical", tituló el neurocientífico, mientras desde la tribuna le cantaban: "Manes corazón / acá tenés los pibes para la reconstrucción". "Los que preguntan si los radicales podemos gobernar que miren al gobierno de Jujuy de Gerardo Morales o a Mendoza, Corrientes", lanzó Manes.

-Volveremos / volveremos / volveremos otra vez / volveremos a ser gobierno / como en el ochenta y treeeess -cantaba la tribuna.

Manes les enfrió un poco los ánimos con algunas autocríticas. "Necesitamos un nuevo radicalismo -dijo- Una de las razones por las que estuvimos fuera del poder es que la sociedad cambió y nosotros, por un tiempo, nos negamos a cambiar. Ningún partido tiene el derecho divino de existir para siempre si no se reforma". "Necesitamos un radicalismo donde los líderes no sean lo más importante, donde no se expulse sino se incluya", dijo. "Este no es momento para las mañas de la vieja política. Esta revolución del conocimiento que proponemos no puede ser con las prácticas de siempre. No hay nada más conservador que la grieta que nos proponen desde arriba", remarcó. Manes cerró citando palabra por palabra el "rezo laico" de Alfonsín. En medio de una lluvia de papelitos blancos y rojos subieron todos los dirigentes radicales y se abrazaron sobre el escenario, como si estuvieran en la noche de una victoria electoral.

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