Axel Kicillof necesita el apoyo de Máximo Kirchner para una interna a cielo abierto en el kirchnerismo por la candidatura a gobernador de Buenos Aires. El rol de La Cámpora, el factor Cristina Fernández de Kirchner y la sombra de Victoria Tolosa Paz.
Máximo Kirchner visibilizó el desesperado pedido de Axel Kicillof al PJ bonaerense. Fórmula única en la provincia de Buenos Aires para no dividir al peronismo en el principal bastón electoral del kirchnerismo. Desde La Matanza, con Fernando Espinoza y Verónica Magario como anfitriones, el jefe de La Cámpora fue el encargado de cerrar el encuentro del congreso partidario donde se reactivó también el clamor presidencial por Cristina Fernández de Kirchner.
Si bien Axel Kicillof no estuvo presente en el encuentro donde la centralidad política la ejerció Máximo Kirchner, el mensaje unificado del kirchnerismo fue evitar la PASO en la provincia de Buenos Aires con una fórmula única que repita el binomio Axel Kicillof - Verónica Magario. La estrategia apunta no solo a desarmar el reclamo de primarias de Alberto Fernández sino también el lanzamiento de Verónica Tolosa Paz como candidata del albertismo para la Gobernación de la provincia.
En ese contexto, Axel Kicillof está obsesionado con evitar una interna a cielo abierto en la provincia de Buenos Aires. Más si Cristina Fernández de Kirchner no aparece en la boleta para traccionarle votos. La semana pasada, un intendente del oeste del conurbano confió a MDZ que la vicepresidente tiene en su municipio 57% de intención de voto pero cuando se mide sólo a Axel Kicillof cae a 44%.
El último antecedente de PASO para gobernador en la provincia de Buenos Aires fue en 2015 con el choque entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez. La historia no tuvo final feliz para el kirchnerismo ya que María Eugenia Vidal, recién aterrizada desde la Capital Federal, se convirtió en gobernadora de la provincia en una de las peores elecciones del peronismo.
Ese año, cuando el kirchnerismo perdió la provincia, la boleta presidencial estaba a cargo de Daniel Scioli. Una fórmula traumática que como un loop podría repetirse en estos comicios.
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