Facundo Moyano dio quórum pero La Cámpora igual lo puteó y casi se trompea con Kunkel

Facundo Moyano dio quórum pero La Cámpora igual lo puteó y casi se trompea con Kunkel

El sindicalista ayudó a empezar la sesión y luego lo abuchearon desde los palcos. Puchetta volvió a ayudar.

Facundo Moyano ayudó al Gobierno al engrosar el quórum en la sesión que debate el pago de la deuda en el país, pero lejos de recibir agradecimientos, las barras de La Cámpora que coparon el recinto lo abuchearon cuando habló y terminó al borde de las piñas con Carlos Kunkel. 

“Fracasó la gestión económica, fracasaron las negociaciones, pecaron del mismo voluntarismo que tienen hoy de negar la inflación, los despidos y la caída del empleo. Todos los problemas son producto de la mala praxis”, gritaba Facundo desde su banca, ante los abucheos de jóvenes identificados con la agrupación de Máximo Kirchner.

 

Sacado, el hijo del camionero y aliado de Sergio Massa se fue hasta las bancas del kirchnerismo a pedir explicaciones y la cosa se puso fea. Increpó a los gritos a Kunkel quien suele desafiar a toda la oposición pero, nada tonto, prefirió no levantarse de su banca. 

"Una cosa es que insultan de afuera pero entre nosotros es una bajeza", le recriminó el sindicalista a un Kunkel que seguía sentado. El neuquino José Ciampini también le dedicó un insulto pero luego lo tuvo que calmar. 

Juliana Di Tullio y María Teresa García lograron calmarlo a palmaditas en el hombro, mientras la santiagueña Abdala de Matarazzo, que presidía la sesión, le exigía que volviera a su banca, como si fuera un chico. "El bloque entero te va a pedir disculpas", le prometió García.

Di Tullio tenía garantizados 134 entre propios y aliados, cinco más que el quórum, pero sin posibilidad de conseguir apoyo opositor buscaba iniciar la sesión con 140 y evitar la imagen del quórum justo.

Moyano la ayudó y también iba a hacerlo su único compañero de bancada Omar Plaini, pero luego llegó tarde por problemas personales.

También ayudaron los tres neuquinos: Alicia Comelli, leal al gobernador Jorge Sapag; Adrián San Martín y María Villar Molina, que responden al senador sindicalista Guillermo Pereyra.

Se sumó el radical moroísta Eduardo Santín y Ramona Puchetta, la ex ladera de Raúl Castells y ahora con monobloque, que supo ser aliada de Adolfo Rodríguez Saá y, como adelantó LPO, es la carta del kirchnerismo para iniciar las sesiones.

Uno de los premios que recibió es integrar el Parlamento Latinoamericano (Parlatino) y viajar por todo el continente. Hace diez días estuvo en Panamá y mañana parte a Cuba.

En su banca y temprano estuvo Martín Insaurralde, para despejar cualquier duda sobre su supuesto inmediato pase al massismo. A quien lo consultó, le dijo que votaría a favor. 

El show Moyano

Facundo Moyano siempre tuvo problemas para definir su identidad como diputado. Ni bien asumió su padre rompió con Cristina y aún así siguió un tiempo en el bloque oficialista.

Los más veteranos como Carlos Kunkel lo apañaban pero los camporistas, con el Cuervo Larroque a la cabeza, lo humillaban siempre que podían.

Cuando tuvo que alejarse su tentación fue Massa, pero a su padre no le inspiraba confianza y por eso terminó haciendo un acuerdo con Francisco De Narváez.

Aún hoy, Facundo sigue con ganas de estar con el Frente Renovador. Pero como al tigrense no le perdona sus dudas le habría jugado una mala pasada quedándose con proyectos de su autoría.

Esta mañana Facundo quiso tener un buen gesto con sus ex compañeros de bloque. Pero no le agradecieron.

Más abucheos 

Otros diputados de la oposición fueron víctimas de los abucheos desde los palcos, poblados desde temprano por militantes traídos por el oficialismo. Algunas víctimas fueron Elisa Carrió (Coalición Cívica ARI), los massistas Darío Giustozzi y Graciela Camaño, y Néstor Pitrola (Izquierda Unida)

Cuando Pitrola comenzaba a argumentar su rechazo a la propuesta y fuertes silbidos y gritos le impedían comenzar con su discurso, lo que llevó a la oficialista Norma Abdalá de Matarazzo, que presidía la sesión, a pedir que "colaboren, porque necesitamos seguir".

"Los respeto como pueblo, como personas, como empleados, como militantes, pero colaboren con esta presidenta que quiere mantener el orden en el recinto, yo los comprendo", rogó la legisladora kirchnerista mientras Pitrola respondía que "si no se garantiza el debate tiene que pedir que se retiren de la gradas".

Previo a este hecho, en las primeras horas del debate, los militantes con banderas de La Cámpora y remeras de Unidos y Organizados silbaron a Giustozzi cuando defendía la propuesta del Frente Renovador y cargaba contra el proyecto oficial.

Luego, los abucheos fueron contra la massista Graciela Camaño, quien le pidió a Matarazzo "mantener el orden". Quien también fue víctima de la tribuna fue Elisa Carrió, que tuvo que esperar la intervención de Domínguez para dar su discurso y anunciar su decisión de no participar en la votación.

"En caso de persistir las dificultades tenemos que desalojar la sala", amenazó el presidente de la Cámara, quien pidió "el respeto que se merecen todos los legisladores".

Los incidentes habían empezado al principio con la presencia de miembros del gremio SMATA en los palcos para insultar al diputado del Frente de Izquierda Nicolás del Caño, cuando hacía uso de una cuestión de privilegio para denunciar el ataque físico que sufrió el jueves último cuando se manifestaba junto a trabajadores contra el cierre de la empresa Lear en la autopista Panamericana.

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