Escenario político: el Pro de Bahía perfila sus preferencias en Provincia, ¿también en Nación?

Escenario político: el Pro de Bahía perfila sus preferencias en Provincia, ¿también en Nación?

En apenas una semana pasaron por la ciudad tres potenciales candidatos a gobernador por diferentes líneas del partido amarillo. No todos los encuentros tuvieron la misma difusión por parte de la cúpula local. Mientras tanto, continúa el operativo Moirano.

Por Maximiliano Allica

Diego Santilli camina por el centro bahiense junto a la senadora Nidia Moirano. Saludan a todo aquel que amague con un gesto. Sonríen. Detrás de ellos vienen el intendente Héctor Gay y su par de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, también experiodista. Se dirigen a un café de la peatonal Drago, donde el comando amarillo les preparó un hiper promocionado encuentro con vecinos. No hace falta pasar lista, no falta nadie de la primera plana municipal: Pablo Romera, Tomás Marisco, Adrián Jouglard, Fabiola Buosi, Santiago Nardelli, Fernando Compagnoni, Marcos Streitenberger y varios más.

   Primero toma la palabra Gay y elogia con mucho énfasis a Santilli. Luego es el turno del diputado, que habla del trabajo hecho con sus anfitriones y plantea lo que falta por hacer. Horas más tarde, tanto Gay como Moirano, potencial competidora del oficialismo para la jefatura comunal el año que viene, remarcan esta visita con sendos posteos en redes sociales.

   "Un placer volver a recibir en Bahía a Diego Santilli. Compartimos una hermosa tarde recorriendo la ciudad y conversando con vecinos para conocer de primera mano cuáles son sus necesidades", tuiteó Gay.

   "Con Diego Santilli y Héctor Gay caminando y escuchando a los vecinos de Bahía. Atendiendo sus problemas. Intercambiando ideas. Siempre del lado de la gente", apuntó Moirano.

   Parecen comentarios lisos y llanos, pero se trata de señales que dicen mucho sobre las preferencias del Pro de Bahía Blanca en cuanto a los alineamientos en Provincia. Y, tal vez, en Nación. Sobre todo por una particularidad: en apenas una semana estuvieron los tres principales aspirantes a luchar por la Gobernación bonaerense dentro de ese partido y no todos tuvieron el mismo tratamiento. Sin dudas, los mayores esfuerzos estuvieron destinados en promover al "Colo", el hombre de Horacio Rodríguez Larreta para intentar destronar a Axel Kicillof.

   Otro de los pretendientes a la Gobernación, también dentro del Pro, es Cristian Ritondo. El exministro provincial de Seguridad estuvo en nuestra ciudad una semana antes que Santilli promocionando su candidatura y apuntalando las aspiraciones locales del radical Emiliano Alvarez Porte, así como las presidenciales de María Eugenia Vidal, exsuper estrella del continente amarillo.

   Después de una conferencia de prensa en el local partidario de Porte, Ritondo y Vidal también fueron recibidos por el comando bahiense, puntualmente por Moirano y Nardelli (Gay permanecía en Buenos Aires, donde estuvo casi toda esa semana), pero en este caso no hubo tuits ni fotos. Ni de unos ni de otros.

   Todos coinciden en que se trató de una reunión muy cordial, de buenos conocidos, pero el único registro con un funcionario municipal aparece en un posteo de Ritondo en Espacio Tecno junto a quien es quizás el menos político de todos los miembros del gabinete de Gay, el secretario de Innovación, Ricardo de Weerth.

   Cualquiera sabe que hoy, más que nunca, las fotos o la falta de fotos en las redes son mensajes directos. Por lo menos es seguro que lo tienen clarísimo todos los mencionados, en especial después de haber reforzado conceptos en la reciente Cumbre Mundial de Comunicación Política que se desarrolló en la sede de la UCA, en Puerto Madero. Cumbre que, dicho sea de paso, no solo contó con la asistencia de figuras del Pro como Gay, Moirano, Romera o José de Robbio sino de dirigentes y asesores de prensa de todos los espacios políticos competitivos de Bahía Blanca y la región, desde la UCR al peronismo, pasando por la Coalición Cívica y Avanza Libertad.

   Volviendo a Bahía, es entendible la diferencia de trato del tridente gobernante para con Ritondo y Vidal, debido a que estos volcaron su apoyo a un competidor interno como Alvarez Porte. Llama un poco más la atención el escaso vuelo que se dio a la presencia, muy pocas horas después de la partida de Santilli, a la visita de uno de los favoritos de Patricia Bullrich para la Gobernación, el exfuncionario macrista y denunciante de Cristina Kirchner en la causa Vialidad, Javier Iguacel.

   Si bien es el menos conocido de todos, Iguacel defiende nada menos que las banderas internas de Bullrich, la candidata nacional mejor posicionada en las encuestas locales. El actual intendente de Capitán Sarmiento pasó por la ciudad entre la tardecita del viernes y el mediodía del sábado, donde mantuvo encuentros con adherentes y dirigentes políticos, todo con perfil muy bajo. Si bien tuvo una charla mano a mano con la cúpula local del Pro, nada de eso se difundió.

   La intención de los promotores de Iguacel es que vaya subiendo el nivel de exposición de a poco, entendiendo dos conceptos. Uno, que la suerte del candidato a gobernador, de todos modos, está muy atada a lo que ocurra en el orden nacional. Vidal ganó en 2015 y no la conocía casi nadie sino que la favoreció el clima de época, proclive a votar una marca que se llamaba Cambiemos. Dos, que más allá del punto anterior, un cabeza de lista en la Provincia no debe cometer el más mínimo error para no convertirse en mochila, como lo fue Aníbal Fernández en aquella misma elección.

   En esas aguas viene navegando Iguacel, mientras se interioriza de lo que sucede en cada distrito para conocer el perfil de los actores sociales, económicos y políticos con los cuales podría tener que lidiar. Sea como aliados o como adversarios internos.

La decisión del comando bahiense de levantar la figura de Santilli puede tener que ver con varias razones. Podría ser por su impronta, es decir, que prefieran a alguien más centrista y no a un halcón como Ritondo o Iguacel. Pero también saben que, al menos por ahora, es el aspirante amarillo que mejor mide en toda la PBA, apoyado en un aparato de difusión inmenso y gracias a que subió su nivel de inserción el año pasado tras haber encabezado la boleta opositora en las elecciones legislativas. Las cuales, por cierto, ganó.

   Asimismo, en diferentes partes del país están viendo que si bien la figura de Bullrich es muy potente dentro del esquema de Juntos, seguramente la más carismática, el robótico Larreta le sigue sacando bastante ventaja en aspectos que pueden resultar decisivos en una campaña: cuenta con mayor estructura de equipos, más experiencia de gestión y, last but not least, una caja tan abultada como para motorizar una campaña presidencial desde ya mismo.

   No es tan lineal que el que más plata maneja gana las elecciones. Pero que ayuda, ayuda.

   Por otra parte, y no es un detalle menor, avanza la idea dentro de Juntos de ir a una PASO en forma de "Y". ¿Qué quiere decir? Que, aun si se produce una primaria a nivel presidencial, y eventualmente en la Gobernación, en aquellos municipios donde haya candidatos dominantes a la intendencia no se produzca PASO local sino que esa figura se cuelgue de las dos boletas. O sea, que un mismo postulante (supongamos, Moirano) acompañe tanto a la lista de Larreta como a la de Bullrich.

   ¿Sería aplicable un esquema así en Bahía Blanca? Por primera vez desde que existe Cambiemos abundan los aspirantes a competir por la jefatura comunal, con lo cual no será sencillo. Pero tampoco imposible, depende de qué tan atractivas sean las ofertas para quienes acepten correrse de la competencia.

   Finalmente, ¿es Moirano, en forma decidida, la postulante del Pro para Bahía? La realidad es que nadie lo confirma, aunque quienes la conocen admiten que ya está pensando en qué perfil darle a la gestión comunal en caso de que le toque conducir la ciudad desde diciembre de 2023.

   Una pista: afirma, delante de quien la quiera escuchar, que hay que avanzar de manera sostenida en la reducción de los gastos de la política. Es una idea muy en boga entre los espacios de centroderecha y derecha, que probablemente suene adecuada para los oídos del votante bahiense promedio.

   Habrá que estar atentos a sus próximos pasos.

De todos modos, el principal problema de Juntos es el mismo que el del Frente de Todos. El festival de internas. El sábado el radicalismo realizó un acto en Costa Salguero donde quedó claro, por si aún no lo estaba, que buena parte de su dirigencia quiere competir contra el Pro en 2023.

   Y no hay dudas de que una boleta presidencial de la UCR tendría como correlato una candidatura local a la intendencia. En el comité de Donado se fue incubando un gran resentimiento contra el tridente Gay-Moirano-Nardelli por entender que nunca armaron un gobierno de coalición sino que destrataron a su partido dejándolo afuera de todas las decisiones relevantes.

   Si bien se trató de un mensaje general, Juan Pedro Tunessi realizó una manifestación tras ese acto del fin de semana que refleja el espíritu de lo que muchos correligionarios piensan sobre la alianza en Bahía.

   "Basta con mirar la reacción agresiva e histérica, no solo de los trolls del Pro sino de algunos de los llamados halcones, para concluir que la democracia rige solo si ellos conducen. Pluralismo democrático a marzo. La ⁦UCR nunca más furgón de cola!".

   La semana que viene habrá elecciones internas en Bahía para elegir a las nuevas autoridades del comité entre Pablo Daguerre, Fabián Val y Fernando Roig. Más allá de ciertas diferencias, en todas las vertientes hay intenciones de promover que el partido juegue en las PASO el año que viene.

   Todas las vertientes, excepto algún desprendimiento. Durante el acto de Santilli fue notorio el acompañamiento del radical cada vez más amarillo Federico Tucat, quien incluso se ocupó de tomarse una fotografía con el "Colo" para subirla a sus redes.

   En la cuenta regresiva hacia el año electoral, nada de nada es ingenuo.

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